Una emisora, miembro de NPR, hace un perfil favorable de un hombre que se dice trans acusado de violación en una cárcel de mujeres de California

Una emisora pública afiliada a NPR ha emitido un perfil favorable sobre un recluso que se dice trans acusado de agresión sexual y amenazas a reclusas mientras cumplía condena en una prisión de mujeres. KQED, la emisora miembro de NPR y PBS en el norte de California, sugirió que Syiaah Skylit fue víctima de bulos transfóbicos y castigos selectivos.

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Skylit, nacido Jonathan Robertson, cumple actualmente una condena de 16 años por múltiples cargos de robo con arma de fuego. Aunque en un principio había sido internado en una prisión de hombres, Skylit, con la ayuda de transactivistas, luchó por su traslado a un centro para mujeres, y finalmente fue transferido al Centro de Mujeres de California Central (CCWF) a mediados de 2021.

Skylit fue uno de los muchos reclusos varones que fueron transferidos a CCWF tras la implementación de la SB 132, también conocida como la Ley de Respeto, Agencia y Dignidad Transgénero.

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El proyecto de ley entró en vigor en enero de 2021 y permite a los reclusos varones solicitar el traslado a prisiones de mujeres sobre la base de su identidad de género autodeclarada. En virtud de esta ley, los reclusos varones no tienen que tomar hormonas, someterse a cirugía, ser diagnosticados con disforia de género y ni siquiera tener documentos legales que indiquen que tienen un estatus transgénero para que se les apruebe el traslado.

Sin embargo, a pesar de que varios reclusos varones violentos han sido trasladados a prisiones de mujeres en el estado, KQED publicó un perfil favorable en el que denunciaba presuntas violaciones de derechos humanos cometidas contra los hombres trasladados. En algunos casos, se pinta a las reclusas como agresoras de los hombres.

Publicado el 13 de octubre, el artículo, titulado “Las prisiones de California no respetan los derechos de las personas transgénero a pesar de la ley estatal“, se centra en la difícil situación de los reclusos que se dicen transgénero en el estado. Recibió grandes elogios de Scott Weiner, coautor de la SB 132, que lo compartió en las redes sociales.

Aunque se mencionan varios reclusos varones, se hace especial hincapié en Skylit y su presunta victimización a manos del personal transfóbico y de las reclusas.

El artículo señala cómo Skylit salió del armario como gay y más tarde como trans cuando ya estaba dentro del sistema penitenciario, lo que dio lugar a que fuera trasladado a unas unidades trans y “LGBT” más seguras llamadas “tanques de estilos de vida alternativos”. Skylit también recibió hormonas sexuales cruzadas, ropa femenina y servicios de salud mental en 2018.

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A pesar de esto, todavía no estaba contento porque tenía que interactuar con otros reclusos varones en áreas comunes y comenzó a solicitar ser trasladado a una prisión femenina en 2018. Tras la aprobación de la SB-132, Skylit fue trasladado a un centro para mujeres.

En 2021, PinkNews aumentó los esfuerzos para que Skylit saliera de prisión.

Pero poco después de su traslado, Skylit fue objeto de una acusación de agresión sexual.

Como informó anteriormente Reduxx, una reclusa prestó declaración jurada de haber sido testigo presencial de las secuelas de la presunta agresión (artículo en español). Mimi Le, representante del Consejo Asesor de Reclusas, prestó declaración ante los abogados del Frente de Liberación de la Mujer e informó que Skylit había agredido a una reclusa vulnerable y amenazado con violar a otras reclusas que se enfrentaron a él.

Le explica que el 19 de mayo de 2022, miembros del personal llevaron a una reclusa a un edificio médico-administrativo del centro después de que otras reclusas denunciaran que había sido violada. Le describe haber presenciado personalmente cómo la mujer estaba “apenas consciente” mientras la atendían y que, menos de una hora después, la sacaron de su celda en una camilla bajo una alerta médica de Código 3, que significa que una reclusa no responde y no puede ser reanimada con métodos inmediatos. Al día siguiente, Le dice que varias reclusas le dijeron que la mujer había sido agredida sexualmente por Skylit en un retrete del patio.

