One year after winning a women’s cycling title and standing alone on the podium, trans-identified male Lesley Mumford has again taken a first place win in a women’s racing category. Mumford, 47, seized a gold at the Desert Gravel Co2uT 100-mile race in Fruita, Colorado, which was held on May 4.
Mumford came out first in the women’s 40 to 49 age category, and placed fourth in the women’s category, and 24th overall. A total of 949 participants, mostly males, competed in the race. There were three gender divisions: male, female, and non-binary, and the only women to place ahead of Mumford in the general rankings were those half his age.
In his category, Mumford beat the second-place woman by almost 13 minutes, finishing in 6 hours and 13 minutes compared to Jessica Davies’ 6 hours and 26 minutes.
While the Co2uT is mixed-sex, the race’s founder — Morgan Murri — said he was “inspired by his daughter” to found “a girl-focused charity to reconnect kids with the wild.” In an effort to attract female riders, Co2uT offered discounted fees for the first 150 women riders to sign up to the event.
“We strive to have the highest percentage of female participants in our gravel event on the planet,” reads their website. Their races do not offer cash prizes for winners.
But this is not the first time Mumford has dominated the race. In December of 2023, he attracted ample negative attention after being the only “woman” to stand on the winner’s podium at the 100-mile Desert Gravel Co2Ut.
The women who came in second-place to Mumford in that race, Lindsey Kriete, later told media that she didn’t refuse to stand on the podium because she lost to a male, but because she didn’t place in the top three overall.
According to media, a spokesperson for the race posted on Facebook that none of the female cyclists complained about having a male in their category, and that Mumford “has undergone all required surgeries and treatments to transition from a man to a woman and would thereby qualify as a woman racer under both USA Cycling and International Olympic Committee rules.”
One popular race results website notes that Mumford has won five titles in a 12-month cycling career. This includes a second-place win in the December 2023 women’s Colorado State Cyclocross.
Mumford was previously the operations commander for the Summit County Sheriff’s Office in Ohio. He worked in law enforcement for 17 years, and ran a multi-jurisdiction SWAT team at the time of his transition. His unorthodox career trajectory resulted in him receiving sympathetic media coverage when he began claiming to be a woman.
One outlet, The Gayly, stated that Mumford was the “first transgender woman accepted to attend the FBI National Academy in its 83-year history.”
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El hombre responsable de un lucrativo sitio web de modificación corporal extrema dedicado a difundir imágenes “espeluznantes y truculentas” de castraciones y amputaciones de extremidades ha sido condenado a cadena perpetua, a servir un mínimo de 22 años. El sitio Eunuch Maker (Creador de Eunucos) de Marius Gustavson, que funcionaba mediante suscripción de pago por visión, había conseguido más de 22.000 usuarios registrados y recaudado casi 300.000 libras (casi 349.000 euros) antes de su clausura.
Las actas judiciales revelaron detalles espeluznantes de la red de modificación corporal, que se lucraba con videos explícitos de hombres que se sometían a “cirugías peligrosas, innecesarias y que cambian la vida”, incluida la extirpación de genitales masculinos.
El cabecilla, Gustavson, de 46 años, participó personalmente en al menos 30 intervenciones entre 2017 y 2021 antes de su detención, y había guardado partes del cuerpo desmembradas como “trofeos” en un congelador de su casa.
Al dictar la sentencia, el juez Mark Lucraft dijo que Gustavson había sido el cerebro de una empresa “a gran escala”, “espantosa y horripilante” y “extremadamente peligrosa”, que el juez describió como “carnicería humana”.
El juez Lucraft dijo que estaba “completamente conforme” con que la motivación “había sido una mezcla de gratificación sexual y recompensa económica”.
La defensa legal de Gustavson argumentó en su nombre que padecía un trastorno de la integridad corporal (BID) y que sólo pretendía “poner una sonrisa en la cara de la gente” ayudando a los afectados del mismo trastorno.
Rashvinderjeet Panesar, abogado de Gustavson, dijo: “Tenía el deseo de ser el arquitecto de su propio cuerpo. Su modificación lo llevó a tener sentimientos de empoderamiento. Parece a primera vista algo que se ha convertido en una adicción para él”.
Una víctima, que habló con Reduxx bajo condición de anonimato, relató la manipulación psicológica empleada por el sitio web de Gustavson, que incluía un sistema de recompensas jerárquico que “lo hacía parecer como si fuera un juego”.
Los hombres que se habían sometido a una mutilación genital verificada (ya fuera la extirpación de testículos, pene o ambos) o a la amputación de extremidades recibían una insignia de perfil que aumentaba su estatus dentro de la comunidad en línea.
