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CANADÁ: Ponen en libertad a un violento pederasta que se dice transgénero

AVISO DE CONTENIDO: Este artículo contiene descripciones gráficas de agresiones sexuales. Se ruega tener en cuenta.

Un delincuente sexual en serie que se identifica como transgénero ha sido transferido a un centro de rehabilitación en Ontario después de haber pasado gran parte de su condena en el Centro Milton-Vanier, una cárcel para Mujeres. Patrick Pearsall, que también usa los nombres de Tara Pearsall y Passion-Star Royale, fue puesto en libertad tras ser condenado por aprovecharse de niñas en Internet haciéndose pasar por un paramédico, lo que le permitía realizar exámenes vaginales a víctimas desprevenidas.

Pearsall, un delincuente reincidente, tiene 33 condenas relacionadas con el quebrantamiento de la libertad condicional, incomparecencia e incumplimiento del Registro de Delincuentes Sexuales. Las autoridades lo han clasificado en repetidas ocasiones como de reincidencia “muy probable”, y muy probablemente con fines sexuales, sin expresar nunca remordimiento por sus delitos.

En las dos últimas décadas, Pearsall ha sido condenado por cargos relacionados con casos de agresión sexual mediante engaño, y casi todas sus víctimas son niñas o mujeres jóvenes.

Heather Mason, activista canadiense por los derechos de las mujeres, fue la primera en compartir en X unos documentos que revelaban que la decisión de la junta de libertad condicional de poner en libertad a Pearsall entró en vigor el 20 de diciembre de 2023. Un comunicado de la junta de libertad condicional señala que Pearsall presenta un “alto riesgo de reincidencia violenta o sexual dentro de las instituciones penitenciarias de mujeres”.

“Incluso dentro de instituciones penitenciarias, usted ha demostrado un patrón de ajuste institucional problemático, incluida una reciente acusación de agresión sexual contra una reclusa en el centro [censurado] que dio lugar a su traslado a otra institución; a pesar de la acusación, la Junta señala que no se presentaron cargos. También ha recibido faltas por ser verbalmente agresivo con el personal penitenciario”, dice el informe.

La Junta también hizo hincapié en que la intención de Pearsall de someterse a una “cirugía de género” no disminuiría su riesgo para las mujeres y las niñas.

“Sin un cambio personal, al que usted se ha mostrado reacio (sobre todo en el área de los delitos sexuales), su riesgo para las mujeres y las niñas sigue sin mitigarse”.

Este delincuente sexual convicto declaró su condición de transgénero en 2015, la primera vez que estuvo detenido por cargos de agresión sexual. Comenzó a llamarse a sí mismo Tara, tomando el nombre de su ex mujer, quien, en una ocasión, le dijo a la corte que se había casado con ese hombre cuando ella tenía 17 años y él 40. “Me dijo que era médico y sacerdote”.

En 2018, Pearsall fue condenado a diez años de cárcel tras ser declarado culpable de dos agresiones sexuales, y fue inscrito en el Registro de Delincuentes Sexuales. Tres años antes, había comenzado a declarar una “identidad femenina”, por lo que fue enviado a cumplir su condena en el Centro Milton-Vanier para Mujeres.

Según The Star, Pearsall había admitido a sus compañeras de celda y a otras personas que prefería estar encarcelado en un centro para mujeres porque eso significaba cumplir “una condena más fácil”. Pearsall, un violador convicto, no se había sometido a cirugía genital y conservaba su anatomía masculina cuando fue internado en el centro correccional de mujeres.

Pearsall ha sido diagnosticado con trastorno facticio, un trastorno mental definido en el Manual Diagnóstico y Estadístico como la falsificación de signos físicos o psicológicos de síntomas. En décadas anteriores, y en algunos casos, en la actualidad, Pearsall ha afirmado ser seropositivo, diabético y enfermo de leucemia crónica.

Pearsall, un mentiroso habitual, también ha afirmado ser miembro de la familia real británica, así como miembro de la banda Hells Angels.

Durante las entrevistas con un psiquiatra forense asignado, Pearsall afirmó haberse identificado como mujer desde los 5 años, declarando que durante toda su tierna infancia había llevado ropa considerada de niña y que su padre había abusado sexualmente de él como castigo por sus actos.

“Yo era una niña atrapada en el cuerpo de un niño”, dijo Pearsall, según el informe de 108 páginas elaborado por el psiquiatra.

En 2018, la periodista canadiense Rosie DiManno describió cómo Pearsall compareció ante el tribunal el año anterior acusado de cargos de agresión sexual contra dos mujeres, una de ellas adolescente, vestido con “ropa de mujer, maquillaje, quizás la mujer más fea que he visto en mi vida”.

Una de las víctimas, identificada solo por sus iniciales, L.M. contó al tribunal cómo había sido invitada a quedarse en casa de Pearsall después de huir de un novio maltratador y hacerse amiga de la mujer del depredador sexual en las redes sociales. Durante ese tiempo, experimentó un problema médico y comenzó a sangrar por la vagina.

Pearsall le dijo a la mujer que era paramédico titulado y ella accedió a que la examinara.

“Él palpa por dentro y luego me dice que estoy teniendo un aborto”. La mujer declaró ante el tribunal que Pearsall le dio dos opciones: o iba al hospital o podía “volver a meterle el bebé dentro”.

Sin embargo, el historial de depredación sexual de Pearsall se remonta a décadas atrás. Ya había sido condenado en Halifax en 1999 y en Londres en 2000 por agredir sexualmente a niñas.

La condena de 1999 por agresión sexual involucraba a una mujer sin hogar de 24 años identificada como A.B. Mientras afirmaba ser ginecólogo y reverendo, le metió los dedos dentro para realizar un aparente examen. En ese momento, le dijo a la víctima que el feto necesitaba ser “empujado hacia atrás” y sugirió que mantuvieran relaciones sexuales.

En 2008, agredió sexualmente a una mujer de 21 años, y en 2015, abusó de una chica de 17 años. En ambos casos, se había hecho pasar por un profesional médico capacitado para realizar exámenes ginecológicos a mujeres embarazadas.

La víctima de 17 años era una adolescente vulnerable que se había escapado de casa y que vivía en un hogar de acogida. En lo que ha sido un patrón continuo, Pearsall y su entonces novia invitaron a la chica a quedarse en su casa. Al experimentar problemas relacionados con un embarazo prematuro, la víctima consintió en someterse a un examen médico cuando Pearsall le dijo que estaba cualificado. Se dio cuenta de que había mentido cuando le dijo que estaba embarazada de tres meses, ya que había conocido a su novio dos meses antes.

Se describió otra condena en Nueva Escocia de la misma manera: una joven de 16 años, sin hogar y embarazada, sufrió abusos sexuales bajo el pretexto de un examen médico, y de nuevo, Pearsall se ofreció a tener relaciones sexuales con ella para evitar un supuesto aborto espontáneo.

De forma inquietante, Pearsall también había puesto el ojo en una adolescente con discapacidad intelectual, con la que empezó a relacionarse a través de Facebook en 2015. Según sus padres, la niña funcionaba con la capacidad mental de una criatura de 5 años. Tras descubrir los mensajes de carácter sexual enviados por Pearsall, los padres de la niña se pusieron en contacto con las autoridades.

Desde de declarar una identidad transgénero en 2015, Pearsall ha comenzado a ponerse peluca y a tomar hormonas femeninas. No se ha sometido a cirugía genital y, a pesar de ello, fue internado en el Centro Milton-Vanier para Mujeres.

