Un hombre identificado como trans condenado por torturar y matar a un niño de 4 años ha sido trasladado discretamente a una prisión de mujeres en el estado de Nueva York. Christopher “Kryzie” King cumplía una sentencia de 22 años a cadena perpetua en el Centro Correccional Clinton hasta el 20 de abril, cuando fue trasladado al Centro Correccional para Mujeres de Bedford Hills.
King se declaró culpable de asesinar y abusar de Myls Dobson, de 4 años, en 2014. El niño había sido dejado bajo su cuidado después de que el padre, Okee Wade, fuera arrestado.
Myls había sido retirado de la custodia de su madre abusiva, Ashlee Dobson, en 2012 y puesto con su padre a pesar de la larga historia de encarcelamiento y agresión sexual de Wade. La Administración de Servicios Infantiles de la ciudad solo supervisó a Myls durante un año antes de cerrar su caso a fines de 2012, pocos meses antes de que su padre fuera detenido por cargos de fraude bancario.
Wade dejó a Myls con King, aunque más tarde diría que no conocía al “niñero” transgénero en absoluto.
La policía dijo a la prensa que durante las tres semanas que Myls estuvo bajo el cuidado de King, éste golpeó regularmente al niño, incluso lo azotó en la cabeza con una hebilla de cinturón, lo quemó y lo dejó fuera en el balcón en ropa interior al frío. King también privó de comida a Myls y, según los informes, le dio una última “comida de Navidad” el 26 de diciembre. Durante las pocas semanas que King atormentó al niño, las autoridades dicen que había adelgazado 14 libras (6’35 kilos).
Cuando se le realizó una autopsia a Myls, se descubrió que el niño no había comido durante semanas. Su cuerpo estaba cubierto de quemaduras, y King admitió haberlo torturado con una rejilla de horno, calentando el metal, retirándolo del horno con un guante y presionándolo contra la pierna del niño.
La fiscal de distrito adjunta Nicole Blumberg también dijo que King “ató y amordazó” a Myls como una forma de castigo.
El día que el niño murió, Myls le había pedido a King que fuera a McDonald’s. En respuesta, King lo golpeó y lo encerró en un baño. El niño sufrió heridas mortales al caer desde una barra a una bañera vacía. King tardó casi 24 horas en llamar a los servicios de emergencia.
Después de su arresto en 2014, King intentó culpar del abuso al comportamiento del niño. “Se está volviendo cada vez más difícil”, escribió King.
“Antes de golpearlo, le dije que se bajara los pantalones y pude haberlo golpeado en sus partes sin darme cuenta”, continuó. “Lo amordacé para evitar que gritara. Luego lo puse en el baño con las luces apagadas y lo encerré en el baño durante 2-3 horas”.
Durante su sentencia en 2016, el abogado de King, Bryan Konoski, hablando en su nombre, le dijo al juez que le preocupaba que el Departamento de Servicios Correccionales del Estado de Nueva York lo obligara a cortarse el pelo.
“[Su] pelo es muy importante para [su] identidad como individuo transgénero”, dijo. “[Él] pide que el departamento de correcciones se abstenga de cortarle el pelo”. La familia de Myls Dobson expresó su indignación por la solicitud.
Los informes de los medios de comunicación del momento del arresto y de la condena de King lo describen como una “mujer” y usan pronombres femeninos para referirse a él.
En enero, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, presentó una directiva, incorporada a un plan presupuestario de $ 216 mil millones, que permitiría a los reclusos que se autodeclaran una identidad de género elegir dónde ser encarcelados.
La transferencia de King a las instalaciones para mujeres se realizó en secreto, sin cobertura de los medios de comunicación ni divulgación pública. Dentro del sistema del Departamento de Correcciones del Estado de Nueva York, King recibió un nuevo número de identificación el 20 de abril, que lo designó como “mujer” y lo distinguió de su antiguo número de identificación “masculino”. También fue catalogado como “puesto en libertad” de Clinton, pero “bajo custodia” en Bedford Hill, un centro para mujeres.
Las políticas que permiten que los hombres sean transferidos a prisiones de mujeres han dado lugar a que algunas reclusas sean encerradas por la fuerza con asesinos violentos y delincuentes sexuales que se identifican como transgénero.
En declaraciones a Reduxx sobre la transferencia de King, Kara Dansky cita las Reglas Nelson Mandela establecidas por las Naciones Unidas, que han establecido desde hace mucho tiempo las cárceles de un solo sexo como un derecho humano necesario.
Dansky es la presidenta de la sección estadounidense de Women’s Declaration International, una red de mujeres de todo el mundo que aboga por la defensa de los derechos de las mujeres basados en el sexo.
“Las mujeres encarceladas, un número desproporcionado de ellas de color, a menudo son sobrevivientes de agresiones domésticas y/o sexuales”, dice Dansky, “Obligarlas a compartir celdas cerradas con hombres es una forma de abuso”.
Dansky señala los recientes embarazos en una prisión de mujeres de Nueva Jersey, así como la agresión sexual que ocurrió en la sección de mujeres de Riker’s Island cuandi un recluso masculino identificado como trans atacó a una presa en las duchas.
“Algunas mujeres informan que tienen que dormir por turnos, vigilando a los prisioneros varones en un intento de protegerse a sí mismas y a las demás”.
Dansky señala que 49 estados más el Distrito de Columbia tienen algunas políticas que permiten la transferencia de hombres a prisiones de mujeres sobre la base de la autoidentificación, medidas que, según ella, han pasado desapercibidas debido a la falta de transparencia.
“Esto ha ocurrido sin conocimiento público, porque las entidades gubernamentales no lo abordan públicamente y la mayoría de los medios de comunicación se niegan a informar sobre ello”.
Actualmente se ha presentado el proyecto de ley S6677A, que promulgaría una “ley de respeto, dignidad y seguridad de la identidad de género” y está a la espera de una votación en el Senado. Establece que “las personas encarceladas serán presuntamente llevadas a un centro correccional con personas del género que más se alinee con la identidad de género autocertificada de dicha persona”.
Si bien el proyecto de ley aún no ha sido aprobado, la Ciudad de Nueva York ha implementado políticas desde 2018 que albergan a los reclusos en función de su identidad de género autodeclarada a menos que el resultado de una evaluación de seguridad requerida por el gobierno federal o las preferencias del recluso requieran alojamiento alternativo.
Traducción cortesía de Salagre.
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