A study aiming to analyze women who report pedophilic tendencies has raised concerns after including those who “identified with the female gender” among the participants. The study, conducted by the University Medical Center Hamburg-Eppendorf in Germany, used both self-identified biological sex and gender identity, and reported that up to 10% of women were pedophiles.
The study included participants who were at least 18 years old, were born as female or “identify with the female gender,” and self-identified as having sexual attraction to children under the age of 14. The authors note that they excluded individuals who identify as male, and use the keywords “female pedophilia” and “female-perpetrated offenses” in their outline.
According to the paper, which published on August 17, “paraphilic interests in females, such as pedophilic interest, have been neglected in research” when compared to males. They also claim that research into the prevalence of pedophilia amongst females yielded results ranging from “0.4 to 9.6%.”
As research on women with pedophilic tendencies is rare, the study took a survey approach by asking participants questions about what caused them to be sexually attracted to minors and their experiences getting professional help. The study found that most participants believe past experiences, including abusive or non-abusive sexual experiences during childhood, likely caused their sexual interest in children.
In addition, 30% of participants noted that they’ve sought frequent help to treat their pedophilic tendencies but reported having negative experiences. Some in the sample reportedly asserted that “the destigmatization of [sexual interest in children]” was necessary for female pedophiles to seek professional help.
Of the 50 participants, 46 self-identified as “female assigned at birth.” Among them, 37 said they “identify with the female gender,” five said they “identify with the male and female gender,” four indicated that they identify with another gender or “no gender at all,” and, most notably, three admitted to being “assigned male at birth.”
One of the participants admitted to being in a romantic “relationship” with a minor aged 12, but the survey did not state that any safeguarding interventions were being pursued.
Although the study pointed to some limitations in collecting results, none referred to the study’s inclusion of males. Instead, the authors highlighted that the most significant obstacle was because the sample size was “small and not representative.”
The shocking decision to include trans-identified males in a study about female sexual deviance comes on the heels of multiple controversies surrounding the attribution of male crimes to women.
On social media, some women’s rights advocates have taken to utilizing the hashtag “notourcrimes” to call attention to instances where media or even law enforcement obfuscate the sex of a criminal.
One of the most egregious cases in recent months was covered by Reduxx in August after media reported that a “woman” in Ringwood, UK was arrested on charges including indecent exposure and the possession of child sexual abuse materials.
On August 11, Samantha Norris, 55, was taken into custody in connection to an indecent exposure incident in which two young girls had reported being targeted.
While details on the case were limited, Norris was ultimately charged with two counts of exposure but also faces a host of other disturbing charges including three counts of making indecent photographs/pseudo-photographs of a child, possession of a prohibited image of a child, and possession of an extreme pornographic image.
But the disturbing story quickly began to raise suspicion amongst users on X (formerly Twitter) after some noticed inconsistencies in the local media coverage. Most outlets referred to Norris as a “female” or a “woman,” with others avoiding the use of any pronouns.
Many users on social media pointed out that the crimes Norris had been accused of are typically committed by males, and that it was very rare for a suspect accused of sexual crimes against children, especially those involving hoarding child sexual abuse materials, to be female.
After being contacted by Reduxx, the arresting police force stated that Norris “identifies as a woman.”
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No se informó a una deportista de que iba a competir contra un hombre durante un torneo de jiu-jitsu brasileño en California la semana pasada, lo que provocó una revisión de la política de la Asociación Norteamericana de Grappling (North American Grappling Association, NAGA).
El 12 de septiembre, la luchadora de jiu-jitsu brasileño Taelor Moore publicó un clip en su cuenta de Instagram con la leyenda: “Yo pesé 135 (61 kgs) … ¡Y ella más de 200 (91 kgs)!” En el vídeo, un hombre mucho más corpulento y con el pelo en trenzas, se sube a la colchoneta y entabla combate con ella.
Los comentarios sobre la publicación de Moore fueron abrumadoramente de apoyo, elogiándola por presentar batalla contra un hombre que le doblaba el tamaño.
“De ella nada, eso es un hombre de pelo en el pecho que usa su tamaño y su peso contra ti. Enhorabuena por la victoria, pero las mujeres tenéis que uniros y negaros a competir contra hombres maquillados. Vosotras sois la clave, eso no está bien”, dijo un comentarista preocupado.
“Un saludo a todas las competidoras que son mujeres DE VERDAD. Ese tío debería avergonzarse de sí mismo”, respondió otro.
Algunas respuestas felicitaban a Moore por conseguir derrotar a su oponente, mucho más corpulento, a pesar de su considerable ventaja física. “A ese tipo no se le debería [permitir] competir, pero ella es increíble por haberlo derrotado”, decía una respuesta.
El combate tuvo lugar durante el NAGA Grappling Championship el 9 de septiembre. Reduxx ha identificado al participante masculino como James McPike, de 29 años, que actualmente usa el nombre femenino de Alice. Aunque McPike perdió contra Moore, se llevó la plata en la categoría femenina Absolute No-GI Indeterminate tras vencer a otra atleta.
Después de que el video de Moore se volviera viral en Instagram, su entrenador, Smitty Wit, aprovechó la oportunidad para defender a su alumna en un video donde abordaba el tema de los hombres que se dicen trans que compiten contra mujeres en jiu-jitsu brasileño.
“Tengo una alumna que se enfrentó a un atleta trans en una división de peso abierto de lucha jiu-jitsu, un deporte de combate”, dijo Wit. “Estoy seguro de que mucha gente al oír esto piensa que mi alumna perdió. No, ganó”.
“Pero tengo un gran problema entre manos, este es un tema muy serio”, continuó. “En el jiu-jitsu no hacemos controles antidopaje. Se pueden tomar esteroides. Todo el mundo lo sabe. Es lo que hay. Cuando te subes a esas colchonetas, renuncias a los derechos sobre tu vida. Y tuve que hacerle luz de gas a mi alumna”.
Wit explica que Moore había expresado incredulidad cuando vio a McPike, pero él intentó tranquilizarla para que “mantuviera la moral alta” diciéndole: “Eso no es lo que crees que es”.
El entrenador de Moore llegó a decir que ésta había recibido críticas de transactivistas por haber compartido el video de su combate contra McPike.
“Este es mi problema. Cuando entra en internet y publica su experiencia, ahora es una intolerante y está “sacando del armario” a este atleta trans. ¿Dónde está el límite? ¿Ahora las mujeres no pueden hablar de sus experiencias en un deporte de combate?”
En los pies de foto que acompañan su comentario, Wit aclaró que “este no es un video ‘prohíbe a los trans'”, al tiempo que reiteró su preocupación por la seguridad de las mujeres que compiten en jiu-jitsu. Wit pareció hacer una comparación entre un atleta masculino que practica grappling con una mujer y el dopaje.
