Una mujer que fue agredida por un hombre que se dice trans durante una manifestación en Tacoma, Washington, recibió instrucciones de su abogado para que se refiriera a él con pronombres femeninos durante el proceso judicial.
April Morrow resultó herida después de que un hombre que se identifica como trans le “aplastara” la mano en un intento de impedir que grabara un video con su teléfono durante una manifestación por los derechos de las mujeres el 26 de octubre de 2022. Morrow es una activista por los derechos de las mujeres y fundadora de Sovereign Women Speak, una organización de base que tiene como objetivo “oponer resistencia a una cultura que confunde género y sexo”, y había asistido a la manifestación en apoyo de las mujeres que querían expresar su oposición a la ideología de género.
El evento fue uno de los organizados como parte de una gira por Estados Unidos de la activista británica por los derechos de las mujeres Kellie-Jay Keen. Keen es conocida por haber fundado Standing for Women para concienciar sobre cuestiones relacionados con las políticas de autoidentificación de sexo.
Morrow y otras mujeres se habían reunido en la Plaza Tollefsen de Tacoma (artículo en español) para una manifestación pacífica, pero se encontraron enseguida con el comportamiento violento de activistas trans que fueron para montar una contraprotesta.
Mientras que las manifestantes portaban carteles con lemas como “Mujer: Hembra Humana Adulta” y “La intimidad de las niñas no se regala”, los contramanifestantes llegaron preparados con nudillos de metal, máscaras para ocultar su identidad y carteles agresivos. Algunos eran alumnos del instituto local, Tacoma School of the Arts, situado en las inmediaciones.
El grupo de activistas trans rápidamente superó en número a las mujeres y las rodeó en la plaza, quitando carteles que había colocado el colectivo de defensa de los derechos de las mujeres en las inmediaciones. A medida que aumentaban las tensiones, se grabó a algunos de los activistas trans intentando escupir a las activistas por los derechos de las mujeres.
Cuando la manifestación tocaba a su fin y los contramanifestantes comenzaron a rodear a las activistas por los derechos de las mujeres, Morrow se dio cuenta de que se había dejado sus pertenencias y volvió al centro de la plaza para recuperarlas.
Fue en ese momento agredida por Elijah Lane, de 27 años, que intentó arrebatarle el teléfono de la mano. La agresión fue grabada en video durante la retransmisión en directo del evento, y se pueden oír los gritos de Morrow por encima de los cánticos de los manifestantes.
En declaraciones a Reduxx, Morrow explicó que había usado su teléfono, que estaba montado en una barra de extensión, para grabar el evento.
“De repente vi a alguien que estiraba la mano para cogerme el teléfono. Mi mano izquierda instantáneamente fue a agarrar el teléfono mientras mi mano derecha lo bajaba hacia mí. Eso no impidió que un hombre llamado Elijah Lane pusiera su mano sobre la mía y me aplastara la mano mientras intentaba robarme el teléfono. El dolor era insoportable y dejé escapar un grito tremendo”, dijo Morrow.
A Morrow se le cayó el teléfono e intentó recogerlo, pero cuando se agachó, Lane la empujó al suelo mientras estaba rodeada por una multitud de manifestantes.
“Sentir a la muchedumbre a mi alrededor fue aterrador”, dijo Morrow, y subrayó cómo, mientras se desarrollaba el acto, varias personas llamaron a las autoridades y solicitaron asistencia policial, pero fueron ignoradas hasta que concluyó la manifestación.
Las mujeres que habían participado en el evento con Morrow se reunieron a su alrededor y la sacaron de la plaza, y se la puede ver en la grabación con aspecto aturdido. Activistas por los derechos trans siguieron al grupo de mujeres de cerca gritándoles amenazadoramente.
Después del acto, Morrow pudo presentar una denuncia de incidente ante el Departamento de Policía de Tacoma. Lane fue detenido brevemente, pero fue puesto en libertad poco después a la espera de una vista judicial.
Lane se enfrenta a cargos de agresión en cuarto grado, y si es declarado culpable, puede enfrentarse a un pena de hasta un año de prisión y 5,000 dólares de multa. Sin embargo, Morrow señaló que creía que el agente que tomó su denuncia “minimizó” la gravedad del ataque.
El 31 de enero, Morrow publicó una actualización sobre su caso en Facebook, explicando que se refería a su agresor como una mujer y que su abogado le había pedido que hiciera lo mismo.
“Acabo de enterarme de que el hombre que me agredió afirma que es una mujer”, escribió Morrow. “Acabo de salir de la sala del tribunal temblando y tratando de contener las lágrimas de furia. El fiscal se refirió a Elijah Lane como ‘ella’ y dijo que ‘ella’ ha solicitado que usemos pronombres femeninos”.
Morrow continuó: “¡Dije que no es una mujer, fue un hombre el que me aplastó la mano! Se le iluminaron los ojos y se disculpó diciendo que no se había dado cuenta de la magnitud del daño que tenía en la mano”.
