Dos defensoras de los derechos de las mujeres fueron agredidas esta tarde en un acto en el Reino Unido organizado por Standing for Women como parte de una serie de eventos por la libertad de expresión celebrados en apoyo al derecho de las mujeres a los espacios segregados por sexo.
Kellie-Jay Keen, también conocida por su apodo Posie Parker, y Katy Worley, cofundadora de la organización de derechos de las mujeres Make More Noise (Haz Más Ruido), fueron atacadas por transactivistas que hacían una contramanifestación contra el evento por la libertad de expresión.
Al llegar al lugar del acto en el monumento Reformers’ Tree en el Hyde Park de Londres, Keen fue rociada con una sustancia líquida desconocida.
“Ya me asaltaron, me rociaron agua, pero pudo haber sido cualquier cosa, francamente…” Keen dijo a una cámara que estaba transmitiendo en vivo el evento a YouTube.
En Twitter, Central London Anti-Fascists, que habían anunciado su asistencia al evento, insinuaron que el líquido no era agua, sino que era más peligroso o insalubre.
Al final de la transmisión en vivo, Keen dijo que iba a ir a la policía para hacer declaraciones, y que quería presentar una denuncia.
Diferentes testigos describieron al agresor a Reduxx como un hombre autoidentificado como no binario, de unos 1.83 m de altura que llevaba “mallas que mostraban su pene”. La policía se llevó al hombre a un lado durante un rato para interrogarlo, pero finalmente se le permitió irse.
Más tarde, durante el evento, la defensora de los derechos de las mujeres Katy Worley, también conocida en las redes sociales como DJ Lippy, fue agredida por una mujer transidentificada que también le cogió el teléfono. Dicha mujer fue arrestada rápidamente por la policía que había presenciado el asalto.
Worley le dijo a Reduxx que había estado filmando a un hombre judío jasídico que había intentado hablar con Antifa sobre las pancartas violentas con las que muchos de ellos habían aparecido. Muchos de los transactivistas habían llegado al evento con placas, banderas y telas pintadas con mensajes perturbadores, incluso alguna que pedía a los “aliados” que les proporcionaran armas a las personas trans, y que llamaban a las mujeres que apoyan los espacios de un solo sexo “abusadoras de niños”.
El hombre jasídico que se había acercado a la contramanifestación y que había intentado interactuar pacíficamente con los manifestantes de Antifa fue rápidamente acusado de hostigamiento y amenazado con la policía.
Mientras Worley filmaba como se desarrollaba la situación, una activista trans se le acercó y le cogió el teléfono por encima del hombro, lo que hizo que Worley tratara de mantener el control de su propiedad.
La pareja de Worley, la popular feminista británica Aja, acudió a Twitter para informar a sus seguidores de lo que había pasado.
Aja publicó un video de la agresora donde se veía a la policía arrestarla y llevarla a un coche, así como una fotografía de Worley en un coche de policía donde la están entrevistando y tomando declaración.
Worley le dijo a Reduxx que durante la entrevista, la policía se refirió a su agresora con los pronombres “she/her (ella)“, lo que aparentemente confirma sus sospechas de que su agresor era una mujer.
Según Worley, la agresora todavía está bajo custodia policial en el momento de la publicación de este artículo, y la policía ha dicho a Worley que le informarán si es puesta en libertad bajo fianza.
Las mujeres que asistieron al evento también apuntaron que los transactivistas llevaron megáfonos y tambores para tratar de silenciarlas, lo que está normalmente prohibido en Speaker’s Corner en Hyde Park. Cuando las mujeres asistentes preguntaron a la policía por qué se permitían estas actividades prohibidas, les contestaron, según los testigos, que habían optado por no hacer cumplir los estatutos en un intento de mantener la paz.
La policía mantuvo a los transactivistas alrededor de Reformers’ Tree para permitir que las mujeres pudieran irse de manera segura después de finalizar el evento, algo que fue elogiado por las mujeres que asistieron. Pero fue el equipo de seguridad formado por voluntarias el que obtuvo los mayores elogios, ya que las mujeres con los chalecos amarillos se movieron constantemente para colocarse entre los activistas de Antifa y las asistentes.
La violencia de hoy es el último ejemplo en una larga lista de ataques contra mujeres críticas con la ideología de género durante eventos por la libertad de expresión.
La gira por Estados Unidos de la defensora británica de los derechos de las mujeres Kellie-Jay Keen se ha visto empañada por múltiples incidentes violentos en lo que se ha vuelto una tendencia preocupante, donde las mujeres críticas con la ideología de género están siendo atacadas por activistas trans.
La aparición de Keen en Portland, Oregón, tuvo que ser cancelada el 25 de octubre después de que se recibieran amenazas fundadas. A pesar de la ausencia de Keen, un pequeño grupo de mujeres llevó a cabo una manifestación no oficial en lugar del evento como un acto de resistencia.
Mientras las mujeres hablaban, varios hombres enmascarados corrieron a donde estaban y les arrojaron tartas de crema.
Del mismo modo, el 26 de octubre, el evento en Tacoma, Washington, fue rápidamente desbaratado por transactivistas violentos y Antifa. Se denunciaron múltiples altercados físicos, y algunos transactivistas apareciendo con nudillos de bronce e intentaron tirar al suelo a las oradoras durante sus discursos.
Al menos nueve personas fueron arrestadas en la ciudad de Nueva York durante las protestas que estallaron en oposición a la última parada de la gira de Keen por Estados Unidos. Al igual que en Portland, Keen no pudo asistir al evento ya que no pudo llegar al podio de oradores de manera segura debido a los contramanifestantes agresivos.
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