La Sociedad Canadiense contra el Cáncer recomienda hacer pruebas de cáncer de cuello uterino a hombres que se identifican como mujeres

La Sociedad Canadiense contra el Cáncer vuelve a suscitar críticas por mantener la recomendación de que los hombres que dicen identificarse como mujeres se sometan a citologías como parte del proceso de detección del cáncer de cuello uterino.

En una página web titulada “Como mujer trans, ¿necesito hacerme pruebas de cáncer de cuello uterino?”, la organización sin ánimo de lucro contra el cáncer más grande de Canadá ofrece consejos a los hombres que se identifican como transgénero que sientan curiosidad por someterse a una prueba de detección de cáncer de cuello de útero.

Según la Clínica Mayo, el cáncer de cuello de útero es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello uterino. Diversas cepas del virus del papiloma humano, una infección de transmisión sexual, juegan un papel en la mayoría de los casos de este tipo de cáncer. El cáncer de cuello uterino se detecta mediante revisiones semiregulares llamadas pruebas de Papanicolaou o citologías, en las que se utiliza un pequeño cepillo para extraer suavemente células de la superficie del cuello uterino para poder analizarlas.

Pero la Sociedad Canadiense contra el Cáncer da consejos a hombres que se identifican como mujeres sobre este cáncer específico de la mujer.


“Si eres una mujer trans, es posible que no hayas pensado mucho en las pruebas de Papanicolaou y el cáncer de cuello de útero. Y si no lo has hecho, tiene bastante sentido. Después de todo, para contraer cáncer de cuello de útero es necesario tener cuello uterino, es decir, el órgano que conecta la vagina con el útero”, se puede leer en el sitio web oficial de la Sociedad contra el Cáncer. Continúa afirmando que las “mujeres trans” que se han sometido a “cirugía de abajo para crear una vagina y posiblemente un cuello uterino” deben hablar con un profesional médico para “determinar las necesidades específicas de detección del cáncer”.

Una miembro del equipo de Reduxx se puso en contacto con la Sociedad Canadiense contra el Cáncer haciéndose pasar por un hombre transidentificado que buscaba información sobre la detección del cáncer de cuello uterino y recibió la misma orientación que aparecía en la página web. La operadora de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer también proporcionó información sobre la atención de afirmación de género, y se pasó más de 30 minutos tratando de dar información útil sobre el cáncer de cuello uterino.

La guía de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer contrasta marcadamente con la del Reino Unido, cuyo Servicio Nacional de Salud establece claramente que los hombres no tienen cuello uterino y, por lo tanto, no necesitan someterse a una prueba de detección del cáncer de cuello uterino.

“Si eres una mujer trans o una persona no binaria asignada hombre al nacer, no necesitas un cribado cervical, ya que no tienes cuello uterino”, afirma la página web del NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido). La guía fue corroborada por Cancer Research UK, la organización benéfica nacional contra el cáncer y la más grande del mundo, que declaró que “las mujeres trans no tienen cuello uterino, por lo que no necesitan plantearse participar en el cribado cervical”.

Cancer Research UK desmiente a continuación la referencia de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer de que el cáncer de cuello uterino afecta a un cuello uterino fabricado, afirmando que “éste está hecho de un tipo de células diferentes al cuello uterino en una mujer cisgénero”.

El “neo-cuello uterino” creado durante una vaginoplastia suele estar compuesto de tejido procedente de la vejiga, el recto y/o el pene. La estructura de la cavidad en sí también puede formarse con tejido graso de la boca o piel injertada de otras zonas del cuerpo.

La guía de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer ha comenzado a circular por Twitter, donde está siendo ridiculizada por los internautas.

La podcaster Aimee Terese subió capturas de pantalla de la página web de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer el 13 de marzo, agregando a su hilo: “LOS HOMBRES NO TIENEN CUELLO UTERINO. De nada”.

La información comenzó a circular rápidamente, provocando la indignación de mujeres preocupadas por su borrado en la medicina.