Morrow ha estado acudiendo a consultas médicas desde el asalto de octubre, pero explica que el tratamiento inicial para la lesión fue insuficiente.
El día después del evento, el 27 de octubre, Morrow visitó a su médica de cabecera. Se le hizo una radiografía, pero como la médica no detectó roturas o fracturas en sus huesos, concluyó que su condición mejoraría. Morrow ha declarado que tuvo varias citas con su médica, pero que ésta le dijo repetidamente que se recuperaría pronto, a pesar de su dolor crónico y la reducción de la destreza articular.
Morrow padece fibromialgia, una enfermedad crónica sin cura conocida que causa dolor, sensibilidad y fatiga. Las lesiones físicas pueden desencadenar un brote en la respuesta inflamatoria del cuerpo, lo que puede llevar a un aumento del dolor y a alargar el tiempo de recuperación de las personas diagnosticadas con esta enfermedad.
Durante los meses siguientes al incidente, Morrow dice que el dolor persistía y que había perdido la capacidad de cerrar la mano. Su médica de cabecera finalmente accedió a remitirla a un médico especialista en lesiones de mano.
Durante una cita el 19 de enero, le dijeron que su mano tenía que haber sido operada el mismo día que se lesionó. Morrow dice que el médico especialista le preguntó por qué no se había realizado una resonancia magnética, y especuló sobre los motivos por los que su médica de cabecera, que “sabe que soy una TERF”, rechazó su petición.
“Ella nunca ordenó la resonancia magnética. Tardó tres meses en enviarme finalmente a un especialista de mano y solo porque yo insistí”, dice Morrow.
Como consecuencia de no haber recibido el tratamiento adecuado en el momento de su lesión, Morrow tiene que someterse ahora a fisioterapia con regularidad.
“Tengo que someterme a una terapia ocupacional agotadora y dolorosa para eliminar el tejido cicatricial que ha crecido alrededor de mis nudillos y que me impide cerrar la mano”, dijo. Morrow compartió con Reduxx un video de una de sus sesiones de fisioterapia en la que se puede ver su mano envuelta en un vendaje.
“Se hubiera podido evitar todo esto si mi médica hubiera hecho su trabajo. Ella sabe que soy profesora de baile y que necesito la mano para trabajar. Mi estudio de danza está cerrado desde entonces”, explicó.
Durante una transmisión en directo grabada a principios de este mes a las puertas del Palacio de Justicia de Tacoma, justo antes de asistir a otra vista sobre su caso, Morrow dijo que la lesión le había provocado un brote de su fibromialgia, “todas las cosas que me dolían en el cuerpo ahora duelen diez veces más”.
Sin trabajo y asistiendo a sesiones de fisioterapia de cuatro a seis veces por semana, Morrow está pidiendo donaciones para sufragar sus gastos médicos. Anteriormente había creado un crowdfunder en Givebutter alegando que ahora está en paro y necesita tratamiento, pero lo retiraron por las quejas de activistas trans.
La próxima vista está prevista para el 10 de abril en el Juzgado de Tacoma, donde Morrow pedirá al juez que considere un cargo adicional de delito de odio contra Lane. Ella dice que fue atacada específicamente por sus opiniones sobre la ideología de género, y que antes del acto del 26 de octubre en el que fue agredida, había estado haciendo campaña contra el traslado de presos varones que se identifican como transgénero al Centro Penitenciario para Mujeres de Washington (WCCW).
Apenas dos semanas después del evento Let Women Speak en Tacoma, mientras Morrow preparaba otra manifestación, se asustó al descubrir que activistas trans vestidos de negro ya habían llegado al lugar acordado, y que esperaban a las activistas por los derechos de las mujeres.
“Mi labor de activismo aquí en el estado de Washington es muy amplia”, dijo Morrow. Explicó que es conocida en su comunidad por su trabajo. Se pone en contacto regularmente con las reclusas que están detenidas en el WCCW y les envía información sobre legislación relacionada con las políticas de identidad de género, además de haber organizado varias protestas a las puertas de la prisión.
Morrow no es la primera mujer que ha sido objeto de agresiones físicas por parte de activistas trans a causa de sus opiniones, y la tendencia a la violencia contra las mujeres que expresan opiniones críticas de género parece estar aumentando en su gravedad.
Si bien ha habido varios casos de mujeres maltratadas, empujadas o agarradas en eventos similares al de Tacoma, también ha habido incidentes más graves en los que mujeres como Morrow han sufrido graves daños físicos.
El mes pasado, Reduxx informó sobre el caso (en español) de una mujer en Melbourne, Australia, que fue hospitalizada y quedó con lesiones horribles y una discapacidad permanente tras la brutal agresión de un activista trans. La mujer especuló que la agresión había sido por sus opiniones críticas de género y porque había “malgenerizado” al agresor antes del ataque.
El hombre que se dice trans responsable del ataque deberá comparecer ante el tribunal el mes que viene.
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