La policía amenaza con arrestar a una popular activista británica por los derechos de las mujeres a menos que asista a una entrevista para hablar de una investigación sobre sus “crimen de odio”.
El 21 de noviembre, Kellie-Jay Keen, también conocida por su apodo Posie Parker, publicó un video en sus canales de redes sociales titulado “Me van a arrestar“. En el video, Keen se graba a sí misma devolviéndole la llamada a una agente de policía de Sussex. La policía, PC Gammon, invitó a Keen a una entrevista voluntaria a la comisaría de Brighton debido a acusaciones de que cometió un crimen de odio en septiembre.
“El delito es el uso de palabras o comportamientos que incitan al odio por motivos de orientación sexual. Es una entrevista voluntaria para que también puedas dar tu versión de la historia”, se oía a Gammon decirle a Keen.
Keen preguntó cuál era el presunto crimen de odio pero, aunque la policía no le dio información específica, sí le dijo que estaba relacionado con el evento “Let Women Speak” de Keen en Brighton del 18 de septiembre.
Keen le preguntó a Gammon si la policía había visto alguna evidencia que sugiriera que había cometido un crimen de odio por motivos de orientación sexual. La agente respondió que tenían motivos para considerar la denuncia y, por lo tanto, habían tomado la decisión de invitarla a un interrogatorio.
Aunque Gammon inicialmente afirmó que la entrevista era voluntaria, más tarde sugirió que si Keen no asistía, le pediría a su comisaría local que la arrestara. Keen anunció en las redes sociales que no tenía intención de asistir a la entrevista.
Como fundadora de Standing For Women, Keen viaja por todo el Reino Unido y acaba de volver de los Estados Unidos, donde ha organizado eventos de libertad de expresión y ha animado a las mujeres a expresar sus puntos de vista sobre temas que las afectan en relación con la ideología de género.
La aparición de Keen el 18 de septiembre en Brighton fue en uno de esos eventos de libertad de expresión. Varios cientos de personas asistieron y, durante el evento, tres contramanifestantes fueron arrestados. Reduxx estaba allí y capturó imágenes de los arrestos.
Uno de los contramanifestantes, de 19 años, fue detenido bajo sospecha de agresión y un hombre de 20 años, fue arrestado bajo sospecha de obstrucción a un agente de policía.
Otro hombre, Craig Thomas, de 50 años, fue arrestado en un principio bajo sospecha de agresión sexual por tocamientos, pero se le ha añadido el delito de asalto y dos cargos de posesión de un cuchillo. Nadie del lado de Keen en la manifestación fue arrestado el día en que tuvo lugar su presunto crimen de odio.
Keen acaba de regresar de su gira por los Estados Unidos (en español). En su última parada en la ciudad de Nueva York, al menos nueve personas fueron arrestadas durante las protestas que estallaron en oposición al evento Let Women Speak. Keen no pudo aparecer en dicho evento debido a las preocupaciones por su seguridad.
Tanto los transactivistas como Antifa suelen aparecer para protestar duramente los eventos de Keen debido a su fuerte defensa de los derechos de las mujeres basados en el sexo. Aunque ni Keen ni ninguno de sus partidarios ha sido nunca arrestado en ninguno de sus eventos por la libertad de expresión, la investigación por parte de la policía de Sussex no es la primera.
En julio de 2022, dos agentes de policía visitaron la casa de Keen alegando que había sido “desagradable con los pederastas” en su canal de YouTube, y que estaba siendo investigada por un incidente de odio.
En 2018, Keen decidió asistir a un interrogatorio voluntario de la policía de West Yorkshire tras ser denunciada por Susie Green, directora ejecutiva de la organización benéfica transactivista Mermaids.
Keen había hablado sobre la decisión de Green de llevar a su hijo adolescente a Tailandia para que le hicieran una operación de “reasignación de sexo”. El hijo de Green tenía 16 años en aquel momento, y no era elegible en el Reino Unido debido a su corta edad. Keen lo describió como una “castración”.
Keen también dijo que Green había “castrado químicamente” a su hijo, ya que la CEO de Mermaids lo había llevado a los Estados Unidos a que le recetaran estrógeno cuando tenía solo 13 años. El hijo de Green fue paciente del Dr. Norman Spack en la clínica de género del Boston Children’s Hospital.
Keen contó en su canal de YouTube que Green la denunció a la policía por esas declaraciones, y que luego la policía pidió a Twitter su información privada.
La policía le dijo durante la entrevista que Green sentía que sus tweets eran “amenazadores”. La policía criticó su uso de la palabra “castración” y afirmó que la “cirugía de reasignación de sexo” no incluye la castración. La policía decidió no acusarla después de la entrevista. Las autoridades luego pasaron el caso al Servicio de Fiscalía de la Corona, que finalmente lo rechazó.
En su sitio web, Keen emitió una declaración sobre la amenaza policial más reciente, y dijo que “las palabras de las mujeres no serán silenciadas por un montón de hombres enfermos de pornografía y su policía personal”.
En declaraciones a Reduxx, Iris, una activista de los derechos de las mujeres que lleva la cuenta de Kellie-Jay Keen en Twitter, dijo que “no le sorprendía” esta última amenaza de la policía, y señaló que Keen era una defensora efectiva y, por lo tanto, a menudo era un blanco para activistas malintencionados.
“Hay unos cuantos desesperados por callarla. Es difícil decir cuál de ellos en particular es el responsable”, dice Iris.
“Espero que el centrarse en Kellie-Jay signifique que dejen en paz a otras mujeres con mucho más que perder. En mi opinión, la libertad de expresión para las mujeres bajo la ideología de género se ha estancado, por lo que no es peor ni mejor para las mujeres en este momento. Todavía nos silencian plataformas internacionales, como EventBrite, pero a nivel local, la policía está haciendo su trabajo y las reuniones se están empezando a defender”.
La policía de Sussex, que llamó a Keen y la amenazó con arrestarla, fue recientemente objeto de burlas generalizadas en las redes sociales por salir en aparente defensa de un pedófilo transgénero.
En septiembre, la policía de Sussex se vio obligada a publicar una disculpa por haber regañado a mujeres en Twitter por “misgenerizar” un pedófilo en serie que acababa de ser sentenciado. Como ya había informado Reduxx (en español), John Robert Dixon fue sentenciado a un mínimo de 12 años de prisión por 30 cargos relacionados con el abuso sexual de varios niños.
En una actualización del 27 de septiembre sobre Dixon, la policía de Sussex se refirió al depredador como una “mujer” y usó pronombres femeninos para referirse a él. Frustradas por la falta de información precisa, las feministas acudieron a Twitter para reivindicar que Dixon era un hombre y que sus crímenes no debería registrarse como cometidos por una mujer.
La policía de Sussex comenzó a responder a las usuarias y a acusarlas de hacer “comentarios de odio” hacia la identidad de género de Dixon. Tras una crítica generalizada, la policía de Sussex eliminó las respuestas y publicó una disculpa.
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