EXCLUSIVA: Un travesti, ‘Profesional del Kink’ y certificado por WPATH que promueve el juego de edad y la tortura genital, influyó en las normas de atención clínicas

Un travesti relacionado con el principal lobby de salud transgénero del mundo está generando atención por especular sobre cirugías genitales experimentales “artísticas y creativas”. Laura A. Jacobs, un psicoterapeuta afincado en Nueva York que influyó en la elaboración de pautas de salud transgénero relativas a la “disforia de género” en adolescentes, contribuyó en el pasado con un capítulo a una antología en la que promueve prácticas BDSM (Bondage, Dominación, Sadismo y Masoquismo), incluidos el “juego de edad” y la “tortura genital”.

Esta semana ha empezado a circular por las redes sociales un vídeo de una charla TedX que Jacobs dio hace tres años y que ha suscitado críticas por sus extrañas declaraciones sobre las cirugías de “afirmación de género”.

En el clip, compartido por Gays Against Groomers y Helen Joyce, Jacobs afirma: “Las intervenciones médicas nos permiten a algunos cambiar nuestras características sexuales primarias y secundarias… Pero está claro que los cuerpos cisgénero siguen siendo el punto de referencia. ¿Nos dará la tecnología opciones artísticas y creativas? ¿Tenemos que ceñirnos a las normas de pene y vagina? ¿Podemos tener genitales que parezcan flores o esculturas abstractas? ¿Podemos tener varios? ¿Pueden ser intercambiables?”

Pero aunque Jacobs fue presentado como miembro certificado de WPATH, su influencia en la organización va mucho más allá, y fue un miembro influyente del comité que estableció las Normas de Atención más recientes.

Jacobs, que asesora a preadolescentes con problemasse ha descrito a sí mismo como un “trabajador del sexo BDSM y kinky” (kink es perversión, kinky pervertido) y dice que trata de “adolescentes a ancianos”. También escribió un ensayo para el libro de 2020 Sex, Sexuality, and Trans Identities (Sexo, sexualidad e identidades trans) en el que conecta las prácticas fetichistas BDSM con quienes dicen tener una condición transgénero.

En “Hormones and Handcuffs: The Intersection of Transgender Identities, BDSM, and Polyamory” (“Hormonas y esposas: la intersección de las identidades transgénero, el BDSM y el poliamor”), Jacobs señala que aquellos que se identifican como transgénero “parecen casi predispuestos” a participar en subculturas fetichistas sadomasoquistas. Lo explica culpando a la “hostilidad sexual” hacia las personas transidentificadas, afirmando que, en su opinión, “nuestros cuerpos suelen estar devaluados”.

Laura A. Jacobs. Fuente: Facebook

Explica: “Nuestros cuerpos no convencionales, que pueden limitarnos en entornos tradicionales, a menudo son aceptados y fetichizados constructivamente en las comunidades BDSM y no monógamas”.

Las actividades BDSM, continúa, permiten a los participantes “convertir la opresión en gozo” al tiempo que resuelven el problema de la “falta de acceso” a las parejas sexuales.

“La negociación requerida en estas subculturas mejora nuestra capacidad de expresarnos, de substituir la cautela por la autonomía, de intentar nuevos actos, de performar nuevas identidades, de vivir nuestras fantasías y de comprometernos con los muchos y variados amores y amantes que antes eran inaccesibles debido al rechazo, el estigma, la torpeza social o la falta de acceso a parejas… Donde antes habíamos estado aislados, ahora podemos tener un sentido de comunidad”.

Jacobs asegura a los lectores que “el BDSM es un ámbito en el que los adultos que consienten realizan actos socialmente transgresores en entornos de conciencia del riesgo, confianza, empoderamiento y placer colectivo”, para luego pasar a explicar la terminología relacionada con el estrangulamiento sexualizado, la tortura genital y el juego de roles en un entorno médico, o como niño-a, durante las realciones sexuales.

Según Jacobs, la tortura genital consiste en “permitir que el Dominante inflija cualquier tormento sádico que se haya negociado previamente”, y agrega que “algunas personas trans y no conformes con el género pueden solicitar tales actos como expresiones de repulsión hacia sus genitales o como una herramienta para el alivio catártico a través de ellos, mientras que otras con menos disforia pueden participar en estas actividades simplemente por placer”.

Otra actividad sexual que Jacobs respalda, el “juego médico”, consiste en que los participantes desempeñen los roles del juego de una relación médico-paciente.

“Mientras que para algunos este tipo de juego puede ser perturbador, otros pueden repetir esta cosificación… en simulaciones de salas médicas completas con mesas de exploración, batas de papel y guantes quirúrgicos que forman un escenario en el que la persona trans y su pareja pueden replantear el encuentro como algo que les produzca mutua satisfacción sexual y empoderamiento”, dice Jacobs.

El “juego de respiración”, también conocido como asfixia erótica, escribe Jacobs, conlleva un “riesgo de daños graves o incluso de muerte, y puede realizarse mediante la asfixia con las manos, una bolsa de plástico sobre la cabeza o restringiendo de otra forma el oxígeno para generar euforia hipóxica”.

El juego de edad, explica Jacobs, “implica la fetichización de una diferencia de edad a través de personajes como ‘mamá/niño-a’, ‘papá/hijo’ o ‘maestro/alumno-a'”. Los accesorios sugeridos para la recreación sexual de “experiencias traumáticas ocurridas durante la juventud” son cunas para bebés, pañales y lápices de colores.