La evaluación psicológica forense ordenada por el tribunal describe que Pearsall conserva un “riesgo sustancial” de reincidencia.

“Ha afirmado que planea someterse a la castración asociada a su deseo de someterse a una cirugía de reasignación de género. Sin embargo, todavía no lo ha hecho. En consecuencia, debo tener en cuenta su género actual y su estado hormonal a la hora de considerar la gestión del riesgo”, declaró el tribunal.

“Este caballero ha sido condenado por una serie de delitos sexuales con motivación sexual. Aunque en la actualidad parece estar cumpliendo con la medicación para causar feminización, estos efectos pueden revertirse con andrógenos orales o inyectables. Por lo tanto, en ausencia de castración, el riesgo de reincidencia sexual de este caballero sigue siendo sustancial”.


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CANADA: Violent Transgender Child Sexual Abuser Released Into Community-Based Facility

CONTENT NOTICE: This article contains graphic descriptions of sexual assault. Reader discretion is appreciated.

A serial sex offender who identifies as transgender has been released to a halfway house in Ontario after having been detained for part of his sentence at the Milton-Vanier Centre for Women. Patrick Pearsall, who also uses the names Tara Pearsall and Passion-Star Royale, was released after being convicted for preying on young girls online by impersonating a paramedic, which afforded him the opportunity to perform vaginal exams on unsuspecting victims.

A repeat offender, Pearsall has 33 convictions related to breach of parole, failure to appear and non-compliance under the Sex Offender Registry. He has repeatedly been classified by authorities as “highly likely” to reoffend, and most likely sexually, while never expressing remorse for his crimes.

Over the past two decades, Pearsall has been convicted on charges related to instances of sexual assault by deception, and nearly all of his victims are underage girls or young women.

Documents were first shared to X by Canadian women’s rights activist Heather Mason which revealed that the decision by the parole board to release Pearsall went into effect on December 20, 2023. A statement from the parole board notes that Pearsall presents a “high risk to reoffend violently or sexually within women’s correctional institutions.”

“Even within correctional institutions, you have demonstrated a pattern of problematic institutional adjustment, including a recent allegation of sexual assault against a prisoner at [redacted] institution which resulted in your transfer to another institution; despite the allegation, the Board notes you were not charged. You have also received misconducts for being verbally aggressive with correctional staff,” the report states.

The Board also emphasized that Pearsall’s intention to undergo “gender surgery” would not lessen his risk to women and girls.

“Without personal change, which you have shown resistance to (most especially in the area of sexual offending), your risk to women and girls remains largely unmitigated.”

The convicted sex offender first declared a transgender status in 2015 while in custody for the first time on charges of sexual assault. He began calling himself Tara, taking the name of his former wife — who, on one occasion, told the court she’d married the man when she was 17 and he was 40. “He told me he was a doctor and a priest.”

In 2018, Pearsall was handed a fixed ten-year sentence following conviction for two sexual assaults, and was placed on the Sex Offender Registry. Three years prior, he had begun declaring a female identity, and was therefore sent to serve his sentence at the Milton-Vanier Centre for Women.

According to The Star, Pearsall had admitted to cellmates and other individuals that he preferred being incarcerated in a women’s facility because it meant doing “easier time.” Pearsall, a convicted rapist, had not undergone genital surgery and retained his male anatomy when he was placed in the women’s correctional center.

Pearsall has been diagnosed with factitious disorder, a mental disorder defined in the Diagnostic and Statistical Manual as involving the falsification of physical or psychological signs of symptoms. In previous decades, and in some cases, presently, Pearsall has claimed to be HIV positive, diabetic, and a sufferer of chronic leukemia.

A habitual liar, Pearsall has also claimed to be a member of the British royal family, as well as a member of the Hells Angels gang.

During interviews with an appointed forensic psychiatrist, Pearsall claimed to have identified as a female from the age of 5, stating that he wore clothing regarded as being for girls throughout his young childhood, and that he had been sexually abused by his father as a punishment for his actions.

“I was a girl trapped in a boy’s body,” Pearsall has said, according to a 108-page report by the psychiatrist.

In 2018, Canadian journalist Rosie DiManno described how Pearsall appeared in court the year prior facing charges of sexual assault against two women, one of whom was a teenager, while wearing “women’s clothing, wearing makeup, perhaps the ugliest woman I’ve ever seen.”

One of the victims, identified only by her initials, L.M. told the court how she had been invited to stay at the Pearsall home after fleeing an abusive boyfriend and befriending the sexual predator’s wife on social media. During that time she experienced a medical issue and began bleeding vaginally.

Pearsall told the woman he was a certified paramedic, and she agreed to allow him to examine her.

“He feels around inside and then he tells me I’m miscarrying.’’ She told the court that Pearsall gave her two options: either go to the hospital, or he could “f— the baby back into you.’’

However, Pearsall’s history of sexual predation extends back decades. He had previously been convicted in Halifax in 1999 and in London in 2000 on charges of sexually assaulting girls.

The 1999 conviction for sexual assault involved a 24 year-old homeless woman identified as A.B. While claiming to be both a gynecologist and a reverend, Pearsall inserted his fingers into her to ostensibly conduct an examination. At that point, he told the victim that the fetus needed to be “pushed back,” and he suggested that the two engage in intercourse.

In 2008, he sexually assaulted a 21-year-old woman, and in 2015, he abused a 17-year-old girl. In both instances, he had posed as medical professional trained to perform gynecological exams on pregnant women.

The 17 year-old victim was a vulnerable teen runaway living in a group home. In what has been a continuous pattern, Pearsall and his then-girlfriend invited the girl to stay at their home. Experiencing issues related to an early-term pregnancy, the victim consented to a medical exam when Pearsall told her he had training. She realized he had lied when he told her she was three months pregnant, as she had only met her boyfriend two months prior.

Another conviction in Nova Scotia was described in the same fashion: a 16 year-old girl, homeless and pregnant, was violated under the pretense of a medical exam, and again, Pearsall offered to have intercourse with the girl to prevent an alleged miscarriage.

Disturbingly, Pearsall has also targeted an intellectually disabled teen whom he began interacting with through Facebook in 2015. According to her parents, the girl functioned at the mental capacity of a 5 year-old. After discovering the messages of a sexual nature sent by Pearsall, the girl’s parents contacted authorities.

Since his declaration of a transgender identity in 2015, Pearsall has begun wearing a wig and taking female hormones. He has not undergone genital surgery, and despite this, was placed in Milton-Vanier Centre for Women among female inmates.

The forensic psychological assessment ordered by the court describes Pearsall as retaining a “substantial risk” of reoffending.

“He has claimed he is planning on going through with castration associated with his wish to have gender reassignment surgery. He has not however had this surgery as of yet. As a result, I must consider his current gender and hormonal status when considering risk management,” the court stated.

“This gentleman has been convicted of a number of sexually motivated sexual offenses. Although he presently appears to be compliant with medication to cause feminization, these effects can be reversed with oral or injectable androgens. Thus, in absence of castration, this gentleman’s risk of sexual reoffending remains substantial.”


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ESPAÑA: Un soldado denuncia que está siendo “discriminado” al impedírsele usar los vestuarios femeninos

Un soldado de 42 años que anunció recientemente su transición de género critica al Ejército español por ponerle trabas para utilizar los vestuarios femeninos. Francisco Javier L. G., comenzó a cambiar sus documentos legales en la primavera de 2023 tras la promulgación de la polémica Ley Trans española.

Francisco ha declarado descaradamente que no tiene intención de cambiar su nombre ni de someterse a ninguna alteración en su cuerpo, señalando en una entrevista reciente que está contento con su apariencia abiertamente masculina.