“Mi alumna podría haber sufrido una lesión GRAVE de un atleta que no se ha sometido a ningún control, y que le lleva más de 50 libras (23 kgs). ¿Me estás diciendo que las mujeres no pueden CONTAR su experiencia, si esa experiencia entra en conflicto con el otro individuo? ¿Por qué sólo está bien que las mujeres se quejen cuando pierden, pero tienen que callarse si ganan?” Preguntó Wit.
Al igual que con el video de Moore, la mayoría de las respuestas apoyaron a Wit, aunque algunos lo criticaron por la falta de claridad sobre su postura con respecto a los atletas masculinos que compiten contra mujeres.
Sin embargo, Foundation Chicago, la escuela de artes marciales donde McPike entrena, discrepó rotundamente con Wit y afirmó que los hombres que se dicen trans no tienen ninguna ventaja física sobre las mujeres en el deporte.
“¿Estás diciendo que los atletas trans no deberían competir contra las atletas cis? Si es así, dilo. No estamos de acuerdo. Tu alumna demostró una técnica superior y se la veía la hostia de hábil contra la nuestra, y es por eso que consiguió la merecida [victoria]”, respondió Foundation Chicago.
“Vencer a una atleta trans mucho más corpulenta en poco tiempo demuestra bastante bien que no hay una ventaja loca de las mujeres trans sobre las mujeres cis. Di las cosas a pecho descubierto, no te hagas el evasivo, y así pueden surgir debates. Enhorabuena por ser un gran entrenador y porque a tu alumna le vaya tan bien. Súper impresionante.”
“Estamos al tanto de un incidente ocurrido el fin de semana en el que una mujer transgénero compitió en una división femenina sin conocimiento previo de su condición transgénero. Desde entonces, hemos actualizado nuestra política para exigir a los competidores transgénero que se pongan en contacto con nosotros con antelación para que podamos hablar y explicarles la política”, declaró NAGA.
“NAGA no obliga a las mujeres biológicas a competir contra las mujeres transgénero. Al contrario, damos la opción a las mujeres biológicas y si declinan, compiten en una división sólo con otras mujeres biológicas”.
NAGA a continuación facilitó un enlace a su política oficial, que dice: “A las que decidan no competir con la mujer transgénero, les preguntaremos si tienen interés en entrar en una división separada que incluye a la mujer transgénero. Esta división adicional se ofrecerá sin costo alguno para esas competidoras. Sin embargo, si rechazan esta oportunidad, se le pedirá a la mujer transgénero que compita con los hombres en su respectiva categoría de peso y nivel de habilidad”.
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A female athlete was reportedly not told she would be competing against a male during a Brazilian jiu-jitsu tournament in California last week, prompting a policy revision from the North American Grappling Association (NAGA).
On September 12, Brazilian jiu-jitsu athlete Taelor Moore posted a clip to her Instagram account with the caption, “I weighed in at 135 … and she was over 200!” In the video, a much larger male with braided hair steps up to the mat and engages in combat with her.
Comments on Moore’s post were overwhelmingly supportive, praising her for holding her own against a male twice her size.
“Far from a she, that’s a grown-ass man using his size and weight against you. Congratulations on the win but you ladies need to stand together and not compete against men with makeup. You ladies are the key, this is not okay,” said one concerned commenter.
“Shout out to all the REAL women competitors out there. That other dude should be ashamed of himself,” replied another.
Some responses congratulated Moore for managing to defeat her much larger opponent despite his significant physical advantage. “That guy should not be [allowed] to compete but she is amazing for whooping him,” read one reply.
The match took place during the NAGA Grappling Championship on September 9. Reduxx has identified the male participant as James McPike, 29, who is currently using the feminine name Alice. While McPike lost to Moore, he took home silver in the women’s Absolute No-GI Indeterminate category after beating out a different female athlete.
Following Moore’s video going viral on Instagram, her coach, Smitty Wit, took the opportunity to defend his student in a video where he addressed the issue of trans-identifying males competing against women in Brazilian jiu-jitsu.
“I have a student who went against a trans athlete in an open-weight division for jiu-jitsu grappling, a combat sport,” Wit said. “I’m sure a lot of people hearing this are thinking that my student lost. No, she won.”
“But I have a really big issue at hand, this is a very serious topic,” he continued. “In jiu-jitsu we don’t drug test. You can take steroids. Everyone knows this. It is what it is. When you step on these mats, you waive your rights to your life…. And I had to gaslight my student.”
Wit explains that Moore had expressed incredulity when she saw McPike, but he attempted to reassure her to “keep her morale up” by telling her: “That’s not what you think it is.”
Moore’s coach went on to suggest that she had received criticism from trans activists for sharing the video of her match against McPike.
“This is my problem. When she goes online and posts about her experience, now she’s a bigot and she’s ‘outing’ this trans athlete. Where do we draw the line? So now women can’t talk about their experiences in a combat sport?”
In the captions accompanying his commentary, Wit clarified that “this isn’t a ‘ban trans’ video,” while reiterating his concern for the safety of women competing in jiu-jitsu. Wit appeared to draw a comparison between a male athlete grappling with a female to doping.
“My student could have been SEVERELY injured by an untested athlete, and gave up a solid 50lbs. Now you’re telling me women can’t EXPRESS their experience, if that experience conflicts with the other individual? Why is it only okay for women to complain when they lose, but have to shut up about it if they win?” Wit asked.
As with Moore’s video, most replies supported Wit, though some criticized him for a lack of clarity on his position regarding male athletes competing against women.
However, Foundation Chicago, a martial arts school where McPike trains, strongly disagreed with Wit and claimed that trans-identifying males have no physical advantage over females in sport.
“Are you saying trans athletes shouldn’t compete against cis athletes? If so, say it. We disagree. Your student showed superior technique and looked slick as all heck against ours, and that’s why she got the well-deserved [win],” Foundation Chicago replied.
“Beating a much larger trans athlete in short order demonstrates quite well that there’s no crazy advantage for trans women against cis women. Say things with your whole chest, don’t be mealy-mouthed, and then discussions can happen. Congrats on being a great coach and on your student doing so well. Super impressive.”
“We are aware of an incident over the weekend where a transgender female competed in a women’s division without prior knowledge of their transgender status. We have since updated our policy to require transgender competitors to contact us in advance so we can discuss and explain the policy to them,” NAGA stated.
“NAGA does not require biological women to compete against transgender women. Instead, we give the choice to the biological women and if they decline, they compete in a division only with other biological women.”
NAGA then provided a link to their official policy, which reads: “For those who chose not to compete with the transgender female, we will inquire if they have an interest in entering a separate division which includes the transgender female. This additional division will be offered at no cost to those competitors. However, if individuals decline this opportunity, the transgender female will be directed to compete with the males in their respective weight and skill level category.”
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Un español condenado por delitos violentos contra dos mujeres ha comenzado a identificarse como transgénero, cambiando su nombre y marcador de sexo para conseguir la clemencia del gobierno sobre la base de su nueva identidad de género.