La víctima que denunció los hechos presentó su declaración de impacto al Old Bailey (el Tribunal Central Penal de Inglaterra y Gales), y explicó con aterradores detalles cómo Gustavson lo ató y le administró bloqueadores de testosterona, lo que, según él, tuvieron el efecto de alterar la química de su cerebro de tal manera que lo volvieron “más manipulable” en el período previo al abuso sexual quirúrgico.
“Cuando escucho que la gente dio su consentimiento a estas intervenciones, me pregunto qué definición de consentimiento utilizan, porque yo ni de coña consentí a lo que me hicieron esa noche cuando estaba bajo los efectos de drogas”, dijo la víctima. “Nunca me hubiera ofrecido como voluntario para que me castraran con tenazas”.
En la declaración de impacto de la víctima también se mencionan las conexiones de Gustavson con los “cutters” (“cortadores”), cirujanos aficionados que castran a hombres para obtener gratificación sexual, que operan en Berlín. Un alemán relacionado con Gustavson afirmó que castró o amputó parcialmente los genitales de ocho hombres entre julio de 2018 y marzo de 2020, cuando estaba siendo juzgado en 2021 por asesinato tras la muerte de una de sus víctimas.
“Sentí un terror absoluto cuendo llevé este asunto a la policía y luego al seguir adelante con la denuncia formal, sabiendo que me estaba poniendo en un curso de colisión directa con el Sr. Gustavson, su círculo de acólitos y su sitio web donde era el líder indudable e incuestionable de unos 20.000 usuarios, y que un solo mensaje a su lista de correo nombrándome como la razón del cierre de su patio de recreo podría haber tenido serias implicaciones”, dijo la víctima anónima.
“Me ponía enfermo el saber que la policía iba a ver el video de mi castración, imaginando las risas entre los agentes, pero sabía que había que hacerlo para evitar que alguien más se sintiera coaccionado a hacer algo de lo que luego se arrepentiría”, agregó.
La víctima, cuyo testimonio fue crucial para el caso, también señaló que el Servicio de Salud de Escocia, NHS Scotland, había subido a su sitio web oficial una versión preliminar de un documento elaborado por la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero (WPATH) en el que se reconocía el término “eunuco” como una identidad de género.
El pasado mes de diciembre, Gustavson compareció ante el Tribunal Penal de Old Bailey en Londres a través de videoconferencia desde la cárcel de HMP Belmarsh, donde ha estado recluido durante el proceso judicial, y admitió los cargos de causar lesiones corporales graves con intención.
Otros seis hombres comparecieron ante el tribunal y admitieron su participación en el grupo fetichista de modificación corporal. Entre ellos se encontraban Peter Wates, ex miembro ahora jubilado de la Royal Society of Chemists (Real Sociedad de Químicos), y Janus Atkin, que estaba estudiando veterinaria.
Además, Gustavson también se declaró culpable de hacer y distribuir dos videos indecentes de una criatura entre enero de 2017 y enero de 2020. La fuente anónima involucrada en el caso judicial recordó las “arcadas” que sintió cuando un agente le dijo que entre la pornografía sadomasoquista encontrada en los dispositivos de Gustavson, también había representaciones de abuso sexual infantil.
Los medios de difusión de la mutilación genital formaban parte de un proyecto más amplio de una red de hombres que ayudaban a Gustavson y realizaban amputaciones fetichistas y otros procedimientos con fines de gratificación sexual. Los ex enfermeros Nathaniel Arnold, de 46 años, Jacob Crimi-Appleby, de 23, y Damien Brynes, de 36, ayudaron a Gustavson a extirpar algunas partes de su propio cuerpo, y ya han sido condenados por ello.
Crimi-Appleby utilizó su acceso a material médico para congelar la pierna de Gustavson, lo que provocó que hubiera que amputarla. Brynes le extirpó el pene y Arnold facilitó la extirpación parcial de uno de los pezones de Gustavson. Arnold también admitió haber robado lidocaína en el Chelsea and Westminster Hospital, donde trabajó como enfermero entre enero de 2016 y enero de 2022, y estar en posesión de imágenes pornográficas extremas.
Brynes, Arnold y Crimi-Appleby han admitido haber causado lesiones corporales graves con intención. Sorprendentemente, un video presentado ante el tribunal mostraba a Byrnes cortando el pene de Gustavson con un cuchillo de cocina, mientras bromeaba: “Pues ya está, uno menos de la lista de deseos”.
Gustavson, que se identifica como “nulo”, se había anunciado en una aplicación de contactos gay en busca de ayuda para convertirse en eunuco y le ofreció a Byrnes, un escort, 500 libras (581 euros) para llevar a cabo el procedimiento en su piso de Haringey el 18 de febrero de 2017.