La autodenominada “terapeuta kink” también describe la feminización forzada, un fetiche sadomasoquista “para muchas mujeres trans antes de salir del armario”. Las representaciones de esta actividad “se encuentran fácilmente en Internet”, aconseja Jacobs, y entre ellas hay hombres “rehechos a través de la manipulación, la crueldad o la devoción en objetos fetichistas complacientes” en una exagerada apariencia de mujer, “adornados con medias y tacones de aguja, con pechos desproporcionadamente grandes, cinturas encorsetadas, pelo elegante y gestos sexualmente sugerentes”.

Otros ejemplos de pornografía de feminización forzada, señala Jacobs, son las representaciones de violación anal. Esto, dice, es “una fantasía de eliminación de la masculinidad y disminución del estatus social: la mujer trans se ha convertido en un objeto sexual, receptivo en lugar de asertivo”.

“A menudo se incorpora la emasculación. Los dispositivos de castidad restringen el acceso y el placer, a la vez que inhiben la erección y la capacidad de actuar sexualmente como hombres. También actúan como una eliminación de la masculinidad de la mujer trans, haciendo de la feminización forzada una constricción de la sexualidad masculina y una liberación de los genitales que han sido una fuente de angustia. El pene se pone de relieve y se erradica simbólicamente”.

Laura Jacobs, ‘terapeuta kink’ certificado por WPATH.

Jacobs figura como miembro del consejo editorial de la Revista Internacional de Salud Transgénero (International Journal of Transgender Health), publicada por la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero (WPATH). Según el sitio web de WPATH, Jacobs participó en el proceso de revisión de las Normas de Atención (SOC8) más recientes en la categoría Evaluación, Apoyo y Enfoques Terapéuticos de Adolescentes con Diversidad de Género/Disforia, habiendo sido nombrado miembro del comité de revisión en 2018.

Como Reduxx reveló anteriormente, el SOC8 también fue influenciado por académicos involucrados en un foro de fetichismo de castración (artículo en español), cuyos miembros produjeron horripilante literatura erótica sobre la tortura genital y el abuso sexual de criaturas.

De los casi 10.000 relatos gráficos alojados en la sección de ficción del Archivo Eunuco (Eunuch Archive), casi 4.000 estaban etiquetados con el término “menor” y mostraban a criaturas, en su mayoría varones, siendo castrados a la fuerza para convertirlos en “esclavos” sexuales de un “amo” dominante.

Laura A. Jacobs. Fuente: FetLife

Jacobs tiene una cuenta en el sitio de contactos BDSM FetLife, donde ha publicado un anuncio personal bajo el título “Esclava lesbiana queer” en busca de “ama”.

Entre los fetiches que enumera, figuran la modificación corporal, el juego de mascotas, el látex, la castidad, el juego no consentido consensuado, el sadismo y el sexo en público.

“Me siento igual de cómodo en el musical de Barrio Sésamo, en un burlesque de Dita von Teese, en la azotea del Met Museum o en la Conferencia Amo/Esclavo. Realizado y premiado en mi carrera profesional de ayuda; También soy autor de múltiples publicaciones (¡¡el último libro salió en septiembre de 2023!!) que da conferencias sobre medicina, salud mental, sexualidad y LGBTQIA+”, dice el perfil de Jacobs en FetLife. “Asistencia prevista a la Academia de Entrenamiento de Esclavos de MTTA en marzo de 2024”.

En sus perfiles de redes sociales, Jacobs promueve la transición médica de menores. Una imagen compartida en su cuenta de Facebook en 2023 dice simplemente: “Me encanta la infancia trans” (“Love Trans Kids”).

Otro destacado hombre que se dice trans y psicólogo (artículo en español) seleccionado por la junta ejecutiva de la WPATH para contribuir a la revisión de las Normas de Atención Versión 8 (SoC v8) también ha promovido el “juego de edad”, así como el furrydom y la sissificación como “otras sexualidades”.

El Dr. Christina Richards, psicólogo principal y jefe de psicología de la Clínica de Identidad de Género de Londres y miembro de la junta directiva de la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero (WPATH), es coautor de una guía profesional sobre sexualidad y género en la que introduce el juego de edad, que implica que “un adulto se identifica como bebé o criatura muy joven, y también se conoce como bebé adulto/amante del pañal (ABDL) o infantilismo. Puede haber un aspecto sexual… asociado a la humillación”.

Izquierda: Dibujo de Jacobs compartido en FetLife (Rodéate sólo de gente que apoye tus sueños absolutamente guarros). Derecha: Imagen compartida en el perfil de Facebook de Jacobs.

Richards continúa describiendo cómo los adultos que participan en el “juego de edad” coleccionan diversos objetos y prendas de vestir asociados a la infancia, incluida ropa infantil. A menudo, un adulto interpretará el rol de cualquier edad, desde la infancia hasta la adolescencia, mientras que otro adulto participa en un papel sexual dominante.

“Entre los términos que se pueden encontrar aquí está niña de papá (Daddy’s Little Girl, DLG) en el que un hombre mayor top (superior) trata a una mujer más joven bottom (inferior) como si fuera una niña”, explica Richard.

“El término ‘sissificación’ se cruza con el juego de edad, ya que es cuando un hombre adulto es ‘obligado’ de forma consensuada a ponerse ropa de niña pequeña y a comportarse como tal como parte de una escena BDSM. La humillación que siente el hombre adulto al ser vestido como una niña es la fuente de la erotización”.


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Genevieve Gluck

Genevieve is the Co-Founder of Reduxx, and the outlet's Chief Investigative Journalist with a focused interest in pornography, sexual predators, and fetish subcultures. She is the creator of the podcast Women's Voices, which features news commentary and interviews regarding women's rights.

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