El hombre, residente en Sevilla e identificado en los medios sólo como Antonio, cambió su nombre a “Milan” en julio y, al mismo tiempo, modificó su marcador de sexo a femenino en sus documentos de identidad. Como informó el ABC de Sevilla, el hombre declaró la condición de transgénero después de que la Audiencia de Sevilla lo condenara a 40 meses de prisión.
Ahora, tras registrar su nueva identidad, Antonio exige al Gobierno de España que le conceda un indulto total porque dice que “es una persona nueva”.
El ex empleado de seguridad privada fue condenado a 40 meses de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid tras las condenas de dos juzgados de lo penal. Las causas de ambas víctimas fueron instruidas inicialmente por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla.
Las dos víctimas, a las que la prensa local se refiere como Victoria y Patricia, han declarado que se sienten “desprotegidas e indefensas” después de enterarse de la nueva identidad de su abusiva ex pareja y su petición de clemencia. Las mujeres dicen que la situación es anormal y que les cuesta entender su cambio de identidad de género.
Victoria había sido la novia de Antonio de 2017 a 2018, y sufrió malos tratos durante toda la relación. Antonio comenzó a salir con Patricia en 2018, y Victoria intentó advertirla sobre el comportamiento violento del hombre. Victoria dijo que quería que Patricia supiera “lo que iba a vivir” después de haber soportado ella misma los malos tratos.
Patricia y Victoria se hicieron amigas, se apoyaron mutuamente y buscaron asesoramiento legal. Defendidas por la abogada María José Atoche, las dos mujeres decidieron presentar denuncias contra Antonio el mismo día de enero de 2019 citando malos tratos, lesiones, coacciones y vejaciones.
En el caso de Patricia, Antonio fue condenado a ocho meses de “prisión preventiva”, lo que significa que no cumplirá pena de cárcel y en su lugar será puesto en libertad en la comunidad con un dispositivo de geolocalización. La obligación de llevar el dispositivo termina el año que viene.
Antonio fue condenado a 40 meses de cárcel por los abusos que cometió contra Victoria, y también se le ordenó pagarle una indemnización de 8.000 euros (aproximadamente 8.500 $ US).
Ambas mujeres han descrito a Antonio como un “psicópata, manipulador y muy inteligente”. Han descrito su maltrato como físico, psicológico y verbal. Antonio controlaba lo que podían ponerse y de quién podían ser amigas, y Victoria dijo que incluso destrozó sus teléfonos móviles y dañó su coche y su casa.
Incluso después de que presentaran sus denuncias a principios de 2019, la dos víctimas dijeron que Antonio continuó amenazándolas.
A la luz del nuevo nombre e “identidad de género” de Antonio, tanto Patricia como Victoria han expresado su preocupación por la legislación de autoidentificación de género recientemente adoptada en España. La ley, coloquialmente conocida como la Ley Trans, se aprobó el 16 de febrero de este año en medio de las enormes críticas de grupos defensores de los derechos de las mujeres. Muchas afirmaron que agilizar el proceso para cambiar los documentos de identidad sin supervisión médica daría lugar a que los maltratadores se aprovecharan de la ley para eludir la culpabilidad por sus delitos.
Pocos meses después de la aprobación de la ley, ya han salido a la luz en España varios casos de hombres violentos que han cambiado de nombre y sexo registral para obtener un trato preferencial por parte del sistema judicial.
El otoño pasado, un hombre que golpeó a su compañera por oponerse a su transición se libró de los cargos de violencia de género (artículo en español) al cambiar legalmente su sexo registral a “mujer” y al adoptar un nombre femenino. Núria González López, asesora jurídica de la víctima, dijo a Reduxx por aquel entonces: “La seguridad de las mujeres parece ser menos importante que los sentimientos de los hombres”.
En julio, un sádico que golpeó a su prima hasta matarla (artículo en español) para luego profanar sexualmente su cadáver, solicitó el traslado a una prisión de mujeres después de alterar su identificación y afirmar ser mujer. Lorena Robaina, cuyo nombre es Jonathan de Jesús, cumple actualmente 38 años de cárcel por el espeluznante delito.
Más recientemente, se ha sabido que un violento recluso que fue trasladado a una prisión de mujeres después de afirmar ser transgénero había dejado embarazada a una reclusa (artículo en español) en el Centro Penitenciario de Alicante Cumplimiento en Fontcalent. El recluso estaba internado en un principio en el módulo de hombres de la prisión de Alicante por varias condenas por delitos violentos, entre ellos secuestro y robo.
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A man in Spain convicted of violent crimes against two women has changed his name and sex marker in an apparent bid to seek clemency from the government on the basis of his newfound gender identity.
The man, located in Seville and identified in the media only as Antonio, changed his name to “Milan” in July and had his sex marker altered to female on his identification documents at the same time. As first reported by ABC de Sevilla, the man declared a transgender status after the Seville Court had sentenced him to 40 months in prison.
Now, after registering his new identity, Antonio is demanding the Government of Spain give him a total pardon because he says he “is a new person.”
The former private security employee was sentenced to 40 months in prison by the Provincial Court in Madrid following convictions from two criminal courts. The cases for both victims were initially heard by the Court for Violence Against Women in Seville.
The two victims, referred to in local press as Victoria and Patricia, have stated that they feel “unprotected and defenseless” after learning of their abusive former partner’s new identity and plea for clemency. The women say the situation is abnormal and that they are struggling to understand his change in gender identity.
Victoria had been Antonio’s girlfriend from 2017 to 2018, and was abused throughout the relationship. Antonio began dating Patricia in 2018, and Victoria attempted to warn her about the man’s violent behavior. Victoria said she wanted Patricia to know “what she was going to experience” after having endured the abuse herself.
Patricia and Victoria became friends, supported one another, and sought legal counsel. Defended by Attorney Maria Jose Atoche, the women decided to file complaints against Antonio on the same day in January 2019 citing injuries, coercion, humiliation, and mistreatment.
In the case of Patricia, Antonio was given an eight-month “preventative imprisonment” sentence, meaning he would serve no jail time and instead be released into the community with a GPS tracking device. The requirement to wear the device expires next year.
Antonio was given 40 months jail time for the abuse he committed against Victoria, and was also ordered to pay 8,000 Euros (approx. $8,500 USD) in compensation to her.
Both women have described Antonio as a “psychopath, manipulative, and very intelligent.” They have described their abuse as having been physical, psychological, and verbal. Antonio controlled what they could wear and who they could be friends with, and Victoria said he even destroyed her cell phone and damaged her car and home.
Even after the victims filed their complaints in early 2019, they said Antonio continued to threaten them.
In light of Antonio’s new name and “gender identity,” both Patricia and Victoria have expressed concerns over Spain’s recently-adopted gender self-identification legislation. The law, colloquially known as the Trans Law (Ley Trans), was adopted on February 16 this year amid mass criticism from women’s rights groups. Many stated that streamlining the process to change identification documents without medical oversight would result in abusive men exploiting the law to avoid culpability for their crimes.