Gustavson se refirió a Byrnes como un “ayudante sexy y pervertido” y, en los días previos a la operación, afirmó haber realizado otras similares a más de 26 individuos, extirpándoles tanto el pene como los testículos. Byrnes admitió haber realizado la castración para obtener beneficios económicos, y el video se publicó en el sitio web de Gustavson, que cobraba honorarios según un modelo de pago por visión.
Además de los enfermeros, el cirujano Peter Wates, de 66 años, conocido como la “mano derecha” de Gustavson, habría participado en 9 de las 29 intervenciones conocidas. También admitió haber conspirado para cometer lesiones graves.
La fiscal Caroline Carberry dijo al tribunal que “la naturaleza y escala” del “lucrativo negocio de las cirugías peligrosas, innecesarias y que cambian la vida llevadas a cabo por personas no cualificadas médicamente… no tiene precedentes”.
“Todos estos individuos estaban activos en el mundo de la modificación corporal extrema o la mutilación y la mutilación consentida de genitales masculinos”, añadió Carberry. “Una característica notable de este caso es que el sitio web operaba a la vista de todos, y no en la web oscura, accesible para cualquiera que se topara con él y tuviera la inclinación y los medios para pagar para ver las espantosas imágenes”.
También guardaba genitales extirpados, como testículos, como “trofeos” en su casa de Harringay y “vendía” partes del cuerpo a otros. Según las actas judiciales, las partes del cuerpo salían a subasta en Internet mediante un botón de “cómpralo ahora”. La víctima más joven identificada tenía 16 años.
La fiscal Carberry KC dijo que había “clara evidencia” de canibalismo y que Gustavson parecía haber creado una “fuente de ensalada artísticamente preparada” de testículos cocidos. Carberry mostró al tribunal imágenes de partes del cuerpo guardadas en bolsas de plástico en el congelador de Gustavson y señaló que “no era raro que algunos de estos acusados se guardaran los genitales extirpados”.
Tras su detención en 2021, los agentes descubrieron el propio pene de Gustavson escondido en un cajón de su casa, donde se había guardado el miembro amputado durante cuatro años. Sin embargo, “Gustavson no fue el único acusado que guardaba trofeos de sus cirugías”, explicó la fiscal Carberry.
También describió una videollamada que Gustavson mantuvo con un usuario del sitio web de Suecia en la que le mandó al hombre que se “mutilara a sí mismo” cortándose los testículos con un cuchillo. Apenas tres días mas tarde, Gustavson instó al hombre a que también se extirpara el pene.
Gustavson fue detenido junto con otros seis hombres en febrero de 2022. Poco después de su arresto, declaró a The Independent en una entrevista que él mismo se había sometido a una orquiectomía amateur y que había realizado la operación a otros 58 hombres. Declaró que se había extirpado quirúrgicamente sus propios genitales porque quería “parecer un muñeco Ken sin nada ahí abajo”.
La práctica de extirpar los testículos o amputar el pene está vinculada a una subcultura fetichista de modificación corporal masculina conocida como “nulificación”, y los participantes se identifican a sí mismos como “nulos” o “smoothies”. Cuando anunciaba en Internet su sitio y servicios de Creador de Eunucos, Gustavson se hacía llamar Theo y se describía a sí mismo como un “nulo feliz”.
Gustavson tenía varias cuentas en las redes sociales con los alias @nullotheo, @ampunullotheo, @chubtheo y @theo-eunuchmaker. Sus seguidores en X eran hombres que se identificaban como transgénero e individuos involucrados en el fetichismo de la castidad, el eunuquismo y la nulificación. En una de sus cuentas tenía una estilizada bandera del orgullo “no binario” en su cabecera.
Un sitio web propiedad de Gustavson, eunuchmaker.co.uk, vendía videos gráficos de castraciones y amputaciones. Registrado en 2016, también ofrecía la opción de suscripciones mensuales de pago para ver en streaming videos de penectomías. Las suscripciones premium incluían la opción de una “castración gratuita realizada por el Creador de Eunucos”.
Un formulario de registro en el sitio enumeraba posibles “identidades de género” basadas en criterios sadomasoquistas. Entre ellos estaban eunuco, nulo (nulificación) y cutter (cortador), un eufemismo para referirse a una persona que realiza cirugías de modificación genital masculina.
Las promociones en su plataforma principal dirigen a los visitantes a otra URL propiedad de Gustavson, Eunuchmaker.info. Las versiones archivadas de la página redirigen a otra comunidad en línea, the-em.com, que aparece citada en los cargos penales presentados el 21 de octubre de 2020 en el estado estadounidense de Oklahoma contra dos hombres que participaron en cirugías genitales fetichistas.
Bobby Lee Allen y su compañero Thomas Evan Gates fueron acusados de conspiración para cometer una operación quirúrgica sin licencia, de mutilación y de omisión del deber de enterrar un miembro humano muerto, de asalto y de agresión con un arma peligrosa.
