Se aprueba el traslado a un cárcel de mujeres de uno de los reclusos más violentos de Escocia

Se ha aprobado el traslado de uno de los reclusos más peligrosos de Escocia de una prisión masculina a un centro penitenciario femenino.

Tiffany Scott, de 31 años, nacido Andrew Burns, es uno de los aproximadamente 100 delincuentes en Escocia sujetos a una Orden de Restricción de por Vida (OLR). La orden significa que, independientemente de la duración de su condena, solo será puesto en libertad cuando deje de considerarse un “riesgo inmanejable para la seguridad pública”.

Burns fue inicialmente condenado por múltiples cargos de agresiones, vandalismo y resistencia a la autoridad. En 2010, agredió a una enfermera en un hospital en Crewe, Cheshire, cuando aún se le conocía por su nombre masculino. Comenzó a identificarse como transgénero y cambió su nombre por el de “Tiffany Scott” en algún momento de 2016.

“Tiffany Scott”, también conocido como Andrew Burns.

En 2013, cuando aún estaba detenido, Burns comenzó a acosar a una niña de 13 años desde su celda. Empezó a escribirle cartas perturbadoras desde la prisión de Polmont, cerca de Falkirk. Fue sentenciado a 14 meses adicionales por el crimen.

Entre agosto y octubre de 2015, Burns pidió al personal penitenciario que lo llamaran “Grandioso Todopoderoso” u “Obi Wan Kenobi”. El personal de la prisión accedió a sus peticiones de que se le conociera dentro de la cárcel como “Señor Grandioso Todopoderoso”, y se refirieron a él como tal.

Durante su estancia en un módulo de segregación en la prisión de máxima seguridad de Glenochil de Clackmannanshire, Burns esparció excrementos por su celda, se arrancó una aguja de goteo del brazo y rasgó ropa que supuestamente era resistente al desgarro.

“Se supone que es irrompible, pero Tiffany podía romperla sin problemas”, declaró entonces el oficial de prisiones Paul Locke.

También agredió a cuatro guardias y a una enfermera de la prisión durante una “protesta sucia” (nota de la traductora: la protesta sucia era una forma de protesta utilizada por los presos del IRA, que consistía en mear en el suelo y en cubrir las paredes con heces) en la prisión de Glenocil, Clackmannanshire, y agredió a una enfermera de la cárcel golpeándola en la espalda con una silla. Durante su ola de ataques, Burns también agredió a otro oficial, Kenneth Hilton, dándole un puñetazo en la cara mientras Hilton estaba sentado en un escritorio haciendo papeleo. Burns también atacó a varios otros guardias.

En 2017, Burns fue llevado a juicio por los incidentes ocurridos mientras estaba en prisión, pero el caso fue inicialmente abandonado porque se le consideraba “demasiado peligroso para el banquillo de los acusados”. Más tarde fue juzgado de nuevo tras la indignación de los funcionarios del sindicato penitenciario.

Fue llevado a juicio nuevamente más tarde ese mismo año, y durante la vista no se permitió la asistencia del público ya que Burns era conocido por “abrirse las venas a mordiscos y rociar de sangre a la gente”.

Durante su audiencia de sentencia por los ataques de 2015, Burns mostró arrebatos violentos cada vez que se referían a él como “él” en lugar de “ella”.

Burns abusó verbalmente del juez durante la sentencia, llamándolo “puto bastardo transfóbico” y “cabrón”, por ser condenado a un año adicional por cinco cargos de asalto y uno de daño criminal. Cuando se lo llevaron después de su sentencia, intentó atacar a uno de los agentes.

A lo largo de los años, Burns ha fracasado en múltiples intentos de ser trasladado a una prisión femenina.

Según el Daily Record, el último intento de Burns fue aprobado en pleno debate en Escocia sobre las reformas de la ley de reconocimiento de género. El gobierno escocés había aprobado el proyecto de reforma de la ley de reconocimiento de género, que facilitaría a los ciudadanos escoceses el “cambio de género” legal, a pesar de que los grupos de defensa de los derechos de las mujeres temían que esta medida pusiera en riesgo a mujeres y niños.

Por primera vez en 25 años, el gobierno del Reino Unido intervino y bloqueó el proyecto de ley por temor a que repercutiera en la legislación británica en su conjunto, como la Ley de Igualdad de 2010. La medida causó conmoción en todo el país, ya que las naciones autónomas, como Escocia, Gales e Irlanda del Norte, suelen tener autoridad para autogobernarse.

Solo unas semanas después de que se bloqueara el proyecto de ley, un violador escocés se convirtió en objeto de indignación internacional tras saberse que iba a ser ingresado en la prisión escocesa de Cornton Vale, exclusivamente femenina. Adam Graham, también conocido como Isla Bryson, comenzó a identificarse como mujer mientras estaba siendo juzgado por violar a dos mujeres.

La noticia del traslado fue tan difundida y comentada que la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, firme defensora de las políticas de autoidentificación de género, intervino y condenó la medida.

“Dada la comprensible preocupación pública y parlamentaria, en este caso puedo confirmar al Parlamento que este preso no será encarcelado en la prisión de mujeres de Cornton Vale”, declaró Sturgeon, dirigiéndose al Parlamento el 26 de enero.

A pesar de que el violador fue sacado en el último minuto de un centro para mujeres, y de las promesas de garantizar evaluaciones rigurosas de los reclusos transgénero en el futuro, el traslado de Burns fue aprobado sin problemas.

Burns es el cuarto recluso violento en Escocia que aparece en los titulares por identificarse como transgénero en menos de dos semanas.

Además de “Isla Brynton”, el 15 de enero se informó de que un violador en serie (artículo en español) que atacó a mujeres en vestuarios y baños, había comenzado a identificarse como transgénero y solicitaba su traslado a una prisión de mujeres. Jonathon Mallon, de 40 años, fue condenado a cadena perpetua en 2014 por una serie de cargos de violación. Ahora ha comenzado a referirse a sí mismo como “Charlene” y supuestamente ha estado “alardeando” de que estará en una prisión de mujeres para la primavera.

Días después, se reveló que un delincuente sexual encarcelado que secuestró y violó a su cuidadora había comenzado a afirmar que se identificaba como una “mujer” y a exigir cosméticos y el traslado a un centro para mujeres.

Albert Caballero, de 50 años, está actualmente recluido en la prisión de Edimburgo Saughton, donde ha cumplido la mitad de su condena y puede solicitar la libertad condicional. Pero, según los informes, Caballero ahora se jacta ante sus compañeros de prisión de que será trasladado a una prisión de mujeres antes de su puesta en libertad después reivindicar de repente una identidad transgénero. Caballero, que ahora que se hace llamar “Claire”, ha pedido a la prisión lápiz de labios rojo.


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Shay Woulahan

Shay is a writer and social media content creator for Reduxx. She is a proud lesbian activist and feminist who lives in Northern Ireland with her partner and their four-legged, fluffy friends.

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