Within months of the legislation’s passing, multiple cases have already emerged out of Spain in which violent males have taken to changing their names and gender markers in an effort to get preferential treatment by the justice system.
Last fall, a man who beat his female partner for opposing his transition successfully avoided charges of sex-based violence by legally changing his identification to “female” and adopting a woman’s name. Núria González López, the legal advisor for the victim, told Reduxx at the time: “Women’s safety appears to be less important than men’s feelings.”
In July, a sadistic man who bludgeoned his cousin to death before sexually desecrating her corpse requested transfer to a women’s prison after altering his identification and claiming to be female. Lorena Robaina, formerly known as Jonathan de Jesús, is currently serving 38 years in prison for the sick crime.
Most recently, it was revealed that a violent male convict who was transferred to a women’s prison after claiming to be transgender had reportedly impregnated a female inmate at the Alicante Cumplimiento Penitentiary Center in the Fontcalent region. The inmate was originally detained in the men’s ward of the Alicante prison for repeated violent criminal convictions, including kidnapping and robbery.
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Una organización de derechos LGBTI de Francia pide a la Ministra de Igualdad que intervenga en el caso de un ginecólogo al que acusan de “transfobia”.
El 8 de septiembre, SOS Homophobie, que se identifica como una “asociación nacional contra la LGBTIfobia”, acudió a X (antes Twitter) para denunciar a un ginecólogo por decir que sólo atiende a mujeres. El comentario del Dr. Victor Acharian, que ejerce en Pau, fue en respuesta a una reseña que recibió en Google en la que una persona se quejaba de que Acharian se negaba a atender en su consulta a un hombre que se decía trans.
“Era la primera cita de mi pareja trans. Se negó a verla, su secretaria nos despidió fríamente. No la aconsejo [la consulta]. Nunca más”, decía la reseña.
En respuesta, Acario contestó directamente.
« Je m’occupe des vraies femmes ». Nous dénonçons les propos #transphobes et discriminatoires du gynécologue Victor Acharian à Pau. La #transphobie est une réalité aux conséquences graves, notamment dans l’accès à la santé. Elle touche l’ensemble du territoire. @BCouillard33pic.twitter.com/PVmTog6V2e
“SEÑOR, soy ginecólogo y atiendo a mujeres de verdad. No tengo conocimientos para atender a HOMBRES, aunque se hayan afeitado la barba y vengan a decirle a mi secretaria que se han convertido en mujeres. Mi mesa de exploración GINECOLÓGICA no sirve para examinar a hombres. Hay servicios especializados y muy competentes para atender a hombres como usted”, escribió Acharian, enfatizando su texto con letras mayúsculas. “Gracias por decirles a las personas TRANS que nunca vengan a mi consultorio”.
Aunque la reseña y la respuesta parecen haber sido eliminadas del widget de Google de Acharian, otra reseña vigente muestra que Acharian hizo un comentario similar a otro comentario en 2021.
El reseñador, un activista político local que usa el nombre Tuncay CILGI, le dio a Acharian una nota de 1 estrella sin contexto adicional.
Acharian respondió: “Estimado señor. No lo conozco. No puede conocerme, ya que soy ginecólogo y solo atiendo a mujeres. En cuanto a su militancia política, no me concierne”.
En su publicación en X sobre Acharian, SOS Homophobie escribió: “Denunciamos los tránsfobos y los comentarios discriminatorios del ginecólogo Victor Acharian de Pau. La transfobia es una realidad con graves consecuencias, especialmente en el acceso a la salud. Afecta a toda la zona”. La organización también etiquetó a Bérangère Couillard, ministra francesa de Igualdad entre Mujeres y Hombres y de Lucha contra la Discriminación, en un aparente intento de que le abra una investigación a Acharian.
La publicación de SOS Homophobie ha sido recibida con burlas generalizadas en las redes sociales, y muchas usuarias han salido en defensa de Acharian.
“Cuando necesito gafas nuevas, pido cita con un dermatólogo”, bromeó otra.
Aunque Acharian parece mantenerse firme en su clínica atendiendo exclusivamente a mujeres, las debacles recientes demuestran que muchos campos de la atención sanitaria femenina intentan ahora incluir a hombres.
En mayo, la Sociedad Canadiense del Cáncer recibió críticas después de mantener una recomendación de que los hombres que afirman identificarse como mujeres se sometan a pruebas de Papanicolaou como parte de un proceso de detección del cáncer de cuello uterino.
En una página web titulada “Como mujer trans, ¿necesito hacerme pruebas de detección del cáncer de cuello uterino?”, la mayor organización benéfica nacional contra el cáncer de Canadá ofrece consejos a los hombres que se identifican como transgénero que sienten curiosidad por someterse a un cribado de cáncer de cuello de útero.
Según la Clínica Mayo, el cáncer de cuello de útero es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello uterino. Diversas cepas del virus del papiloma humano, una infección de transmisión sexual, desempeñan un papel en la causa de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino. Este cáncer se detecta mediante exámenes semirregulares llamados pruebas de Papanicolaou, o citologías, en las que se utiliza un pequeño cepillo para extraer suavemente células de la superficie del cuello uterino para poder analizarlas.
“Si eres una mujer trans, es posible que no hayas pensado mucho en las pruebas de Papanicolaou y el cáncer de cuello uterino. Y si no lo has hecho, tiene bastante sentido. Al fin y al cabo, para tener cáncer de cuello uterino, es necesario tener un cuello uterino, es decir, el órgano que conecta la vagina con el útero”, se puede leer en la página web oficial de la Sociedad contra el Cáncer.
Continúa afirmando que las “mujeres trans” que se han “sometido a una cirugía de abajo para crear una vagina y posiblemente un cuello uterino” deben hablar con un profesional médico para “determinar las necesidades específicas de detección del cáncer”.
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Varios hombres que se dicen trans han estado dominando los campeonatos femeninos de esgrima a pesar de que muchos de ellos fracasaron en la categoría masculina. Una fuente ha revelado que muchas mujeres en este deporte temen perder oportunidades si se manifiestan en contra de la inclusión de hombres en la esgrima femenina.
En noviembre de 2022, USA Fencing adoptó una Política de Atletas Transgénero y No Binarios que establecía que la asignación de la división se determinaría en función de la “identidad de género” o “expresión de género” autodeclarada, en lugar del sexo biológico.
“USA Fencing no discriminará en base a la identidad de género, independientemente del sexo asignado al nacer, o cualquier otra forma de expresión de género para la participación en cualquier división”, rezaba la política. “Como tal, a los atletas se les permitirá participar en eventos sancionados por USA Fencing de una manera consistente con su identidad/expresión de género, independientemente del género asociado con el sexo que se les asignó al nacer”.
La política también estipulaba que la clasificación de un individuo permanecerá inalterada cuando se transfiera a la categoría deportiva del sexo opuesto. “Los atletas transgénero podrán conservar la clasificación de esgrima que tenían antes de la transición. Por ejemplo, una mujer transgénero que tenía una clasificación A en la división masculina mantendrá su clasificación A en la división femenina”.