“Me gusta mi cuerpo, soy feliz con él y no pretendo cambiarlo”, dijo, y agregó que las únicas medidas que está tomando para completar su “transición” a “mujer” es alterar su marcador de género en los documentos legales.

“Yo estoy feliz con mi cuerpo y me gustan las mujeres, pero me di cuenta de algunas cosas y me sentía mujer. Por ejemplo, soy esteticista, y me siento mejor hablando con mujeres que con hombres”, dijo Francisco. “Cuando salió la ley nueva, le pregunté a mi hija si le importaba que me hiciera mujer. Ella, que tiene diez años, me dijo que no le importaba y tomé la decisión de hacerlo”.

Meses antes de su cambio de “identidad”, Francisco participó en un programa de televisión llamado First Dates, un programa destinado a ayudar a la gente a encontrar pareja. En un momento del programa, se planteó a los participantes la pregunta “¿qué es lo que te da más morbo?”, a lo que Francisco respondió: “A mí el pelo largo con tacones. Yo soy fetiche de los tacones, a mí los tacones me encantan”. A continuación insinuó que él mismo disfrutaba usando tacones altos.

Francisco en “First Dates” en 2023.

En marzo de 2023, España flexibilizó drásticamente los requisitos para conseguir un cambio de este tipo de documentos, eliminando la exigencia de que la persona aportara informes médicos que acreditaran la disforia de género o que se estaba sometiendo a terapia hormonal cruzada. Los únicos trámites que Francisco tuvo que cumplir fueron la presentación de documentos en el Registro Civil, y la posterior ratificación de su decisión a los tres meses.

Francisco lleva en el ejército desde 1999 y está destinado en la provincia sureña de Sevilla, donde es mecánico chapista de carros de combate. Actualmente, se encuentra de baja médica debido a una lesión en el hombro. Pero ha declarado que sus “problemas” comenzaron después de informar a sus superiores de su transición legal de género y su deseo de usar el vestuario femenino.

“No podía seguir utilizando un vestuario contrario a mi género, por lo que solicité el uso del vestuario que me correspondiera, que entiendo que debe ser el femenino, pues soy una mujer”, explica el soldado a Diario de Sevilla.

Pero Francisco dice que le dijeron que no podía usar las instalaciones de mujeres debido a problemas de espacio, ya que los vestuarios femeninos tenían un nivel de ocupación del 110%. Insatisfecho con la respuesta, Francisco continuó insistiendo en el tema.

El Ejército le envió entonces una citación para asistir a una reunión con la intención de resolver el caso, donde sus superiores le informaron que no podía utilizar las instalaciones masculinas, puesto que era incompatible con su “nuevo género”. También se le comunicó que se estaba llevando a cabo una ampliación para aumentar el área de vestuarios femeninos y que con el tiempo se le permitiría usar las instalaciones de mujeres.

Hasta que las obras se den por finalizadas, se le ofrecía habilitarle la zona de vestuarios femeninos del cuadro de mandos en un horario predeterminado, lo que le daba acceso a la zona en determinados momentos del día.

Pero el soldado Francisco considera que esas medidas de adaptación no son justas ni correctas, y asegura que está siendo discriminado por su condición de transgénero.

“Si un juez me ha declarado mujer, ¿qué tiene que decir un abogado del ejército?”, dijo a los medios.

En declaraciones realizadas ayer al Diario de Sevilla, Francisco ha explicado que está buscando vías para posibles acciones legales contra el Ejército por no haberle facilitado adecuadamente su transición de género.

El Ministerio de Defensa español no cuenta actualmente con ninguna instrucción sobre la mejor manera de cumplir con la ley trans, que se promulgó el pasado mes de febrero, y actualmente se ocupa de los casos de forma individualizada. Pero tanto las demandas de Francisco como el intento del Ejército de satisfacer sus exigencias han provocado las críticas de las defensoras españolas de los derechos de las mujeres.

En X (antes Twitter), Ana Pollán, una conocida activista feminista, detalló sarcásticamente el caso de Francisco.

“Esta mujer llamada Francisco no comete ningún fraude de ley. Ha cumplido escrupulosamente todos los trámites previstos en la ley trans y no hay razones legales para negar sus derechos. Esto es lo que ocurre cuando legislan indigentes intelectuales”.

Cuando se le pregunta acerca de la opinión de sus compañeras, el soldado Francisco cuenta que sabe que se convocó una reunión entre las mujeres para hablar sobre su nuevo género, pero se queja de no haber sido invitado: “No entiendo por qué no se me avisó a mí. Si la reunión era con todas las mujeres, a mí me excluyeron”.


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SPAIN: Male Soldier Claims He Is Being “Discriminated” Against After Being Prevented From Using Female Changing Rooms

A 42-year-old soldier who recently announced his gender transition is slamming the Spanish Army for putting up obstacles to his use of the female changing rooms. Francisco Javier L. G., first began changing his legal documents in the spring of 2023 following the enactment of Spain’s controversial Trans Law.

Francisco has boldly stated that he has no intention of changing his name or undergoing any alterations to his body, noting in a recent interview that he is fine with his overtly masculine appearance.

“I like my body, I am happy with it and I do not intend to change it,” he said, adding that the only measures he is taking to complete his “transition” to “female” is altering his gender marker on legal documents.

“I am happy with my body and I [am sexually attracted to] women, but I realized some things and I felt like a woman. For example, I’m a beautician, and I feel better talking to women than men,” Francisco said. “When the new [trans] law came out, I asked my daughter if she minded if I became a woman. She’s 10-years-old, and told me she didn’t mind. Then I made the decision to do it.”

Months prior to his change in “identity,” Francisco participated in a TV program called First Dates, a show aimed at helping people find love. At one point during the show, the question “what turns you on the most?” was posed to participants, to which Francisco replied “I like long hair and high heels. I have a high heel shoe fetish. I love high heels.” He goes on to imply that he enjoyed wearing high heels himself.

Francisco appearing on “First Dates” in 2023.

In March of 2023, Spain dramatically relaxed its requirements for changing such documents, striking down a requirement that the individual provide medical reports demonstrating they had gender dysphoria or were undergoing cross-sex hormone therapy. The only formalities Francisco had to complete were the presentation of his documents at the Civil Registry, and waiting for a cursory three-month period.

Francisco has been in the military since 1999 and is stationed in the southern city of Seville where he is a heavy machinery mechanic. He is currently on medical leave due to a shoulder injury. But he has stated that his “problems” began after he informed his superiors of his legal gender transition and desire to use the women’s changing room.

“I could not continue using a locker room contrary to my gender, so I requested the use of the locker room that corresponded to my gender, which I understand should be a female locker room, since I am a woman,” the soldier tells Diario de Sevilla.

But Francisco says he was told he could not use the women’s facilities due to space issues, with the women’s area being 110% over capacity. Dissatisfied with the response, Francisco continued to pursue the issue.

The Army then sent him a summons to attend a meeting with the intention of resolving the case, where officials agreed that he could not use the male facilities as it was incompatible with his “new gender.” He was also told that an expansion was underway to increase the side of the women’s locker room area, and that he will eventually be allowed to use the women’s facilities.

Until then, he was offered the women’s senior command locker rooms on a pre-determined schedule, giving him access to the area within certain times of the day.

But Francisco believes the accommodation measures are neither fair nor right, and claims that he is being discriminated against on the basis of his transgender status.

“If a judge has declared me a woman, what does an army lawyer have to say about it?” he said to media.

