La Policía Metropolitana de Londres se niega a abrir una investigación sobre un famoso transactivista que hizo un llamamiento público a la violencia contra las mujeres críticas con la ideología de género en una manifestación del Orgullo Trans en Londres el sábado. Sarah Jane Baker (artículo en español), nacido Alan Baker, es un secuestrador, torturador y asesino convicto.
Baker es conocido por ser el prisionero que se dice trans de mayor antigüedad del Reino Unido, tras pasar 30 años encarcelado por múltiples delitos violentos. Baker fue condenado en un principio a 9 años por secuestrar y torturar al hermano de su madrastra pero, mientras estaba en prisión, recibió una condena adicional por el intento de asesinado de un compañero de celda.
En 2013, saltó a los titulares cuando comenzó a identificarse como mujer, lo que les costó a los contribuyentes 10,000 libras esterlinas (aproximadamente 11.700 euros o 12,800 dólares estadounidenses) por lo que los medios denominaron un “cambio de sexo”.
Desde su puesta en libertad, Baker se ha convertido en un transactivista muy activo y asiste regularmente a protestas por los derechos trans en el Reino Unido. Durante la manifestación del Orgullo Trans celebrada el sábado en Londres, Baker subió al escenario y animó a la violencia contra las feministas que se oponen a la ideología de género.
“Si veis a una TERF dadle un puñetazo en la putera cara”, dijo Barker, ante una multitud de transactivistas que lo vitoreaban. “TERF”, un acrónimo que significa “feminista radical trans excluyente”, es considerado por muchos un término despectivo, y a menudo se ha utilizado para justificar la violencia contra las mujeres (artículo en español) que se oponen a la ideología de género.
A muchas mujeres les ha inquietado la evidente incitación a la violencia, y una usuaria preocupada de Mumsnet denunció a Barker a la Policía Metropolitana con la esperanza de que iniciaran una investigación sobre las declaraciones de éste.
Sin embargo, la usuaria informó que la respuesta que recibió de la Policía Metropolitana fue totalmente despectiva hacia su denuncia. La usuaria subió capturas de pantalla del correo electrónico que recibió, en el que un agente llamado Daniel Warner declaraba que no creía oportuno seguir adelante con la denuncia, ya que Barker estaba protegido por las leyes de libertad de expresión.
“La multitud a la que se dirigió estaba allí para el día del ORGULLO de Londres y estaba allí con el propósito de expresar su apoyo a los miembros LGBTQ +”, escribió Warner, y agregó que Baker podría haber violado la Sección 5 de la Ley de Orden Público. La sección estipula que una persona puede ser culpable de acoso o abuso si usa palabras o comportamientos amenazantes. “No creo que sea proporcionado seguir con la denuncia”.
Según la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos del Reino Unido (EHRC), la libertad de expresión protege el derecho de los ciudadanos a tener sus propias opiniones y expresarlas libremente sin injerencias del gobierno. Sin embargo, según la EHRC “la libertad de expresión no protege la expresión que pretende incitar a la violencia, el odio o la discriminación contra otros”.
Esta no es la primera vez que Baker es objeto de preocupación generalizada por proferir amenazas violentas contra mujeres críticas de género.
En junio de 2021, Baker fue fotografiado en el Desfile del Orgullo de Londres con un cartel que decía “Sé Trans, Comete un Crimen”. Apareció un cartel de estilo idéntico que decía “Mata a JK Rowling” en el Bomber Command Memorial (Monumento al Comando de Bombarderos). Las similitudes entre ambos, incluyendo el hecho de que los dos estaban pintados con aerosol rojo, provocaron especulaciones de que Baker fuera el responsable de la amenaza de muerte.
En febrero de 2023, Baker participó en una protesta contra una conferencia sobre los derechos de las mujeres celebrada en el University College de Londres.
Al mes siguiente, se le vio protestando por la creación de una organización de defensa de los derechos de las lesbianas llamada The Lesbian Project. Los transactivistas tenían problemas con el grupo, ya que rechazaba la ideología de género y definía a las lesbianas como “mujeres atraídas por personas de su mismo sexo”. Baker fue grabado en video profiriendo insultos a un transeúnte que pasaba por delante de la protesta. Cuando el hombre denunció a Barker a los agentes de policía que se encontraban en el lugar, estos se negaron a intervenir.
Baker se centra especialmente en los derechos de los hombres que se dicen trans que están en la cárcel, y ha publicado un libro sobre su experiencia en prisiones masculinas. Ha hablado sobre cómo se cortó los testículos en 2017 cuando estaba detenido en una de ellas.
“Había tanta sangre que casi me muero. Pero eso quería decir que la clínica tenía que darme [estrógeno]”, dijo Baker en una entrevista.
Después de su puesta en libertad, Baker ha fundado un grupo de campaña llamado Transgender Prisoner Alliance, que tiene como objetivo ayudar a que los delincuentes masculinos sean trasladados a prisiones de mujeres si se identifican como transgénero.
La decisión de la Policía Metropolitana de no investigar a Baker por incitar a la violencia contra las mujeres contrasta con la severa persecución de la llamada “incitación al odio” en el Reino Unido.
En mayo, Reduxx y The Publica (artículo en español) emitieron un informe conjunto en el que revelaban que la policía de Derbyshire había citado a una mujer para una interrogarla por un presunto comportamiento “transfóbico” mientras estaba ingresada en el Hospital Real de Chesterfield por problemas de salud mental.
El año pasado, la activista por los derechos de las mujeres Kellie-Jay Keen recibió la visita de la policía de Wiltshire por hacer comentarios “desagradables” sobre pedófilos durante una de sus populares transmisiones en directo en YouTube.
Más tristemente famoso aún fue el caso de una madre que fue arrestada delante de sus hijos y retenida por la policía durante 7 horas después de ser denunciada por hacerle “deadnaming” (nombrarlo por su nombre real, no el de mujer que se acaba de poner) a un hombre que se dice trans por internet en 2019. Además de su detención, a Kate Scottow se le incautaron sus dispositivos electrónicos y la policía los retuvo durante meses tras dejarla en libertad.
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