Pero Reduxx ha sabido que USA Fencing había admitido a los hombres que se auto declararan mujeres para acceder a la categoría femenina durante casi una década antes de la adopción de la nueva política, lo que ha dado lugar a que un pequeño número de jugadores que se dicen trans dominen el deporte. De los cinco que han sido identificados, la mayoría de ellos tenían malos resultados cuando competían en la categoría masculina.
Un esgrimista que se dice transgénero, Eden Philpot, fue desenmascarado por una denunciante anónima que habló recientemente con The Daily Mail. Philpot, cuyo nombre de pila es Evan, ha conseguido cuatro medallas de oro, dos de plata y una más por quedar quinto y octavo en cuestión de meses.
Las victorias de Philpot, dijo la fuente, fueron “muy particulares” dado que recibió medallas en dos disciplinas diferentes: el florete y el sable, un logro sin precedentes en la categoría femenina. “Ningún otro competidor aparece en el podio de ambos eventos aparte de Eden. No creo haberlo visto en mi vida en esgrima”.
Philpot había competido como hombre por la Universidad de Carolina del Norte de 2013 a 2015. En su primer año, se clasificó para los Regionales de la NCAA, donde quedó en el puesto 17 en florete. Al año siguiente, cambió al sable.
Al igual que Philpot, Rylie Rueda, antes conocido como Mateo, tuvo una carrera mediocre en la esgrima masculina antes de identificarse como mujer para acceder a la femenina.
De 2016 a 2017, Rueda terminó en el puesto 38 en el New England Intercollegiate Fencing Association Fall Invitational en la división masculina. Según un informe en la página web de Boston College (BC), Rueda continuó compitiendo en el equipo de esgrima masculino de BC en 2018, que ocupó el último lugar en la general después de tres encuentros contra Harvard, Brandeis y MIT.
En 2019, tras pasarse a la categoría femenina, obtuvo la medalla de oro y el título de Campeón de espada femenina en Boston College. En 2022, Rueda consiguió el primer lugar en los Regionales de la NCAA en la categoría femenina.
A pesar de no tener una política de autoidentificación en ese momento, existen pruebas de que USA Fencing permitió que los hombres se identificaran como mujeres para acceder a la categoría femenina durante más de una década.
Elizabeth Kocab, antes conocido como Greg, ha estado participando en eventos de esgrima femenina desde 2009, años antes de que se aplicara oficialmente la política transgénero. En su carrera como esgrimista, Kocab ha conseguido al menos 35 medallas de oro femeninas, cinco de plata y ocho de bronce. En 2011, fue galardonado con la medalla de oro mundial para mujeres veteranas en Croacia.
Kocab comenzó a practicar esgrima en la categoría de veteranas en 2010, habiendo competido previamente como hombre. Los registros de premios y títulos obtenidos por Kocab en la categoría masculina son escasos; sin embargo, los documentos de archivo del sitio web de esgrima de EE.UU. muestran que Kocab ocupó el quinto lugar con la Universidad de Detroit Mercy en el Campeonato Nacional de Esgrima Universitaria de 1973.
En julio, Kocab, fue nombrado Campeona Nacional 2023 de espada femenina Vet-70. A pesar de tener 71 años, Kocab es significativamente más corpulento físicamente que las equivalentes femeninas de su edad.
Dawn Wilson, otro hombre que se identifica como transgénero, recientemente recibió un perfil favorable de USA Fencing con ocasión del Mes del Orgullo en su cuenta oficial de Instagram, y afirma que estuvo involucrado en la creación de la política formal de “inclusión” para USA Fencing.
Wilson actualmente ocupa el 7º lugar del país en la División de Mujeres Mayores de 50 Años. Según su perfil, Wilson es dos veces Campeón Mundial de Sable en la categoría de mujeres veteranas, habiendo recibido el título en 2014 y 2015. También fue miembro del equipo del Campeonato Mundial de Veteranos de Estados Unidos en 2017 y 2018 y ha alcanzado el puesto 14 del ranking mundial en varias ocasiones.
Wilson, un transactivista muy activo, ha expresado su desaprobación por un proyecto de ley en su estado natal que impediría la transición médica de menores. El Proyecto de Ley 150 del Senado de Kentucky, que fue bloqueado por un juez federal a finales de junio a instancias de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), prohibiría a los proveedores de atención médica del estado administrar fármacos para detener la pubertad y realizar cirugías de “afirmación de género” en menores.
Actualmente es miembro de la junta directiva de la Asociación de Esgrima de Estados Unidos, donde ha sido presidente de la División de Kentucky desde 2013. Wilson dijo al medio local Spectrum News 1 que participó en la creación de la política transgénero que USA Fencing puso en marcha el otoño pasado.
“Una de las cosas que pasan con USA Fencing, especialmente con pertenecer a ella, es que nos lo tomamos muy en serio”, dijo Wilson. “Porque si no sientes que perteneces, si sientes que no tienes potencial allí, no te va a ir bien en el deporte”.
Pero Wilson no es ni mucho menos el único transactivista que parece ejercer control sobre la política de USA Fencing. Damien Lehfeldt, quien también forma parte de la Junta Directiva, declaró públicamente hace poco que no le preocupaba la equidad en el deporte.
El 30 de agosto, Lehfeldt publicó un artículo en su blog, The Fencing Coach, afirmando que “las mujeres transgénero son mujeres” y advirtiendo a las mujeres atletas que “dar a los atletas [masculinos] un sentido de pertenencia y una voluntad de vivir es más poderoso que las medallas y la gloria competitiva”.
En respuesta, algunos usuarios de las redes sociales le enviaron mensajes anónimos pidiéndole que aclarara su postura, aparentemente desconcertados por el hecho de que un entrenador de esgrima de EE.UU. se opusiera tan descaradamente a las oportunidades justas para las atletas femeninas.
“¿Te parece bien que las mujeres cis estén en desventaja?”, le preguntó una persona a Lehfeldt en una pregunta que publicó en su story de Instagram, a lo que simplemente respondió: “Sí”.
En declaraciones a Reduxx, una fuente anónima del mundo de la esgrima reveló que muchas atletas femeninas son reacias a desafiar la política de autoidentificación de género por temor a perder posibles oportunidades.
“Refleja que la esgrima está vinculada a la entrada a la universidad y, en concreto, a las universidades altamente competitivas. La mayoría de las que tienen un equipo de esgrima pertenecen a la Ivy League, y una de las mejores maneras de entrar en la Ivy League es a través de la esgrima”, explicó la fuente, que cuenta con más de 10 años de experiencia competitiva en este deporte.
“El problema con este asunto es que es tan incendiario que es difícil decir algo sin que alguien te llame intolerante, nazi o ‘amenaza violenta para otras personas’ por no creer que los hombres puedan convertirse en mujeres o que los hombres deban competir en la división femenina”.