Los dos hombres, que se describen a sí mismos como “caníbales”, le extirparon los testículos a un residente de Virginia de 28 años como parte de una cirugía de reasignación de género realizada ilegalmente. Después, según las actas judiciales, Allen se rió y le dijo a la víctima que iba a comerse sus miembros amputados.
Allen había afirmado tener 15 años de experiencia y una cola de pacientes en espera de futuras intervenciones. La víctima alegó además que Allen se jactó de haber dejado a un hombre “abierto” para que muriera después de una operación. Allen y Gates habían engañado al hombre para que fuera a su cabaña a través del sitio web y el foro de Creador de Eunucos de Gustavson.
En otro caso espeluznante relacionado con el foro de Gustavson, un anciano de Florida fue condenado a tres años de prisión después de una castración casera sangrienta y chapucera que realizó y grabó, aparentemente con la intención de transmitir las imágenes a través del sitio Eunuch Maker. Gary Van Ryswyk, de 76 años, realizó la cirugía genital en agosto de 2019 a una víctima masculina, que entonces tenía 53 años.
A pesar de la cobertura internacional de la perturbadora red de mutilación genital, los medios de comunicación no señalaron que Gustavson había sido un miembro destacado de la comunidad activista LGBT.
En 2018, la Organización Noruega para la Diversidad Sexual y de Género (FRI) presionó con éxito a la Organización Mundial de la Salud para despatologizar oficialmente el fetichismo, el sadomasoquismo y el travestismo fetichista, eliminándolos de la 11ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE-11).
La iniciativa de LLH/FRI se denominó “Revisar F65”, en referencia a la categoría de clasificación designada por las directrices de la CIE de la OMS. En la versión 10 del manual, bajo el epígrafe “F65”, figuraban los “trastornos de la preferencia sexual“: fetichismo, fetichismo travesti, sadomasoquismo, voyeurismo y pedofilia.
En una convención de LLH/FRI celebrada en 2004, el mandato de Revisar F65 se expresó explícitamente en la plataforma política de la organización. Fue durante este tiempo cuando Gustavson ocupó un puesto de liderazgo en el grupo activista.
“Además del trabajo nacional”, afirma el sitio web de la campaña, “Revisar F65 también tiene un mandato internacional para motivar a otros países a eliminar sus versiones nacionales de los diagnósticos de SM/fetiche de la CIE”.
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A high school track athlete in Bridgeport, West Virginia, has joined an ongoing lawsuit challenging the inclusion of trans-identified males in female sports. The student, Adaleia Cross, identified in the declaration as “A.C.,” alleges that fellow track team member Becky Pepper-Jackson, a boy who claims to identify as a girl, made several sexually abusive and vulgar remarks about her, which caused her “deep distress.”
According to a statement by the 15 year-old girl added as evidence to the lawsuit State of Tennessee, et al v. Cardona, et al (U.S. Secretary of Education) on May 8, Pepper-Jackson, 13 years-old and identified as B.P.J., made “several offensive and inappropriate sexual comments” towards Cross. The harassment escalated, she said, during their final year of middle school, when “the comments became much more aggressive, vile, and disturbing.”
The suit alleges that Pepper-Jackson would say “suck my dick” to both the complainant and other girls on the team.
“During the end of that year, about two to three times per week, B.P.J. would look at me and say ‘suck my dick.’ There were usually other girls around who heard this. I heard B.P.J. say the same thing to my other teammates, too,” Cross said.
“B.P.J. made other more explicit sexual statements that felt threatening to me. At times, B.P.J. told me quietly ‘I’m gonna stick my dick into your pussy.’ And B.P.J. sometimes added ‘and in your ass,’ as well. These comments were disturbing and caused me deep distress.”
The sexual abuse took place while Pepper-Jackson shared a locker room with the teen girls, as well as during track practice, Cross said. The comments made the girl feel “confused and disgusted,” she explained, “especially confusing because I was told that B.P.J. was on the girls’ team because B.P.J. identifies as a girl, but the girls on the team never talked like that.”
Concerned, Cross reported the sexual comments to her track coach and to school administrators. However, “nothing changed,” she said, and Pepper-Jackson “got very little or no punishment” for saying things other students would be penalized for.
“I was glad to move into high school in the Fall of 2023 so that I would not have to deal with B.P.J.’s harassment since B.P.J. is still in middle school. But because the middle school and high school share the same track and have overlapping practice times, I still see B.P.J. up to three times per week at girls’ discus and shot put practice,” Cross explained.
She also described her fears for future school activities that may include Pepper-Jackson. According to her statement, both Pepper-Jackson and Cross play the trumpet in the marching band.
“In marching band, we have many band trips that require overnight stays, where students share hotel rooms without an adult staying in the room with them. I am hesitant to continue playing in the band because I am uncertain whether I will be forced to share a hotel room or be exposed to B.P.J. on these trips.”