“¡¿Les miran el culo a los hombres entonces?! Joder, esto es espantoso. ¡Están usando citas que pueden salvar la vida de mujeres para apaciguar a putos ginéfilos! Hasta el coño de que el mundo entero haga juegos malabares a hombres patéticos”, escribió la usuaria @sarforalltosee en respuesta a una captura de pantalla publicada por la popular comentarista con sede en el Reino Unido @ripx4nutmeg.

Algunas mujeres incluso han declarado que cancelarán sus donaciones a la Sociedad Canadiense contra el Cáncer, y una usuaria hace referencia a su propia experiencia con el cáncer de cuello uterino.

“Me enfurecí cuando leí esa basura”, escribió una mujer canadiense que sobrevivió a un cáncer de cuello uterino, publicando una captura de pantalla de la página web para móviles de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer.

En los últimos años, el sector médico se ha visto cada vez más afectado por la política de identidad de género.

En abril pasado, Reduxx reveló en una exclusiva cómo a los estudiantes de partería (artículo en español) en la Universidad Napier de Edimburgo se les enseñaba que los hombres biológicos podían quedar embarazados y dar a luz por el pene antes de que los instructores editaran apresuradamente un cuaderno de ejercicios que se les había entregado.

La idea de que los hombres que se identifican como mujeres pueden dar a luz ha dado lugar a artículos médicos e investigaciones sobre el tema de los trasplantes de útero y matriz. En 2021, la revista académica Bioethics publicó un artículo de un obstetra-ginecólogo y científico clínico de la Universidad McGill en el que defendía que los hombres que se identifican como trans tienen derecho a un trasplante de útero como derecho humano básico.

“No hay ninguna razón ética para negarles el acceso al procedimiento”, dijo el Dr. Jacques Balayla.

“Una mujer que nace sin útero y un hombre que hace la transición a mujer debido a su disforia de género tienen un derecho similar a la maternidad si consideramos que tienen derechos equivalentes a realizar el potencial reproductivo de su género”, dijo Balayla. “Y creo que deberíamos hacerlo”.

El año pasado, un cirujano de la India anunció que estaba desarrollando un plan quirúrgico (artículo en español) para implantar un útero en un hombre biológico que se identifica como transgénero. “Toda mujer transgénero quiere ser lo más femenina posible, y eso incluye ser madre”, dijo el Dr. Kaushik.

Recientemente, el video de un hombre que se dice trans que proponía que se usaran “donantes vivas” para trasplantes de útero provocó indignación en las redes sociales.

Alicyn Cathleen Simpson, empleado del Hospital Infantil del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC), explicó que su propuesta de donaciones de útero vivas involucraría a una persona que fue “asignada mujer al nacer” pero que se identifica como “hombre transgénero” y, por lo tanto, en teoría, ofrecería voluntariamente su útero a un varón que se identificara como “mujer”.

En contraste, con frecuencia se ha hecho referencia a las mujeres por las partes de su cuerpo, una costumbre que los críticos han rechazado. En 2016, la organización LGBTQ + con sede en Estados Unidos, Human Rights Campaign, publicó una guía en la que se refería a la anatomía femenina como “agujero de delante”, un término que también se usa en la pornografía transgénero.

En 2021, la revista médica The Lancet fue acusada de sexismo y de deshumanizar a las mujeres cuando que sus editores usaron el término “cuerpos con vaginas” para referirse a las mujeres en la portada de su revista.

Al año siguiente, una agencia del gobierno federal alemán y un instituto de investigación biomédica llamaron a las mujeres “personas con uretras cortas” cuyos órganos sexuales primarios son el “agujero de delante” o “coño”.

Una encuesta realizada a 182 hombres que se identifican como mujeres reveló que el 90% de los encuestados creía que tener “una vagina trasplantada y funcional mejoraría su experiencia sexual” y el 99% creía que “un trasplante de útero conduciría a una mayor felicidad”.


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Natasha Biase

Natasha is a Toronto-based commentator and video creator for Reduxx. Her passions include her pug Pepe, fighting the culture wars, and preserving female sports and spaces.

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