La fuente dice que muchos árbitros de torneos de la USFA se declaran abiertamente pro-trans, y a algunas atletas femeninas les preocupa que, si se pronuncian sobre el tema de la autoidentificación de género, sean penalizadas durante las competiciones. También señala que el consejo a menudo repetido de que las mujeres simplemente “abandonen” las competiciones en señal de protesta sería ineficaz y daría a los hombres que se dicen trans más oportunidades de dominar el campo.
“En los torneos de la División 1 se reparten puntos por equipos nacionales independientemente del número de personas que se presenten. Así que, si [una mujer] decide no presentarse a un torneo en señal de protesta, lo único que hace es permitir que un competidor masculino se apodere de las plazas de las mujeres en el equipo nacional”.
La fuente continúa afirmando que está preocupada por el tema de la seguridad física, específicamente entre las veteranas, definidas como competidoras mayores de 40 años.
“He notado una afluencia de hombres que se dicen trans en la categoría de Veteranas, lo cual es preocupante teniendo en cuenta la diferencia entre hombres y mujeres a medida que envejecemos. En particular, las mujeres de más de 50 años son más propensas a tener problemas de densidad ósea. Podrían ser osteoporóticas, tener artritis en las manos o ser peri o posmenopáusicas”.
La fuente señala que estas mujeres se encuentran en una situación de especial desventaja biológica debido a que atraviesan cambios corporales propios del sexo femenino.
“Estas mujeres están pasando por todos estos cambios, están haciendo algo por sí mismas en el deporte que les aporta un sentido de dignidad y propósito. Y se les dice que su seguridad, sus victorias y su dignidad no importan, pero la salud mental de un hombre sí”.
La fuente describió los comentarios de Damien Lehfeldt como una “enorme bofetada en la cara” a las mujeres mayores que participan en la esgrima.
“A un hombre no se le diría que las victorias y la gloria deportiva no importan. Pero tienen la audacia de decirles esto a las mujeres. Eso demuestra que no les importan las mujeres, que no las creen y que les parece bien faltarles al respeto”.
En los últimos años, la equidad en el deporte femenino se ha convertido en una cuestión muy controvertida en la escena mundial, con atletas masculinos que se dicen trans en halterofilia, ciclismo, natación, atletismo y otros deportes que se llevan medallas en categorías femeninas.
A raíz de la continua controversia, la Asociación Mundial de Atletismo actualizó sus pautas en marzo para prohibir que los atletas que se dicen transgénero que han pasado por la pubertad masculina participen en competiciones de clasificación mundial femeninas.
En una declaración sobre su decisión, el presidente de la Asociación Mundial de Atletismo, Sebastian Coe, dijo: “La decisión que tomó el consejo se basa principalmente en principios y en la necesidad imperiosa de proteger la categoría femenina. Esto es lo que nuestro deporte va a hacer. Y creo que el consejo lo ha hecho hoy”.
BREAKING: World Athletics has moved to prohibit transgender athletes who have gone through male puberty from participating in female world ranking competitions.
The sporting body's president, Sebastian Coe, announced the decision at a press conference just moments ago. pic.twitter.com/8DEerPup88
Continuó, para hacer hincapié en la equidad: “Seguimos opinando que debemos mantener la equidad para las atletas femeninas por encima de cualquier otra consideración. Nos guiaremos en esto por la ciencia en torno al rendimiento físico y la ventaja masculina que inevitablemente se desarrollará en los próximos años”.
Desde entonces, otros organismos rectores del deporte han seguido su ejemplo, pero muchas competiciones siguen desafiantes y han mantenido políticas que favorecen a los atletas masculinos que se dicen trans.
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An LGBTI rights organization in France is calling on the Minister of Equality to intervene in the case of a gynecologist who they are accusing of “transphobia.”
On September 8, SOS Homophobie, which describes itself as a “national association against LGBTIphobia” took to X (formerly Twitter) to condemn a gynecologist for stating he only provided services to females. The comment from Dr. Victor Acharian, who operates in the Pau region, was made in reply to a Google review he received in which a trans-identified male’s partner complained that Acharian refused to provide services to him.
“It was my trans partner’s first appointment. He refused to see her, his secretary threw us away coldly. I advise against [visiting]. Never again,” the review stated.
In response, Acharian replied directly.
“SIR, I am a gynecologist, and I take care of real women. I have no skills to take care of MEN, even if they have shaved their beards and come to tell my secretary that they [have] become women. My GYNECOLOGICAL examination table is not suitable for examining men. You have specialized and very competent services to take care of men like you,” Acharian wrote, emphasizing his text with capitalized letters. “Thank you for informing TRANS people to never come for consultation with me.”
While the review and response appear to now have been removed from Acharian’s Google widget, another existing review shows Acharian made a similar comment to another reviewer in 2021.
The reviewer, a local political activist using the name Tuncay CILGI, gave Acharian a 1-star review with no additional context.
Acharian responded: “Dear Sir. I do not know you. You cannot know me, since I am a gynecologist, and I only treat women. As for your political militancy, that does not concern me.”
In their X post on Acharian, SOS Homophobie wrote: “We denounce the transphobes and discriminatory remarks of gynecologist Victor Acharian in Pau. Transphobia is a reality with serious consequences, particularly in access to health. It affects the entire territory.” The organization also tagged Bérangère Couillard, France’s Minister of Equality between Women and Men and the Fight against Discrimination, in an apparent effort to have Acharian investigated.
SOS Homophobie‘s post has been met with widespread mockery on social media, with many female users coming to Acharian’s defense.
“Gynecologists are for women and women, without exception, have at least two XX chromosomes,” journalist Hala Oukili wrote.
“When I need new glasses, I make an appointment with a dermatologist,” another joked.
While Acharian appears to be standing firm in his clinic catering exclusively for females, recent debacles show that many fields in women’s healthcare are now attempting to include males.
In May, the Canadian Cancer Society drew criticism after maintaining a recommendation that men who claim to identify as women should undergo pap smears as part of a cervical cancer screening process.
On a webpage titled “As a trans woman, do I need to get screened for cervical cancer?” Canada’s largest national cancer charity provides advice for males who identify as transgender curious about receiving a cervical cancer screening.
According to the Mayo Clinic, cervical cancer is a type of cancer that occurs in the cells of the cervix. Various strains of the human papillomavirus, a sexually transmitted infection, play a role in causing most cervical cancer. Cervical cancer is detected through semi-regular screenings called Pap smears, in which a small brush is used to gently remove cells from the surface of the cervix so they can be tested.
“If you’re a trans woman, you may not have given much thought to Pap tests and cervical cancer. And if you haven’t, that makes a fair amount of sense. After all, in order to get cervical cancer, you need to have a cervix — that is, the organ that connects the vagina to the uterus,” the Cancer Society’s official website read.
It goes on to state that “trans women” who have “had bottom surgery to create a vagina and possibly a cervix” should talk to a medical professional to “figure out specific cancer-screening needs.”
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A number of trans-identified males have been dominating women’s fencing championships despite the fact that many of them floundered in the men’s category. A source has now revealed that many women in the sport fear losing opportunities if they speak out against the inclusion of men in women’s fencing.