In statements made yesterday to Diario de Sevilla, Francisco explained that he is pursuing avenues for possible legal action against the Army for failing to properly facilitate his gender transition.

Spain’s Ministry of Defense does not currently have any guidance on how to best adhere to the trans law, which was enacted last February, and is currently dealing with cases on an individualized basis. But both Francisco’s demands, and the Army’s attempt to accommodate him, have sparked backlash from Spanish women’s rights advocates.

On X (formerly Twitter), Ana Pollán, a well-known feminist activist, sarcastically detailed Francisco’s case.

“This woman named Francisco is not committing any fraud of law. She has scrupulously complied with all the formalities provided for in the trans law and there are no legal reasons to deny her rights. This is what happens when intellectual indigents legislate.”


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La académica “no binaria” que dimitió de su puesto en la universidad tras escribir un libro a favor de la pedofilia, publica un artículo en el que acusa a los detractores de la ideología de género de “pánico moral”

Una académica que se vio obligada a dimitir de su puesto de profesora asistente de justicia penal después de defender la “dignidad” de las “personas atraídas por menores”, acaba de publicar un artículo en el que acusa a los detractores de la ideología de género de entrar en un “pánico moral”. Allyn Walker, una mujer que se dice hombre y que se identifica como no binaria, había barajado en su día teorías sobre dar a los pedófilos “pornografía infantil de alta calidad” para que dejaran de delinquir.

El nuevo artículo de Walker, titulado “Convergencia del discurso transfóbico y el pánico moral: un análisis de contenido de mi correo de odio”, fue publicado por la revista Criminology en otoño de 2023 e incorporaba como contenido los correos electrónicos indignados que Walker había recibido.

“Recientemente, han comenzado a surgir nuevas ansiedades sociales sobre las personas transgénero, enmarcadas como un problema de ‘grooming’, un término que se usa típicamente en el contexto del abuso sexual infantil”, se puede leer en el resumen del artículo. “De esta manera, el pánico moral hacia las personas transgénero parece estar fusionándose con los frecuentemente repetidos temores sociales sobre la pedofilia”.

Walker saltó por primera vez a los titulares en noviembre de 2021 después de participar en una entrevista con el grupo activista Prostasia, una organización registrada 503c que ha sido calificada de “pro pedófila” debido a su defensa de la legalización de las muñecas sexuales de aspecto infantil y por comparar habitualmente la pederastia con una orientación sexual.

Fue invitada por la organización para hablar de su libro titulado “Una sombra larga y oscura: las personas atraídas por menores y su búsqueda de la dignidad”, en el que presenta las perspectivas de 42 individuos que se describen a sí mismos como personas con deseos pedófilos. Según Walker, “una gran enseñanza de mi libro fue que el estigma público contra los MAP (personas atraídas por menores) puede aumentar inadvertidamente el abuso sexual infantil al disuadir de buscar ayuda a quienes corren el riesgo de delinquir”.

En la entrevista con Prostasia, Walker declaraba que prefiere usar el término “personas atraídas por menores” por consideración a los sentimientos de aquellos que desean abusar sexualmente de menores, señalando “… creo que es importante usar la terminología para los grupos que los miembros de ese grupo quieren que otros usen para con ellos”.

Afirmó además que “grupos de defensa de los MAP, como B4U-Act, han abogado por el uso del término, y lo han defendido principalmente porque es menos estigmatizante que otros términos como pedófilo”. B4U-Act fue fundada en 2003 por el pederasta convicto Michael Melsheimer con el propósito explícito de normalizar la pedofilia como sexualidad y distraer la atención de los intentos de salvaguarda.

En palabras del propio Melsheimer, quería asegurarse de que B4U-Act nunca se asociara con la “prevención de la delincuencia”. Melsheimer murió en 2010, pero a día de hoy se lo considera un miembro respetado de la “comunidad de amor hacia los niños“. Sorprendentemente, Walker parece no estar al tanto de la historia de B4U-Act y ha defendido que debería promoverse una mayor aceptación de las personas con deseos pedófilos como estrategia para prevenir los abusos sexuales.

“Usar un término que comunique hacia quien se siente atraído alguien no indica nada sobre la moralidad de esa atracción”, dijo Walker a Prostasia. “Desde mi punto de vista, no hay moralidad o inmoralidad asociada a la atracción hacia nadie, porque nadie puede controlar en absoluto por quien se siente atraído”.

Cuando la noticia de la entrevista de Walker se hizo viral, rápidamente comenzaron a circular copias de la tesis doctoral de Walker, en la que se mostraba que Walker había sostenido teorías sobre permitir a los pedófilos acceder a “pornografía infantil de alta calidad” en la creencia de que podría reducir la delincuencia, afirmando: “La pornografía infantil como técnica de reducción de daños se ha teorizado previamente como una estrategia potencial para que los MAP mantengan la abstinencia del contacto sexual con menores”.

Para argumentar que la indignación, tanto por el activismo de los MAP como por la ideología de identidad de género, constituye una “convergencia de pánico moral”, el artículo más reciente de Walker presenta un análisis de contenido de 231 cartas y correos electrónicos que recibió después de que el público se enterara de su labor de defensa de los pedófilos autoidentificados.

“La información contenida en mi correo de odio puede ayudarnos a comprender mejor las actitudes anti-queer y anti-transgénero en nuestra época actual, así como el modo en que los medios de comunicación pueden difuminar los límites entre múltiples pánicos morales, haciéndolos converger”, escribe Walker, para luego destacar algunos de los ejemplos más virulentos de los correos electrónicos que había recibido.

Aunque algunos mensajes estaban plagados de insultos contra los homosexuales y de lenguaje vulgar, refiriéndose a Walker como “pervertida”, “pedófila” y “pederasta”, otros tenían un enfoque más racional. Un correo electrónico, presuntamente escrito por una sobreviviente de abuso sexual, pedía a los funcionarios de la universidad que investigaran el trabajo de Walker.

“Le pediría respetuosamente que investigue la relación de la universidad con la Dra. Walker. La retórica de la Dra. Walker, aunque en la superficie se dice que tiene la intención de facilitar la identificación y prevención del abuso sexual infantil, creo que es un peligroso desdibujamiento de una clara línea moral entre lo correcto y lo incorrecto”, se puede leer en el correo electrónico.

“Me gustaría animar a que esta investigación continúe, pero me preocupa que la vida pasada de la Dra. Walker, su elección personal de ir en contra de la naturaleza biológica de nuestra especie, haya sesgado la perspectiva de la Dra. Walker. Este sesgo ha hecho que la Dra. Walker normalice un estado mental que no es constructivo. Esta investigación debe ser realizada por alguien que tenga un historial de estabilidad mental, no por alguien que haya aceptado falsedades como verdades. Aunque me preocupan profundamente las personas, también estoy profundamente en contra de las ideas falsas”.

Según Walker, “el deseo de ver el fin de mi empleo era un tema importante en mis datos”. Los detractores pidieron a Walker que dimitiera o que se la echara de su puesto en el mundo académico: “gran parte del correo que recibí con este tema era de personas que indicaban que mi empleo en el mundo académico era en general inapropiado”. De hecho, el 24 de noviembre de 2021, el presidente de la Universidad Old Dominion, Brian O. Hemphill, hizo público un comunicado en respuesta al revuelo en el que anunciaba que Walker había sido puesta en situación de baja administrativa.

Sin embargo, el rechazo del mundo académico hacia Walker no duró mucho; el mayo siguiente, el Centro Moore para la Prevención del Abuso Sexual Infantil de Johns Hopkins anunció su decisión de contratarla como becaria postdoctoral.