Cross additionally voiced her concern for Pepper-Jackson’s female peers, positing that his presence in the locker room of 12 and 13 year-old girls could deter them from playing sports altogether.
“I also worry about the little 6th-grade girls who are on the same team as B.P.J. right now. If I were in 6th grade and had to deal with sexual comments from a biological male two years older than me who was changing in the same locker room as me, I wouldn’t even play sports. It wouldn’t be worth it.”
She further spoke up on behalf of her younger sister, who she fears will be in an uncomfortable scenario with Pepper-Jackson in the future, when she enters high school and encounters him as a senior athlete.
“My younger sister… is a good athlete, but she is very shy, and I can’t imagine how she would feel if B.P.J. said those sexual comments to her while they were competing in sports or changing in the locker room. I do not want that to happen. I believe that girls’ sports should be for girls only. Males, even those who identify as girls, do not belong on girls’ sports teams or in girls’ locker rooms,” she stated.
Cross noted that while Pepper-Jackson had never previously been one of the top athletes at Bridgeport Middle School (BMS), he experienced a dramatic change in his abilities during the 2022 – 2023 school year, and “suddenly became one of the top three throwers in shot put and discus at BMS.”
Until April of last year, Cross was in the top three on her team for discus in the 7th and 8th grade, but “that changed as B.P.J. started beating me.”
As Pepper-Jackson began to outrank her, she says the boy mocked her, making remarks such as, “You have more testosterone than I do, and I am still beating you.”
In April 2023, the night before a championship meet, Cross was pulled aside by her coach and told she had been “knocked out” of her position in the Mid Mountain 10 MS Championships.
“At that point, B.P.J.—a male almost two years younger than me—had passed my personal record in shot put (24’ 1”) by almost three feet (27’). And B.P.J. had passed my personal record in discus (55’ 2”) by more than 10 feet (66’ 0”),” she said.
“Because B.P.J. now ranked in the top three in shot put and discus, I was pushed out of the top three to fourth place at BMS in those events. And it meant that I did not get to compete in shot put or discus in the Mid Mountain 10 MS Championships on April 29, 2023.” Cross was not given the opportunity to compete in discus or shot put for the remainder of the season.
The girl added that she did not want to share a locker room with Pepper-Jackson, expressing safety concerns and embarrassment at the thought of changing around a boy. But she felt as though she could not speak up due to the risk of being labeled “transphobic,” and that she felt “unheard and unseen.”
In a recent op-ed for Fox News, Cross expressed shock that she had been put in this situation.
“It’s 2024, and I thought things were equal for women — that if I tried my best, I had a fair chance. But now, in the name of progress and diversity, the Biden administration is trying to take away my right to safety and my right to compete in sports. That’s not progress,” Cross said, referring to the decision by the President to expand Title IX sports protections to include “gender identity,” thereby removing sex-based policies.
Last month, the Fourth Circuit Court of Appeals blocked a West Virginia law known as the Save Women’s Sports Act that would have protected single-sex sports and required Pepper-Jackson’s removal from the girls’ track team. The boy was a primary focus of the ruling, as he is being used as a poster child by the trans activist lobbying group the American Civil Liberties Union (ACLU), which in 2021 filed the challenge to West Virginia’s bill requiring an adherence to sex categories in sports.
In the April 16 ruling, Judge Toby Heytens stated, “Offering B.P.J. a ‘choice’ between not participating in sports and participating only on boys teams is no real choice at all.”
“The defendants cannot expect that B.P.J. will countermand her social transition, her medical treatment, and all the work she has done with her schools, teachers, and coaches for nearly half her life by introducing herself to teammates, coaches, and even opponents as a boy,” Judge Heytens added.
“As the Fourth Circuit made clear in this ruling, West Virginia’s effort to ban one 13-year-old transgender girl from joining her teammates on the middle school cross country and track team was singling out Becky for disparate treatment because of her sex,” Lambda Legal Staff Attorney for Youth Sruti Swaminathan said, in a press release published by the ACLU of West Virginia. “That’s discrimination pure and simple, and we applaud the court for arriving at this just decision.”
In an act of defiance against the ruling allowing Pepper-Jackson to remain in girls’ sports and locker rooms, five middle-school girls chose to forfeit rather than compete against the boy, in a silent protest on April 18 that saw them stepping out of a shot put circle. The girls were athletes with Lincoln Middle School, and were participating in the 2024 Harrison County Middle School Championships at Liberty High School in Clarksburg, West Virginia.
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The man behind a lucrative extreme body modification website dedicated to streaming “grisly and gruesome” footage of castrations and limb amputations has been jailed for life with a minimum of 22 years. Marius Gustavson’s Eunuch Maker site, which operated on a pay-per-view subscription basis, had amassed over 22,000 registered users and brought in nearly £300,000 before it was shut down.