In November of 2022, USA Fencing adopted a Transgender and Nonbinary Athlete Policy which stated that division placement would be determined based on self-declared “gender identity” or “gender expression” rather than on biological sex.
“USA Fencing will not discriminate on the basis of gender identity, regardless of sex assigned at birth, or any other form of gender expression for participation in any division,” read the policy. “As such, athletes will be permitted to participate in USA Fencing sanctioned events in a manner consistent with their gender identity/ expression, regardless of the gender associated with the sex they were assigned at birth.”
The policy also stipulated that an individual’s classification will remain unaltered when transferring over to the sporting category of the opposite sex. “Transgender athletes will be permitted to keep the fencing classification that was held prior to transitioning. For example, a transgender woman who held an A classification in the men’s division will keep her A classification in the women’s division.”
But Reduxx has now learned that USA Fencing had permitted males to self-identify into the women’s category for nearly a decade prior to the adoption of the new policy, resulting in a small number of trans-identified players dominating the sport. Of the five that have been identified, most of them had performed poorly while competing in the men’s category.
One transgender fencer, Eden Philpot, was exposed by an anonymous whistleblower who recently spoke with The Daily Mail. Philpot, whose given name is Evan, has obtained four gold medals, two silver and one for placing fifth and eighth within a matter of months.
Philpot’s wins, the source said, were “highly unique” given that he received medals in two differing disciplines – the foil and the saber – an accomplishment which is unprecedented in the women’s category. “No other competitor appears on the podium of both events aside from Eden. I don’t think I’ve seen it in my lifetime of fencing.”
Philpot had competed as a male for the University of North Carolina from 2013 to 2015. In his freshman year, he qualified for the NCAA Regionals, where he placed 17th in the foil. The following year, he switched to the saber.
Like Philpot, Rylie Rueda, previously known as Mateo, had a lackluster career in men’s fencing prior to identifying into the women’s category.
From 2016 to 2017, Rueda finished 38th at the New England Intercollegiate Fencing Association Fall Invitational in the men’s division. According to a report on the Boston College (BC) website, Rueda continued to compete on the BC men’s fencing team in 2018, which ranked last overall following three matches against Harvard, Brandeis, and MIT.
In 2019, after switching to the women’s category, he was awarded the gold medal and title of Champion in the Women’s Epee at Boston College. In 2022, Rueda took first place at the NCAA Regionals in the women’s category.
Despite having no self-identification policy at the time, evidence exists that USA Fencing was allowing males to self-identify into the women’s category for over a decade.
Elizabeth Kocab, previously known as Greg, has been participating in women’s fencing events since 2009, years before the transgender policy was officially implemented. During the course of his fencing career, Kocab has taken home at least 35 women’s gold medals, five silver, and eight bronze. In 2011, he was awarded the world gold medal for veteran women in Croatia.
Kocab began fencing in the women’s veteran category in 2010, having previously competed as a male. Records of awards and titles earned by Kocab in the men’s category are scarce; however, archival documents on the US Fencing website show Kocab placed fifth for the University of Detroit Mercy in the 1973 National Collegiate Fencing Championship.
In July, Kocab, was named the 2023 National Champ in the Vet-70 Women’s Epee. Despite being 71, Kocab is significantly physically larger than his elderly female counterparts.
Dawn Wilson, another man who identifies as transgender, was recently profiled positively by USA Fencing for Pride Month on their official Instagram account, and claims he was involved in the creation of the formal “inclusivity” policy for USA Fencing.
Wilson is currently rated 7th in the country in the Over 50 Women’s Division. According to his profile, Wilson is a two-time Women’s Veteran World Saber Champion, having received the title in both 2014 and 2015. He was also a US Veteran World Championship Team Member in 2017 and 2018 and has reached a world ranking of 14th on several occasions.
A vocal trans activist, Wilson has expressed disapproval over a bill in his home state that would prevent the medical transitioning of minors. Kentucky’s Senate Bill 150, which was blocked by a federal judge at the end of June at the behest of the American Civil Liberties Union (ACLU), would prohibit health care providers in the state from administering puberty-halting drugs and performing “gender-affirming” surgeries on children.
He currently sits on the board of the United States Fencing Association where he has served as the Kentucky Division Chair since 2013. Speaking with local outlet Spectrum News 1 in June, Wilson said he was involved in the creation of the transgender policy put in place last fall by USA Fencing.
“One of the things with USA Fencing, especially with belonging, we take that very seriously,” Wilson said. “Because if you don’t feel like you belong, if you feel like you don’t have any agency there, you’re not going to do well in the sport.”
But Wilson is far from the only trans activist seemingly exerting control over USA Fencing policy. Damien Lehfeldt, who also sits on the Board of Directors, recently publicly stated that he was unconcerned with fairness in the sport.
On August 30, Lehfeldt posted an article to his blog, The Fencing Coach, stating that “transgender women are women” and advising female athletes that “giving [male] athletes a sense of belonging and a will to live is more powerful than medals and competitive glory.”
In response, some social media users sent him anonymous messages asking him to clarify his position, seemingly bewildered that a USA Fencing official would so brazenly oppose fair opportunities for female athletes.
“Are you okay with cis females being at a disadvantage?” one person asked Lehfeldt in a question he posted to his Instagram story, to which he simply responded: “Yeah.”
Speaking to Reduxx, an anonymous source from within fencing revealed that many female athletes are reluctant to challenge the gender self-identification policy out of fear of losing potential opportunities.
“It is reflective of fencing being linked to entry into college, specifically, and highly competitive universities. Most schools that have a fencing team are in the Ivy League, and one of the best ways to get into the Ivy League is through fencing,” the source, who has over 10 years competitive experience in the sport, explained.
“The problem with this issue is that it’s so inflammatory that it’s hard to say anything without someone calling you a bigot, a Nazi, or a ‘violent threat to other people’ for not believing that men can become women or believing that men should be competing in the women’s division.”
The source says that many USFA tournament referees are vocally pro-trans, and some female athletes have concerns that if they speak out on the gender self-identification issue that they will be penalized during competitions. She also notes that the oft-repeated advice for women to simply “drop out” of competitions in protest would be ineffective and give the trans-identified males more opportunity to dominate the field.
“National team points are given out at Division 1 tournaments regardless of the amount of people who show up. So if [a woman] decides not to show up to a tournament in protest, then it is just allowing a smaller field for a male competitor to overtake women’s places on the national team.”
The source goes on to state that she is concerned about the issue of physical safety, specifically amongst Veterans, defined as competitors over the age of 40.
“I’ve noticed an influx of trans-identified males in the Veterans category, which is concerning considering the difference between men and women as we age. Particularly, women over the age of 50 are more likely to have bone density concerns. They could be osteoporotic, have arthritis in their hands, or be peri- or post-menopausal.”
The source notes that these women are at a particular biological disadvantage due to going through changes in their bodies unique to females.