Mientras los medios de comunicación arremetían contra las opiniones de Walker, la directora del Moore Center, Elizabeth Letourneau, publicó un artículo de opinión en The Washington Post defendiéndola. En dicho artículo de opinión, Letourneau afirma que también prefiere “persona atraída por menores” a “pedófilo”.

El Centro Moore para la Prevención del Abuso Sexual Infantil está afiliado a la institución médica Johns Hopkins, que tiene un largo historial de apoyo hacia teorías relacionadas con la sexualidad infantil, además de promover cirugías transexuales.

John Money (artículo en español), a quien se le atribuye la acuñación del término “identidad de género”, fue un sexólogo y psicólogo que fundó la Clínica de Identidad de Género de la Universidad Johns Hopkins en 1966 e inició un extenso programa de investigación sobre el tratamiento médico de las parafilias sexuales y sobre los procedimientos de “reasignación de sexo”.

Al igual que muchos sexólogos, Money creía que la pedofilia era una sexualidad inofensiva que, cuando se practicaba “correctamente”, no causaba ningún daño a la criatura. Las teorías de Money sobre la pedofilia eran tan favorables que, a día de hoy, su trabajo ocupa un lugar destacado en la página web de la Asociación Norteamericana de Amor Hombre-Niño (NAMBLA), uno de los grupos de defensa de los derechos de los pederastas más antiguos.

En la década de 1990, Money fue entrevistado por Paidika, una revista de psicología pedófila que toma su nombre del adjetivo griego para “aniñado”, y que ha sido utilizada por los activistas de los derechos de los pedófilos para referirse al miembro más joven de la pareja en una relación pederasta.


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“Non-Binary” Academic Who Resigned From Old Dominion University After Writing Pro-Pedophile Book Publishes Paper Accusing Gender Ideology Critics Of “Moral Panic”

An academic who was forced to resign from a criminal justice assistant professorship after defending the “dignity” of “minor attracted people” has now published a paper accusing critics of gender ideology of engaging in a “moral panic.” Allyn Walker, a female-to-male transgender who identifies as non-binary, had once entertained theories about giving pedophiles “high quality child pornography” to stop offending.

Walker’s new paper, titled “Transphobic discourse and moral panic convergence: a content analysis of my hate mail,” was published by the journal Criminology in autumn of 2023 and incorporated outraged e-mails Walker had received as content.

“Recently, new social anxieties about transgender people have begun to emerge, framed as an issue of ‘grooming’—a term typically used in the context of child sexual abuse,” reads the paper’s abstract. “In this way, moral panic about transgender people seems to be merging with oft-repeated social fears about pedophilia.”

Walker first made headlines in November 2021 after she participated in an interview with activist group Prostasia – a registered 503c which has been called “pro-pedophile” for its advocacy towards legalizing child-like sex dolls, and for routinely comparing pedophilia to a sexual orientation.

She was invited by the organization to discuss her book titled “A Long, Dark Shadow: Minor Attracted People and Their Pursuit of Dignity,” in which she features the perspectives of 42 individuals who describe themselves as having pedophilic desires. According to Walker, “a large takeaway from my book was that public stigma against MAPs can inadvertently increase child sexual abuse by discouraging those at risk of offending from seeking help.”

In the interview with Prostasia, Walker stated that she prefers to use the term “minor attracted people” out of consideration for the feelings of those who wish to sexually abuse children, noting “… I think it’s important to use terminology for groups that members of that group want others to use for them.”

She further stated that “MAP advocacy groups like B4U-Act have advocated for use of the term, and they’ve advocated for it primarily because it’s less stigmatizing than other terms like pedophile.” B4U-Act was founded in 2003 by convicted child rapist Michael Melsheimer for the explicit purposes of normalizing pedophilia as a sexuality and distracting from safeguarding efforts.

In Melsheimer’s own words, he wanted to ensure B4U-Act was never associated with the “prevention of offending.” Melsheimer died in 2010, but is considered a respected member of the “boy love community” to this day. Surprisingly, Walker appears to be unaware of B4U-Act’s history and has argued that increased acceptance of individuals with pedophilic desires should be promoted as a strategy to prevent sexual abuse.

“Using a term that communicates who someone is attracted to doesn’t indicate anything about the morality of that attraction,” Walker told Prostasia. “From my perspective, there is no morality or immorality attached to attraction to anyone because no one can control who they’re attracted to at all.”

As news of Walker’s interview went viral, copies of Walker’s PhD dissertation quickly began to circulate, showing Walker had entertained theories regarding allowing pedophiles to access “high quality child pornography” in belief it may reduce offending, stating, “Child pornography as a harm reduction technique has previously been theorized to be a potential strategy for MAPs to maintain abstinence from sexual contact with children.”

In order to argue that outrage over both MAP activism and gender identity ideology constitutes a “moral panic convergence,” Walker’s most recent paper presents a content analysis of 231 letters and e-mails she received after the wider public became aware of her advocacy work on behalf of self-identified pedophiles.

“The information contained in my hate mail can help us further understand anti-queer and anti-transgender attitudes in our current era, as well as how media can blur the boundaries between multiple moral panics, converging them together,” Walker writes, before highlighting some of the most vitriolic examples of e-mails she had received.

Though some messages were littered with anti-gay slurs and vulgar language, referring to Walker as a “pervert,” “pedo,” and a “child molester,” others took a more rational approach. One e-mail, allegedly written by a survivor of sexual abuse, asked for university officials to investigate Walker’s research.

“I would respectfully ask that you look into the university’s relationship with Dr Walker. Dr Walker’s rhetoric, while on the surface is said to have the intention of making it easier to identify and prevent child sexual abuse, I think it is a dangerous blur to a clear moral line of right and wrong,” the e-mail reads.

“I would encourage this research to continue, but I am concerned that Dr Walker’s past life, personal choice to go against the biological nature of our species has biased Dr Walker’s perspective. This bias has caused Dr Walker to normalize a mental state of mind that is not constructive. This research should be conducted from someone who has a track record of mental stability, not from someone who has accepted falsehoods as truth. While I deeply care about individuals, I also deeply am against untruthful ideas.”

According to Walker, “the desire to see my employment end was a major theme within my data.” Critics called for Walker to resign or to have her position in academia terminated: “much of the mail I received containing this theme was from people who indicated that my employment in academia was generally inappropriate.” Indeed, on November 24 2021, Old Dominion University President Brian O. Hemphill released a statement responding to the outcry in which he announced that Walker had been placed on administrative leave.

Walker’s rejection from the world of academia did not last long, however; the following May, the Moore Center for the Prevention of Child Sexual Abuse at Johns Hopkins announced their decision to employ her as a postdoctoral fellow.

While Walker’s views were being lambasted by the media, director of the Moore Center Elizabeth Letourneau published an op-ed in The Washington Post defending her. In the op-ed, Letourneau states she also prefers ‘minor attracted person’ to ‘pedophile.’

The Moore Center for the Prevention of Child Sexual Abuse is affiliated with the John Hopkins medical establishment, which has a long history of endorsing theories related to child sexuality in addition to promoting transsexual surgeries.

John Money, who has been credited with coining the term “gender identity,” was a sexologist and psychologist who founded the Gender Identity Clinic at Johns Hopkins University in 1966 and started an extensive research program on the medical treatment of sexual paraphilias and on “sex reassignment” procedures.

Like many sexologists, Money believed pedophilia was a harmless sexuality which, when practiced “properly,” led to the child suffering no harm. Money’s theories on pedophilia were so sympathetic that, to this day, his work is prominently featured on the website of the North American Man-Boy Love Association (NAMBLA) – one of the longest-established pederast rights groups.