Court proceedings revealed horrific details of the body modification ring, which profited from explicit videos of men undergoing “dangerous, unnecessary and life-changing surgeries,” including the removal of male genitals.
The ringleader, Gustavson, 46, was personally involved in at least 30 procedures between 2017 and 2021 before he was arrested, and had kept dismembered body parts as ‘trophies’ in a freezer at his home.
When handing down the sentence, Judge Mark Lucraft said Gustavson had been the mastermind of a “large-scale,” “gruesome and grisly”, and “extremely dangerous” enterprise, which the judge described as “human butchery.”
Judge Lucraft said he was “entirely satisfied” that the motivation “was a mix of sexual gratification as well as financial reward.”
Gustavson’s legal defense argued on his behalf that he was suffering from body integrity disorder (BID) and was merely attempting to “put a smile on people’s faces” by helping those similarly afflicted.
Rashvinderjeet Panesar, defending Gustavson, said: “He had a desire to be the architect of his own body. His modification led him to feelings of empowerment. It appears at face value to be something that’s become an addiction for him.”
One victim, who spoke with Reduxx under the condition of anonymity, told of the psychological manipulation employed by Gustavson’s website, which included a hierarchical rewards system that “made it feel like a game.”
Men who had undergone a verified genital mutilation – whether removal of testicles, penis, or both – or limb amputation were awarded a profile badge that increased their status within the online community.
The victim who came forward presented his impact statement to the Old Bailey, and explained in terrifying detail being strapped down and administered testosterone blockers by Gustavson, which he said had the effect of altering his brain chemistry in a manner which made him “more pliable to manipulation” in the period leading up to the surgical sexual abuse.
“When I hear that people consented to these procedures I wonder what definition of consent they are going with, because I sure as hell did not consent to what happened to me that drug-fuelled night,” the victim said. “I would never have volunteered for castration by burdizzo.”
Also mentioned in the victim impact statement is Gustavson’s connections to “cutters,” amateur surgeons who castrate men for sexual gratification, operating in Berlin. One German man associated with Gustavson claimed that he castrated, or partially amputated the genitals of, eight men between July 2018 and March 2020, while on trial in 2021 for murder after one of his victims died.
“I experienced absolute terror bringing this matter to the police and pressing on with the formal complaint, while knowing I was putting myself on a direct collision course with Mr. Gustavson, his circle of acolytes, and his website where he was undoubted and unquestioned leader of some 20,000 users, and that a single message to his mailing list naming me as the reason for the closure of their playground could have had serious implications,” the unnamed victim said.
“I felt sick knowing that the police were going to watch the video of my castration, imagining the laughter amongst the officers, but I knew it had to be done to stop anyone from being coerced into something that they would go onto regret,” he added.
The victim, whose testimony was crucial to the case, also noted that NHS Scotland had uploaded a draft version of a document produced by the World Professional Association for Transgender Health (WPATH) to their official website which acknowledged “eunuch” as a gender identity.
The document was later pulled from the site and an official apology was issued. However, as previously reported exclusively by Reduxx, the guidance written by leading figures at WPATH had been created in collaboration with another group of men who operated in an online forum hosting sadomasochistic castration and child abuse content.
Last December, Gustavson appeared at the Old Bailey Criminal Court in London via video link from HMP Belmarsh, where he has been detained during court proceedings, and admitted to charges of causing grievous bodily harm with intent.
Six other men appeared in court and admitted their roles in the body modification fetish group. Among them were Peter Wates, a retired former member of the Royal Society of Chemists, and Janus Atkin, who was training to become a veterinarian.
Separately, Gustavson also pleaded guilty to making and distributing two indecent videos of a child between January 2017 and January 2020. The anonymous source involved in the court case recalled the “wave of revulsion” he felt after an officer told him that among the sadomasochistic pornography found on Gustavson’s devices, there were also depictions of child sexual abuse.
The streaming genital mutilation media was part of a larger endeavor undertaken by a network of men who aided Gustavson and performed fetishistic amputations and other procedures for sexual gratification. Former nurses Nathaniel Arnold, 46, Jacob Crimi-Appleby, 23, and Damien Brynes, 36, assisted Gustavson with removing some of his own body parts, and have since been convicted.
Crimi-Appleby used his access to medical supplies in order to freeze Gustavson’s leg causing it to require amputation. Brynes removed his penis and Arnold facilitated the partial removal of one of Gustavson’s nipples. Arnold also admitted stealing lidocaine while working as nurse at Chelsea and Westminster Hospital between January 2016 and January 2022, and possession of extreme pornographic images.