“These women are going through all these changes, they are doing something for themselves sports-wise that is bringing them a sense of dignity and purpose. And they are being told that their safety, their wins, and their dignity don’t matter, but [a] man’s mental health does.”
The source described Damien Lehfeldt’s comments as a “huge slap in the face” to older women participating in fencing.
“You wouldn’t tell a man that wins and competitive glory don’t matter. But they have the audacity to tell women this. It really drives home the fact that they don’t care about women, believe them, and are okay with disrespecting them.”
Fairness in women’s sport has become a hotly-contested issue on the global stage in recent years, with reports of trans-identified male athletes in powerlifting, cycling, swimming, running, and more taking home medals in women’s categories.
In wake of continued controversy, World Athletics updated their guidelines in March to prohibit transgender athletes who have gone through male puberty from participating in female world ranking competitions.
In a statement about their decision, World Athletics President Sebastian Coe said: “The decision that the council made is a primarily principled based decision about the over-arching need to protect the female category. This is what our sport is here to do. And I think the council has done that today.”
He continued by placing an emphasis on fairness: “We continue to take the view that we must maintain fairness for female athletes above all other considerations. We will be guided in this by the science around physical performance and male advantage which will inevitably develop over the coming years.”
Other sport governing bodies have since followed suit, but many competitions remain defiant and have maintained policies that favor trans-identified male athletes.
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Un juez de Oregon ha ordenado a los funcionarios de prisiones que clasifiquen como “vulnerable” a un violento recluso que se dice trans que presentó una demanda alegando que estaba siendo discriminado. Zera Lola Zombie, nacido Daniel Lee Smith, se quejaba de que corría peligro a manos de reclusos condenados por crímenes contra mujeres a pesar de haber asesinado él mismo a una mujer.
En septiembre de 2021, Zombie presentó una demanda contra el estado de Oregón alegando discriminación por su identidad de género. Entre las quejas, Zombie afirmaba haber sufrido “acoso continuo” por parte del personal y otros reclusos cuando estaba encarcelado en instituciones masculinas.
En la denuncia se informaba que Zombie, después de su institucionalización en la Penitenciaría Estatal de Oregón, fue puesto en una celda con Mikal Shabazz, un recluso que cumplía una condena de 40 años por múltiples delitos violentos contra mujeres. Zombie alegó que se había quejado repetidamente de que Shabazz lo acosaba sexualmente, y afirmó que Shabazz lo había agredido sexualmente en múltiples ocasiones un año entero.
Después de que el centro castigara a Shabazz como resultado de las quejas de Zombie, éste afirma que otros reclusos comenzaron a acosarlo por “chivato”.
Zombie alegó que el Departamento Penitenciario de Oregón (ODOC) había violado sus derechos al alojarlo en una prisión para hombres y al ponerlo en una celda “con un depredador sexual reconocido” que cumplía condena por “violencia contra las mujeres”. También declaró que fue “deliberada y maliciosamente” malgenerizado por los funcionarios de prisiones durante su estancia en una prisión masculina.
Los abogados de Zombie solicitaron un juicio con jurado por los asuntos expuestos en la demanda, pidiendo una suma no revelada para compensarlo por su “dolor y sufrimiento … angustia emocional … pérdidas económicas” y honorarios legales, así como una indemnización por “daños y perjuicios”.
Aunque Zombie fue trasladado al Centro Penitenciario de Mujeres de Coffee Creek en septiembre de 2021, se lo llevó rápidamente de vuelta a una cárcel masculina. Reduxx se puso en contacto con el Departamento Penitenciario de Oregón para obtener más información, pero la gerente de medios, Amber Campbell, dijo que no estaba segura de la razón del traslado.
“No conozco los detalles de por qué se produjo el traslado del adulto en custodia (AIC) Zera Zombie”, dijo Campbell. “El Comité Transgénero e Intersexual del Departamento Penitenciario recoge y revisa la información relevante relativa a los adultos bajo custodia que se identifican como transgénero o intersexuales y toma las decisiones apropiadas sobre la asignación de instalaciones y alojamiento caso por caso”.
Aunque Campbell explica que las decisiones de alojamiento se revisan cada seis meses, dice que Zombie fue devuelto a una prisión para hombres solo tres meses después de ser enviado a un centro para mujeres.
Aunque la demanda está en curso, los abogados de Zombie presentaron una moción la semana pasada para que se le designara inmediatamente como “persona vulnerable” y se le concedan alojamientos especiales. Entre las peticiones figuraban que Zombie fuera alojado en una celda privada en una unidad sin delincuentes sexuales y que, en última instancia, fuera transferido de nuevo a Coffee Creek.
El 8 de septiembre, un día después de que se presentara la moción, un tribunal de Oregón accedió a la petición de Zombie de ser designado como persona “vulnerable” y ordenó al ODOC que cumpliera con varias de sus demandas, incluida la de alojamiento privado.
Curiosamente, entre las peticiones rechazadas por el Tribunal estaba la demanda de Zombie de un traslado de vuelta a una prisión de mujeres.
Zombie está cumpliendo una condena de 35 años por cargos que incluyen el brutal asesinato en 2014 de Samantha Brown, que entonces era su novia. El cadáver de Brown fue encontrado en la caravana en la que vivía Zombie, la mujer había sido golpeada hasta la muerte. Si bien nunca se aclaró el motivo del crimen, Brown dejaba cuatro criaturas de corta edad.
Durante el juicio, Zombie se declaró culpable de homicidio involuntario y agresión para evitar posibles condenas por asesinato e intento de asesinato que podrían haberle acarreado una sentencia de prisión de por vida sin libertad condicional. También fue acusado de otra agresión en primer grado contra otra persona, así como un cargo de fabricación de metanfetamina.
Zombie empezó a identificarse como transgénero en 2020 y comenzó un régimen hormonal ese mismo año. Desde entonces, ha cambiado su nombre y marcador de género en documentos legales. Sus abogados en la demanda también insisten en que ha desarrollado “senos obvios” debido a las hormonas, y han usado ese hecho para enfatizar que corre mayor riesgo en una prisión de hombres.
Los registros de reclusos revelan que Zombie se encuentra actualmente en el Centro Penitenciario Two Rivers, donde afirma que el personal lo ha tachado de “mentiroso” y “pendenciero”, aparentemente por presentar quejas continuas sobre su alojamiento, compañeros de celda, tratamiento y otros factores cotidianos que considera insatisfactorios. En la moción presentada la semana pasada, los abogados de Zombie afirmaban que fue agredido sexualmente por su último compañero de celda en el centro, quien dice que lo sometió a un analingus no deseado entre otros actos sexuales.
El tribunal ha fijado una vista para el 15 de septiembre en la que se determinará si se mantienen las medidas provisionales concedidas a Zombie y se debatirán otras “soluciones prácticas destinadas a remediar” sus quejas. Después de la vista, Zombie puede ser transferido de nuevo a la prisión de mujeres de Coffee Creek.
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