In the 1990s, Money was interviewed by Paidika, a pedophile psychology journal named after the Greek adjective for “boyish,” and has been used by pedophile rights activists to refer to the younger partner in a pederastic relationship.


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CANADÁ: Pederasta trastornado que se dice trans, cumplirá condena en la comunidad tras ser detenido otra vez días después de salir de la cárcel

Un delincuente sexual que se dice trans cumplirá parte de su condena en un centro comunitario tras ser detenido de nuevo días después de salir de la cárcel, donde cumplió condena por acceder a material de abuso sexual infantil. Laverne Waskahat, de 47 años, incumplió las condiciones de su excarcelación a las 48 horas de salir de prisión (artículo en español), al hacerse con pornografía infantil casi inmediatamente después de ser puesto en libertad.

Waskahat, de 47 años, tiene un amplio historial de posesión, creación y distribución de pornografía infantil relacionado con niños y niñas menores de tres años. Waskahat también había cometido anteriormente delitos sexuales contra criaturas a su cargo y era conocido por tomar fotos voyeristas de bebés en público, principalmente en los baños de centros comerciales y tiendas de comestibles.

El 11 de diciembre de 2023, Waskahat fue puesto en libertad a pesar de que el Servicio de Policía de Edmonton era consciente de su riesgo para el público. Antes de su liberación, emitieron declaraciones públicas aconsejando a la comunidad que tuviera cuidado con este depredador infantil. Escribieron que había “motivos razonables para creer que [él] era un daño significativo para la comunidad” y que se corría el riesgo de que cometiera de forma inminente un delito sexual contra menores de 16 años.

Waskahat fue puesto en libertad después de cumplir su condena por tres delitos sexuales, pero el 14 de diciembre volvió a la cárcel por incumplir las condiciones de su libertad condicional, que incluían el toque de queda, la prohibición de poseer dispositivos con acceso a Internet, la prohibición de poseer o ver cualquier tipo de pornografía, la prohibición de poseer imágenes de menores, así como de tener una relación con alguien que tuviera un hijo o hija menor de 16 años.

Al no notificar su paradero a su agente de libertad condicional, la policía consiguió localizar al delincuente sexual convicto en un hotel gracias al aviso de un ciudadano. En el momento de su detención, la policía encontró en la habitación de Waskahat una cuna de bebé, pañales, docenas de supuestos dibujos pornográficos y un ordenador portátil.

Tras su detención, se le impusieron a Waskahat cargos adicionales y luego se reunió con la junta de libertad condicional, que finalmente decidió enviarlo a un centro comunitario.

Un periodista del Toronto Sun, Brad Hunter, recibió un informe de la Junta Nacional de Libertad Condicional que detallaba la evaluación de Waskahat y el largo historial de conducta depredadora del delincuente hacia los bebés. Documentaba que el comportamiento criminal de Waskahat había comenzado ya en 2011, y que a lo largo de los años había reunido cientos de fotos de bebés siendo abusados sexualmente.

Resulta inquietante que Waskahat también se hubiera convertido en moderador de un grupo comunitario de “dermatitis del pañal”.

Las notas de la junta de libertad condicional incluidas en los informes dicen: “Se le han revocado las libertades estatutarias anteriores por conducta sexualmente pervertida… También se ha denunciado un comportamiento delictivo significativo del que no se le ha acusado”.

“Su propio comportamiento sexualmente pervertido comenzó cuando era niño y ha continuado sin disminución”, escribió el panel. “Se observa que no hay ningún desencadenante de su comportamiento sexualmente pervertido, sino que se comporta de ese modo como parte de su vida diaria”.

De acuerdo con los principios de Gladue, la junta de libertad condicional tuvo en cuenta el origen indígena de Waskahat. Los principios establecen que los jueces y las juntas de libertad condicional deben tener en cuenta la ascendencia indígena de una persona a la hora de determinar una condena adecuada y justa.

La junta señaló que Waskahat sufrió abandono y malos tratos cuando era un bebé antes de ser adoptado por una familia que le dio todo el cariño. Sin embargo, el informe fue condenatorio con respecto a las perversiones de Waskahat y su riesgo de reincidencia. Señaló que ya había completado un programa de tratamiento intensivo para delincuentes sexuales, pero carecía de motivación y responsabilidad, y que su potencial de reinserción social era bajo. El informe enumeraba sus parafilias: el pañalismo, el infantilismo, el sadismo sexual y la pedofilia.

“La información psicológica del expediente explica sus amplios y complejos intereses sexuales pervertidos, como el pañalismo, el infantilismo, el sadismo sexual y la pedofilia, todos los cuales agravan su riesgo de reincidencia”, decía el informe.

“Usted está perpetuamente en su ciclo ‘delictivo’, lo que demuestra que sigue representando un riesgo significativo de reincidencia”, dijo el panel, añadiendo que Waskahat era “extremadamente depredador” y estaba en el vértice de la “escala de riesgo”.


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Un hombre, que se identifica como mujer musulmana, demanda a la ciudad de Nueva York por haber sido internado en una cárcel de hombres a la espera de su juicio por violencia doméstica

Un hombre que se dice trans ha demandado a la ciudad de Nueva York tras ser internado en un centro de detención para hombres a la espera de ser trasladado a otro centro por cargos relacionados con violencia doméstica. Ali Miles, antes conocido como Dylan Miles, reclama una indemnización de más de 22.000.000 dólares en compensación por discriminación basada en su identidad de género.

Miles, que se identifica como mujer musulmana, estuvo encarcelada en el Centro George R. Vierno de Rikers Island entre junio y julio de 2022. Estaba retenido a la espera de su traslado a otro centro, ya que tenía órdenes de detención del estado de Arizona. Posteriormente fue trasladado a la cárcel del condado de Yavapai, donde finalmente fue juzgado y declarado culpable de dos cargos de acoso con agravantes por violencia doméstica, un delito grave de Clase 5, por hechos fechados en noviembre de 2021 y febrero de 2022.

También fue declarado culpable de alteración del orden público, acoso, amenazas o intimidación y denuncia falsa a la policía, todos ellos delitos menores de Clase 1.

En octubre de 2022, fue puesto en libertad condicional supervisada por un período de tres años y condenado a 312 días de cárcel, con crédito adicional por los 132 días que ya había estado detenido allí. Miles también fue sometido a una evaluación por violencia doméstica.

Pero Miles acude ahora a los tribunales para demandar a la ciudad de Nueva York por recluirlo con otros hombres mientras esperaba su traslado a Arizona. En la demanda se argumenta que Miles sufrió discriminación, agresión y violaciones de derechos humanos tras ser internado con otros hombres.

Además de la Ciudad de Nueva York, figuran en la demanda otros acusados, como el Departamento Penitenciario de Rikers Island, la Corporación de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York y varias personas cuyas identidades se han mantenido en el anonimato.

De la demanda presentada por Miles el 24 de agosto de 2023.

Mientras que deja muy claro que “usa ropa de mujer y a todas luces se expresa como una persona de género femenino”, la demanda sostiene que Miles fue alojado en un centro masculino en Rikers a pesar de que supuestamente tenía una orden judicial que ordenaba su ingreso en la unidad femenina.

La demanda revela que después de su arresto, Miles informó a un juez que era transgénero y que necesitaba alojamiento especial, a lo que un juez supuestamente accedió. El expediente judicial y las órdenes se marcaron para notificar a la prisión y a su personal de admisión que Miles iba a ser alojado en la sección femenina de Rikers, pero no fue así.