Brynes, Arnold, and Crimi-Appleby have all admitted causing grievous bodily harm with intent. Shockingly, a video presented in court showed Byrnes cutting off Gustavson’s penis with a kitchen knife, while joking, “Well, that’s one off the bucket list.”
Gustavson, who identifies as a “nullo,” had advertised on a gay hookup app seeking assistance in becoming a eunuch before offering Byrnes, an escort, £500 to carry out the procedure at his his Haringey flat on February 18, 2017.
Gustavson referred to Byrnes as a “sexy, kinky helper” and, in the days leading up to the surgery, claimed to have performed similar operations on over 26 individuals, removing both their penis and testicles. Byrnes admitted to performing the castration for financial gain, and the video was shared on Gustavson’s website, which charged fees on a pay-per-view model.
In addition to the nurses, 66-year-old surgeon Peter Wates, referred to as Gustavson’s “right-hand man,” was said to have played a role in nine out of the 29 known procedures. He also admitted to conspiracy to commit grievous bodily harm.
Prosecutor Caroline Carberry told the court that “the nature and scale” of the “lucrative business in the dangerous, unnecessary and life-changing surgeries carried out by non-medically qualified individuals… is without precedent.”
“All of these individuals were active in the extreme body modification or mutilation scene and the consensual or mutilation of male genitalia,” Carberry added. “It is a remarkable feature of this case that the website was operating in plain sight – not on the dark web – accessible to anyone who stumbled upon it and had the inclination and means to pay to view the gruesome footage.”
He also kept removed genitalia such as testicles as “trophies” in at his Harringay home and “sold” body parts to others. According to court records, body parts were put up for auction online via a “buy it now” button. The youngest victim identified was 16 years old.
Prosecutor Carberry KC said there was “clear evidence” of cannibalism and that Gustavson had apparently created an “artfully arranged salad platter” of cooked testicles. Carberry showed the court images of body parts stored in plastic bags contained in Gustavson’s freezer and noted that “it wasn’t unusual for the excised genitalia to be kept by some of these defendants.”
Following his 2021 arrest, officers had discovered Gustavson’s own penis tucked away in a drawer at his home, where he had been keeping his amputated member for four years. However, “Gustavson wasn’t the only defendant to keep trophies from his surgeries,” prosecutor Carberry explained.
She also described a video call Gustavson conducted with one site user in Sweden wherein he instructed the man to “maim himself” by slicing off his testicles with a knife. Just three days later, Gustavson would then urge the man to remove his penis, as well.
Gustavson was initially arrested along with six other men in February 2022. Shortly after his arrest, he told The Independent in an interview that he had undergone an amateur orchiectomy himself and carried the operation out on 58 other men. He stated that he had his own genitals surgically removed because he wanted to “look like a Ken doll with nothing down there.”
The practice of removing the testicles or amputating the penis is linked to a male body modification fetish subculture known as “nullification,” and participants identify themselves as “nullos” or “smoothies.” While advertising his Eunuch Maker site and services online, Gustavson called himself Theo and described himself as a “happy nullo.”
Gustavson ran several social media accounts, using the handles @nullotheo, @ampunullotheo, @chubtheo, and @theo-eunuchmaker. His accounts on X were followed by men who identified as transgender, as well as those involved in chastity fetishism, eunuchdom, and nullification. On one account, he displayed a stylized “non-binary” pride flag in his header.
A website owned by Gustavson, eunuchmaker.co.uk, sold graphic videos of castrations and amputations. Registered in 2016, it also offered the option of paid monthly memberships for streaming videos of penectomies. Premium subscriptions included the option of a “free castration performed by the EunuchMaker.”
A registration form on the site listed possible “gender identities” based on sadomasochistic criteria. Among them were eunuch, nullo (nullification), and cutter, a euphemism for a person who performs male genital modification surgeries.
Promotions on his primary platform direct visitors to another URL owned by Gustavson, Eunuchmaker.info. Archived versions of the page redirect to yet another online community, the-em.com, which is cited in criminal charges filed October 21, 2020, in the U.S. state of Oklahoma against two men who participated in fetishistic genital surgeries.
Bobby Lee Allen and his partner Thomas Evan Gates were charged with conspiracy to commit an unlicensed surgery, maiming, and failure to bury a dead human member, and assault and battery with a dangerous weapon.
The two men, self-described ‘cannibals’, removed the testicles of a 28-year-old Virginia resident as part of an illegally conducted gender reassignment surgery. Afterwards, according to court records, Allen laughed and told the victim he intended to consume his amputated members.
Allen had claimed to have had 15 years of experience and several other patients lined up for future procedures. The victim further alleged that Allen boasted of leaving a man “open” to die after an operation. Allen and Gates had lured the man to their cabin by way of Gustavson’s Eunuch Maker’s website and forum.
