Advertencia de contenido: Este artículo contiene detalles gráficos relacionados con representaciones sexuales perturbadoras de niños. Se agradece la discreción del lector.
Balenciaga se enfrenta una vez más a las críticas después de que se revelara que el jefe de su empresa matriz era el propietario de una casa de subastas que facilitó la venta de maniquíes sexuales infantiles perturbadores.
El 3 de diciembre, la locutora británica Dominique Samuels llamó la atención sobre lo que parece ser la siguiente entrega del escándalo “pederasta-chic” de Balenciaga que causó una protesta viral el mes pasado.
Samuels señala en su hilo de siete publicaciones, que François-Henri Pinault, el multimillonario francés al frente de la empresa matriz de Balenciaga, Kering, también posee una casa de subastas que supervisó la venta de “mutantes sexuales” infantiles extremadamente gráficos.
Christie’s, una casa de subastas de arte de alta gama, cuyo dueño y administrador es el Groupe Artémis de Pinault, fue fundada por su padre como vehículo de inversión para la fortuna de Pinault. Cuenta con docenas de piezas de Jake y Dinos Chapman, la mayoría de las cuales ya se han vendido pero permanecen en exhibición en el sitio web de Christie’s.
Los hermanos Chapman son muy conocidos por sus obras de arte, que a menudo se describen como intencionalmente provocativas. A mediados y finales de los años 90, los artistas crearon una serie de maniquíes destinados a representar a niños con horribles mutaciones sexuales en una colección titulada Fuck Face. Algunas de las piezas de la línea “pedofilia grotesca” se han vendido por cientos de miles de dólares.
En el hilo de Twitter de Samuels se ve una serie de capturas de pantalla de las obras sacadas de los catálogos de la casa de subastas.
Uno de los maniquíes, que lleva el mismo nombre que la colección, es un niño pequeño que tiene un ano abierto en vez de boca y un pene erecto en vez de nariz.
Christie’s, que vendió la pieza por más de $ 141,000 USD en 2010, describe el trabajo como revelador de “verdades incómodas” en el ensayo que acompaña al lote.
“Tanto el título de Fuck Face como el apéndice que domina su cara están de una forma muy discordante en conflicto con el aire de inocencia y curiosidad infantil de este niño tambaleante, lo que se suma al factor de choque y la sensación de lo extraño que lo empapa”.
Otras obras en la colección Fuck Face incluyen cuerpos de niños con anos abiertos en lugar de cabezas, niñas pequeñas fusionadas por la vagina y gemelas unidas con vaginas abiertas o penes que sobresalen de entre sus caras.
Se confirma que el jefe de la empresa matriz de Balenciaga, François-Henri Pinault, posee algunas obras de arte creadas por los hermanos Chapman, pero ninguna de las piezas de la colección Fuck Face está presente en las colecciones de sus galerías.
El hilo de Samuels sobre la conexión entre la empresa matriz de Balenciaga y la casa de subastas que vende las perturbadoras obras ha atraído una atención considerable de los horrorizados internautas.
“Esto es tan perturbadoramente increíble. Me hace sentir ingenuo con lo que realmente está sucediendo en el mundo”, tuiteó un usuario en respuesta a Samuels.
“La maldad en este mundo me está poniendo enferma. Se salen con la suya debido al dinero y al poder, el silencio en los medios y de las celebridades sobre esto #BalenciagaPedos es repugnante. No podemos dejar de hablar de ello. Están esperando a que se olvide”, escribió Sophie Karakaya.
Otros especularon sobre cuál sería la reacción de Pinault o su compañía, haciendo referencia a la reciente reacción tibia de Balenciaga.
La casa de moda de lujo Balenciaga se convirtió en objeto de indignación generalizada en noviembre después de lanzar una campaña publicitaria de regalos navideños con niños muy pequeños posando con osos de peluche con accesorios BDSM.
El incidente se volvió aún más complejo después de un descubrimiento inquietante adicional en otra sesión de fotos publicada en el sitio web oficial para anunciar la colaboración de la marca con Adidas.
En la foto, que no incluía a los modelos infantiles, se veía uno de los bolsos de Adidas sobre un escritorio lleno de papeles. Entre los documentos había uno extraído del caso de la Corte Suprema United States v. Williams.
El caso involucraba a un hombre llamado Michael Williams que, en abril de 2004, utilizó un foro público de chat en Internet para publicar un mensaje ofreciendo intercambiar materiales de abuso sexual infantil con otros usuarios del grupo. El mensaje decía: “El papá de la niña tiene ‘buenas’ fotos de ella y yo para intercambiar por las fotos de tu niño pequeño, o las imágenes de cámara en directo”.
El agente del Servicio Secreto Timothy Devine respondió al ofrecimiento de Williams en una conversación privada donde los dos procedieron a compartir fotos no sexuales de niños. Después de esto, Williams afirmó tener imágenes desnudas de su hija de cuatro años siendo abusada sexualmente, y prometió enseñárselas si Devine correspondía con otras.
Cuando Devine no le mandó contenido pornográfico de menores, Williams le dio el enlace de un chat público que lo condujo a siete archivos que contenían imágenes sexualmente explícitas de niños de cinco a quince años. El agente Devine pudo obtener una orden de registro para la casa de Williams, donde, según los documentos judiciales, los agentes confiscaron dos discos duros que contenían “al menos 22 imágenes de niños reales involucrados en conductas sexualmente explícitas, algunas de ellas sadomasoquistas”.
Williams fue acusado de un cargo de “proxenetismo” o promoción de pornografía infantil y un cargo de posesión de pornografía infantil. Williams se declaró culpable de ambos cargos, pero se reservó el derecho de impugnar la condena en un tribunal de apelaciones. El Tribunal de Distrito de Florida sentenció a Williams a 60 meses de prisión.
Williams luego presentó una moción para desestimar el cargo de proxenetismo sobre la base de que el estatuto legal era demasiado amplio e infringía sus derechos de libertad de expresión según la Primera Enmienda. El Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Undécimo Circuito estuvo de acuerdo con Williams, pasando así la decisión final a la Corte Suprema, que finalmente dictaminó que las protecciones de la libertad de expresión no se extendían a las ofertas para propagar materiales de abuso sexual infantil.
Tras la reacción internacional, Balenciaga eliminó ambas campañas de su sitio web y perfiles de redes sociales, y emitió una declaración apresurada en Instagram disculpándose por la “ofensa” causada por las sesiones de fotos. Poco después, la compañía anunció que iba a demandar a la compañía responsable de diseñar el set utilizado para anunciar el bolso Adidas.
Pero justo ayer, la marca de lujo declaró que estaba desechando sus planes de litigio, lo que llevó a algunos, como Dominique Samuels, a especular que la medida había sido puramente “performativa”.
El director de diseño creativo de la marca, Demna Gvasalia, también emitió una disculpa por su papel en la sesión de fotos con los niños.
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