“Cuando Miles ya estaba cerca de interior del edificio, se dio cuenta de que era una cárcel masculina, lo que le causó conmoción, pánico y miedo”, dice la demanda, refiriéndose a Miles con pronombres femeninos. “Miles solicitó y alegó… que, como persona LGBTQIA+ transgénero, requería y necesitaba una adaptación, y que no debería ser internada en una cárcel masculina”.

Miles luego alega que un miembro del personal de la prisión dijo “aquí no hacemos el rollo trans”. A continuación, un guardia de sexo masculino le hizo un cacheo con desnudo integral y, según él, le dijo que tenía “bonitas tetas” y “un coño de la hostia”. Todo ello a pesar de que Miles no se ha sometido a ninguna cirugía genital conocida.

De la demanda presentada por Dylan Miles.

Miles continúa diciendo que durante su detención en el Centro George R. Vierno fue acosado sistemáticamente, “malgenerizado” y sometido a humillaciones. En particular, Miles hace hincapié en su “victimización sexual” por parte de múltiples reclusos “varones afroamericanos” como consecuencia de su internamiento en un centro masculino, uno de los cuales, según alega, le sodomizó utilizando mantequilla como lubricante.

Miles solicita una indemnización de al menos 22.000.000 de dólares por los diversos malos tratos que alega, argumentando que la “conducta ilícita de la prisión fue el resultado directo de las prácticas generalizadas de Rikers y las costumbres de discriminación, la indiferencia deliberada, contra las personas transgénero”.

Miles es un litigante prolífico y, como informó anteriormente Reduxx, ha presentado una serie de demandas alegando discriminación por parte de varias empresas.

En mayo de 2023, Miles presentó una demanda contra un estudio de yoga de Nueva York, solicitando una indemnización de 5.000.000 dólares después de que, según los informes, los empleados le pidieran que usara el baño de hombres en lugar del de mujeres.

En la demanda, Miles alegaba que el personal de Chelsea Yoga “lo/la privó de sus derechos civiles porque es gay, está en proceso de transición de género y porque Miles no se ajusta a… preferencias, expectativas o estereotipos basados en el género sobre cómo debe vestirse y comportarse un/una hombre/mujer”.

Pero poco después de que se presentara la demanda, Reduxx se enteró de que Miles ya había presentado al menos otras cuatro demandas, en cada una de las cuales hacía alegaciones similares de victimización.

Dylan Miles. Crédito de la foto: X / TWITTER.

En febrero de 2022, Miles interpuso una demanda civil de 75.000 dólares de indemnización contra Sedona Soul Adventures, una empresa con sede en Arizona para la que había trabajado anteriormente. Miles alegó que la empresa turística lo había despedido injustamente poco después de haberlo contratado y tras someterlo a “acoso y discriminación por motivos de identidad de género”. La demanda fue desestimada tras llegar a un acuerdo extrajudicial.

Un mes después, Miles presentó dos demandas civiles distintas, una contra Planet Fitness y otra contra Bagel Point, ambas, de nuevo, por “acoso y discriminación por motivos de identidad de género”. En ambas, Miles se representó a sí mismo, y no fue capaz de ser coherente en el uso de pronombres, a menudo llamándose a sí mismo “Sr. Miles”.

En su demanda civil, bastante mal redactada, Miles alegó que el personal de un Planet Fitness amenazó con hacer sonar la “lunk alarm” si entraba en los vestuarios de mujeres, y usó un insulto para referirse a él. La “lunk alarm” es una sirena que se ve en la mayoría de los gimnasios de Planet Fitness y que sirve para advertir en tono humorístico a quienes hacen demasiado ruido o son demasiado molestos en el gimnasio (se puede traducir como “alarma de idiotas”).

Miles exigió a Planet Fitness una indemnización de 10.000.000 de dólares, pero la demanda fue finalmente desestimada al no haber presentado la documentación adecuada ni abonado los 402 dólares en concepto de tasas de presentación solicitados por el tribunal.

En su demanda contra Bagel Point, una cafetería de Brooklyn, Miles solicitaba 75.000 dólares por daños y perjuicios, alegando que había sido despedido injustamente y sometido a abusos verbales por su identidad de género.

Miles trabajó para Bagel Point durante un breve período de tiempo, durante el cual afirmó que la propietaria, una mujer musulmana, se había referido a él usando insultos y se había burlado de su identidad de género, además de inventarse quejas “infundadas” sobre su rendimiento. La demanda, mal redactada y llena de errores ortográficos, fue desestimada por el tribunal una vez más, ya que Miles no había presentado la documentación adecuada ni había pagado los 402 dólares en concepto de tarifas de presentación.

En otra demanda, Miles solicitaba una indemnización al Hospital Presbiteriano de Nueva York, alegando una vez más que había sufrido discriminación por su identidad de género. La demanda fue desestimada y no se presentó recurso.

Aunque no está claro cuándo Miles comenzó a identificarse como mujer, parece que se convirtió al Islam más o menos al mismo tiempo. En sus páginas de redes sociales, ha mencionado aprender árabe y seguir varias enseñanzas islámicas.

Aunque los casos anteriores de Miles fueron rápidamente archivados, su demanda más reciente contra la ciudad de Nueva York parece seguir adelante. Tras haberse representado a sí mismo sin éxito, esta vez Miles ha contratado a un abogado, que ha solicitado que el caso se remita al Programa de Resolución Alternativa de Disputas (ADR) del tribunal. El ADR es un mecanismo alternativo de mediación destinado a acelerar la resolución del litigio.

El 10 de enero, los abogados de la ciudad de Nueva York solicitaron una prórroga para revisar los detalles del caso, y la próxima vista está fijada para el 22 de febrero.


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CANADA: Deranged Transgender Pedophile To Serve Sentence In The Community After Being Re-Arrested Days After Release From Prison

A trans-identified male sex offender who was re-arrested just days after his release from prison after being convicted on three charges related to child sex abuse material, one of which involved accessing pornography of infants in diapers, has been ordered to spend one year of his five year long-term supervision order (LTSO) in a community-based facility. New details have also emerged of the child predator’s deviant lifestyle and extreme addiction to pornography involving babies.

Laverne Travis Waskahat, 47, has an extensive history of possessing, making and publishing child pornography involving male and female infants under three years old. Waskahat had also previously committed sexual offences against children in his care and was known to take voyeuristic photos of infants in public, primarily in bathrooms at malls and grocery stores.

After serving prison time for three sex offences, he was released on December 11th 2023 but by December 14th, Waskahat was re-arrested after failing to notify his parole officer of his whereabouts, a condition of his release. His conditions included a curfew, a ban on owning devices that could access the internet, a ban on possessing or viewing any kind of pornography, a ban on possessing images of children, and he was also not allowed to enter into a relationship with someone who had a child under 16.

Waskahat was released to the community despite Edmonton Police Service being aware of his risk to the public. Prior to his release, they released public statements advising the community to beware of the child predator. They stated that there was “reasonable grounds to believe [he] is of significant harm to the community” and is at risk of committing a sexual offense against a child under the age of 16.

After failing to notify his parole officer of his location, police managed to track down the convicted sex offender to a hotel due to a tip from a member of the public. At the time of his arrest, police found a baby crib, diapers, dozens of alleged pornographic drawings and a laptop in Waskahat’s room.

Following his re-arrest, he received additional charges and met with the parole board, who ultimately decided to send him to the community-based facility. Toronto Sun received a report from the National Parole Board which detailed the parole’s evaluation of Waskahat and details the criminals long history of predatory behavior towards infants. They reported that Waskahat’s criminal streak began as early as 2011. Over the years, he accumulated hundreds of photos of babies being sexually abused and moderated a “diaper rash” social media chat.