Skylit niega haber violado a la reclusa, alegando que la siguió hasta el retrete porque se había puesto enferma después de consumir alcohol con él. Según los informes, la presunta víctima, Asia Davis, es conocida por tener problemas de drogadicción y ha negado la agresión.

Le revela en su declaración que intentó ponerse en contacto con el personal penitenciario para aclarar los detalles sobre la presunta violación. Mientras caminaba hacia el edificio del programa administrativo, fue testigo de cómo se llevaban esposado a Skylit, y pronto se enteró de que se debía a que éste había lanzado una diatriba violenta contra las reclusas que se habían enfrentado a él por la agresión sexual después de ver a Davis inconsciente.

En el favorable perfil de Skylit, KQED admite que los guardias informaron que Skylit amenazó a las reclusas, pero afirma que él no fue el instigador de la situación. En su artículo, proporcionan un video mudo que muestra a Skylit enfrentándose a un grupo de mujeres, y lo presentan como “evidencia” de que las reclusas habían atacado a Skylit, pero que él “había sido el único castigado”.

Según Mimi Le, Skylit había escupido a algunas reclusas, y varias mujeres han confirmado que gritó: “Que os jodan a todas, zorras. Os voy a violar. Voy a violar a vuestra madre. Os voy a joder a todas, zorras… No vais a poder hacer nada, zorras”.

El agente que intervino durante el altercado confirmó la versión de las mujeres, afirmando que Skylit “se refería a mantener relaciones sexuales mediante violación”.

Poco después de que se registraran las amenazas, Skylit fue trasladado apresuradamente a la Institución para Mujeres de California, un centro correccional para mujeres de menor seguridad.

A pesar de la declaración y los testimonios que la confirman, KQED calificó las acusaciones de violación de “falsas” y acusó al Frente de Liberación de la Mujer (WoLF) de “buscar un villano” que encajara en su narrativa. WoLF actualmente está demandando al estado de California en nombre de varias reclusas que fueron víctimas de la SB 132.

Además de desestimar las acusaciones de agresión contra Skylit, KQED argumentó que era habitual que las reclusas mintieran sobre agresiones sexuales y violaciones, y que los reclusos varones que se dicen trans son a menudo objeto de esas falsas acusaciones. También sostienen que las reclusas se han acercado a hombres que se dicen trans para tener relaciones sexuales, y los acusan falsamente de violación si rechazan sus insinuaciones.

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Sin embargo, los datos demuestran que los reclusos varones que se dicen trans tienen una alta tasa de condenas por delitos sexuales.

Según la Oficina de Prisiones (BoP), casi el 50% de los reclusos federales que se dicen trans están detenidos por delitos sexuales, frente a sólo el 11% de la población masculina general. En California, el 33.8% de los hombres que se dicen trans que solicitan el traslado a prisiones para mujeres son delincuentes sexuales registrados.

La Oficina de Prisiones ha confirmado anteriormente que los reclusos con delitos sexuales existentes son responsables de hasta el 50% de las violaciones que se producen dentro del sistema penitenciario.

Si bien el artículo de KQED sugiere que las reclusas en California tienen poder sobre los hombres que se dicen trans, las mujeres encarceladas en California han contado una historia muy diferente. Las reclusas que critican la política de autoidentificación de género o se quejan de la conducta de los hombres traslados a los módulos femeninos han afirmado que fueron sometidas a un “castigo” por expresar sus preocupaciones (artículo en español).

En declaraciones a Reduxx el año pasado, una reclusa describió que la habían puesto en régimen de aislamiento durante un largo período de tiempo después de intentar denunciar a un recluso de 1’83 m (6 pies) de altura a las autoridades penitenciarias por acoso sexual.

En señal de protesta, Sagal Sadiq inició una huelga de hambre de 28 días y fue finalmente hospitalizada tras enfermar debido a los efectos físicos del ayuno.


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Shay Woulahan
Shay Woulahan
Shay is a writer and social media content creator for Reduxx. She is a proud lesbian activist and feminist who lives in Northern Ireland with her partner and their four-legged, fluffy friends.
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