Parole board notes included in the reports read, “You have had previous statutory releases revoked for sexually deviant behavior … you have also reported significant criminal behavior that you have not been charged with.”

“Your own sexually deviant behaviour began as a child, and has continued unabated,” the panel wrote. “It is noted that there is a lack of any triggers for your sexually deviant behaviour, rather you engage in the behaviour as part of your daily life.”

The parole board took into consideration Waskahat’s Indigenous background, noting that he was neglected and abused as an infant before being adopted into a loving home. However, the report was damning regarding Waskahat’s perversions and risk of reoffending. They noted that he had already completed an intensive treatment program for sexual offenders but lacked motivation, accountability and possessed a low potential for successful societal reintegration. Diaperism, infantilism, sexual sadism and pedophilia were all listed in the report as paraphilas which Waskahat possesses.

“The psychological information on file speaks to your extensive and complex deviant sexual interests, including diaperism, infantilism, sexual sadism and pedophilia, all of which aggravate your risk to reoffend,” the report stated.

“You are perpetually in your ‘offense’ cycle, showing that you continue to pose a significant risk to reoffend,” the panel said, adding that Walkahat was “extremely predatory” and at the apex of the “risk continuum.”


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Man Who Identifies As A Muslim Woman Sues City Of New York After Being Incarcerated With Men While Awaiting Trial On Domestic Abuse Charges

A trans-identified male is suing the City of New York after he was placed in a men’s detention center while awaiting transfer to another state on charges related to domestic violence. Ali Miles, formerly known as Dylan Miles, is demanding over $22,000,000 in compensation for discrimination on the basis of his gender identity.

Miles, who identifies as a Muslim woman, was incarcerated at the George R. Vierno Center on Rikers Island from June to July of 2022. His custody was a holding prior to his transfer to another state, as he had warrants for his arrest in the state of Arizona. He was then transferred to Yavapai County Jail where he was ultimately tried and found guilty of two counts of aggravated harassment per domestic violence, a Class 5 felony, for instances dated in November 2021 and February 2022.

He was also found guilty of disorderly conduct, harassment, threatening or intimidating, and false reporting to a law enforcement agency, which are all Class 1 misdemeanors.

In October of 2022, he was placed on supervised probation for a period of three years and sentenced to 312 days in jail, with credit added for the 132 days he had already been held there. Miles was also subject to a domestic violence assessment.

But Miles is now taking to the court to sue to the City of New York for detaining him with other males while he was awaiting transfer to Arizona. The suit argues that Miles faced discrimination, assault, and human rights violations after being placed with men.

In addition to the City of New York, other defendants listed on the suit are the Department of Corrections Rikers Island, the New York City Health and Hospitals Corporation, and multiple individuals whose identities have been anonymized.

From the lawsuit filed by Miles on August 24, 2023.

While asserting that he “wears women’s clothing and in all appearance expresses as a person of the female gender,” the filing argues that Miles was housed in a male facility at Rikers despite allegedly having a court order directing his placement to the female unit.

The suit reveals that following his arrest, Miles informed a judge that he was transgender, and required special housing accommodations to which a judge reportedly agreed. The court file and orders were then marked to notify the prison and their Intake Personnel that Miles was to be housed in the female section of Rikers, but he was not.

“As Miles approached the inside of the building, Miles realized it was a male jail which caused shock, panic and fright to Miles,” the suit reads, referring to Miles using feminine pronouns. “Miles requested and pleaded … that as an LGBTQIA+ individual who was transgendered, she required and needed an accommodation, and that she should not be placed in a male population jail.”

Miles then alleges that a prison staff member said “we don’t do the trans thing here.” He was then strip-searched by a male guard he alleges told him that he had “nice tits” and “one hell of a pussy.” This is despite Miles not having had any known genital surgeries.

From the suit filed by Dylan Miles.

Miles continues that he was routinely harassed, “misgendered” and subjected to humiliation during his detention at the George R. Vierno Center. In particular, Miles emphasizes his “sexual victimization” by multiple “African American male” inmates as a result of his placement in a male facility, one of which he alleges sodomized him using butter as lubricant.

Miles is seeking a minimum of $22,000,000 in compensation for the various mistreatments he claims, arguing that the prison’s “unlawful conduct was a direct result of Rikers’ pervasive practices, and customs of discrimination, deliberate indifference, against transgender people.”

Miles is a prolific litigant, and, as previously reported by Reduxx, has filed a number of suits alleging discrimination by various businesses.

In May of 2023, Miles filed a lawsuit against a New York yoga studio seeking compensation of $5,000,000 after employees reportedly asked him to use the men’s restroom instead of the women’s.

In the suit, Miles alleged that the personnel at Chelsea Yoga “deprived [him] of his civil rights because he is gay, undergoing a gender transition, and because Miles does not conform to … gender-based preferences, expectations, or stereotypes about how a man/woman should dress and conduct himself/herself.”

But shortly after that suit was launched, Reduxx learned that Miles had filed at least four other lawsuits, making similar claims of victimization in each.

Dylan Miles. Photo Credit: X / TWITTER.

In February of 2022, Miles filed a civil action for $75,000 in compensation against Sedona Soul Adventures, an Arizona-based business he had previously worked for. Miles alleged that the tourism company had wrongfully terminated his employment shortly after he was hired after subjecting him to “gender identity-based harassment and discrimination.” The suit was dismissed after an out-of-court agreement was reached.

One month later, Miles filed two separate civil actions — one against Planet Fitness and one against Bagel Point, both, again, on the basis of “gender identity-based harassment and discrimination.” In both, Miles represented himself, and failed to use consistent pronouns, often calling himself “Mr. Miles.” 

In his poorly-written civil action, Miles alleged that staff at a Planet Fitness threatened to sound the “lunk alarm” on him for entering the women’s facilities, and used a slur when referring to him. The “lunk alarm” is a fixture seen at most Planet Fitness gyms intended to provide a humorous “warning” to those being too loud or obnoxious in the gym.

Miles demanded compensation of $10,000,000 from Planet Fitness, but the suit was ultimately dismissed after he failed to file the appropriate paperwork and pay $402 in filing fees as requested by the court.

In his action against Bagel Point, a cafe in Brooklyn, Miles sought $75,000 in damages alleging he had been wrongfully terminated and subjected to verbal abuse on the basis of his gender identity.

Miles had been an employee of Bagel Point for a short period of time, during which he claimed the owner, a Muslim woman, had referred to him using slurs and mocked his gender identity, as well as crafting “unsubstantiated” complaints about his performance. The action, which was poorly written and rife with spelling errors, was dismissed by the court once again after Miles failed to file the appropriate paperwork and pay $402 in filing fees.

In yet another suit, Miles sought compensation from New York Presbyterian Hospital, once again claiming to have faced discrimination on the basis of his gender identity. The suit was dismissed and an appeal was not filed.

Though it is unclear when Miles began to identify as a woman, he appears to have converted to Islam around the same time. On his social media pages, he has alluded to learning Arabic and following various Islamic teachings.

While Miles’ past cases were quickly snuffed out of the court system, his most recent suit against the City of New York appears to be proceeding. Having previously represented himself unsuccessfully, Miles has retained an attorney for this suit who has requested the case be referred to the court’s Alternative Dispute Resolution Program (ADR). The ADR is an alternative mediation-style arrangement targeted at speeding up settlement.

On January 10, the lawyers for the City of New York requested a time extension to review the details of the case, with the next hearing being set for February 22.


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