In another grisly case involving Gustavson’s forum, an elderly Florida man was sentenced to three years in prison following a bloody botched home castration he performed and recorded on camera, apparently intending to broadcast the footage through the Eunuch Maker site. Gary Van Ryswyk, 76, performed the genital surgery in August 2019 on a male victim, then aged 53.
Despite the international coverage of the disturbing genital mutilation ring, media failed to note that Gustavson had been a prominent member of the LGBT activist community.
According to Gustavon’s LinkedIn profile, he was a volunteer and Senior Steward for London’s Pride organization between 2016 to 2019. His first Eunuch Maker site was registered in 2016, and in 2018, he started a film production company called Nullset.
In 2018, The Norwegian Organization for Sexual and Gender Diversity (FRI) successfully lobbied the World Health Organization to officially depathologize fetishism, sadomasochism, and fetishistic transvestitism by removing them from the 11th revision of the International Classifications of Diseases and Related Health Problems (ICD-11).
The initiative by LLH / FRI was called “Revise F65,” in reference to the classification category designated by the WHO’s ICD guidelines. Listed under “F65” in version 10 of the manual were “disorders of sexual preference:” fetishism, transvestic fetishism, sadomasochism, voyeurism, and pedophilia.
At a 2004 LLH / FRI convention, the Revise F65 mandate was explicitly expressed in the organization’s political platform. It was during this time that Gustavson served in a leadership position for the activist group.
“In addition to national work,” the campaign’s website states, “Revise F65 also have an international mandate to motivate other countries to remove their national versions of the SM/fetish ICD diagnoses.”
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El Kansas City Star publicó un perfil elogioso sobre un recluso que se dice transgénero condenado por dirigir una red de tráfico sexual en varios estados, alabando su “lucha por los derechos” mientras estaba encarcelado en una prisión de Kansas. Ayana Satyagrahi, antes conocido como Marcus Choice Williams, cumple una condena de 30 años en una institución federal por delitos contra mujeres.
El artículo, escrito por la periodista Katie Pierce, comienza describiendo la fascinación infantil de Satyagrahi por la ropa de su hermana.
“Ayana Satyagrahi tenía cinco años cuando empezó a jugar en el armario de su habitación a ponerse el vestido amarillo de su hermana pequeña. Ahora tiene 49 años y vive en una celda en la prisión de hombres en Leavenworth no mucho más grande que ese armario”, comienza el artículo, señalando que “Satyagrahi es una de las aproximadamente 2.170 personas transgénero bajo la supervisión de la Oficina Federal de Prisiones”.
La gran mayoría del artículo está dedicado a las supuestas dificultades de Satyagrahi en una cárcel de hombres, y él mismo afirma que la Oficina de Prisiones es “hostil” hacia los reclusos transgénero.
‘Live my truth’: Transgender woman fights for rights inside Leavenworth men’s prison https://t.co/yhh4AQWAGw
Sólo una línea está dedicada a los crímenes de Satyagrahi, y en ella Pierce escribe que fue “condenado a 30 años en un caso de tráfico sexual”, y luego minimiza sus crímenes describiéndolos como “reclutar mujeres para el trabajo sexual”.
Pero las actas judiciales y las publicaciones del Departamento de Justicia pintan una imagen drásticamente distinta de los delitos de Satyagrahi, revelando que era un proxeneta violento que captaba a las mujeres más vulnerables y las atrapaba en el comercio sexual utilizando la violencia.
Según un comunicado de 2011 del FBI, el Fiscal General de Derechos Civiles, Thomas E. Pérez, dijo que la explotación de mujeres vulnerables por parte de Satyagrahi mediante el tráfico sexual era el equivalente a la “esclavitud moderna”.
A partir de 2003, Satyagrahi comenzó a operar como proxeneta en el área de Dallas-Fort Worth. En 2006, amplió sus operaciones a una empresa de tráfico sexual en varios estados, gestionando sitios web de “acompañantes” (“escorts”) y facilitando la compra sexual de mujeres.
El objetivo específico de Satyagrahi eran las mujeres vulnerables, especialmente las madres solteras de entornos problemáticos, y, en algunos casos, utilizaba una combinación de engaño, fraude, coacción, amenazas y violencia física para mantener a las mujeres bajo su control. El comunicado del FBI destacaba que las víctimas “sufrían agresiones físicas, abusos sexuales y degradaciones diarias”, y que Satyagrahi tenía un “desprecio cruel por ellas como personas”.
Satyagrahi exigía a cada mujer que cumpliera una “cuota” diaria, y que le entregaran todo el dinero que recaudaban. Aunque prostituyó a numerosas mujeres a lo largo de los años, se nombró a cinco víctimas de tráfico sexual en su acusación de 2011, todas ellas madres solteras de criaturas pequeñas.
En 2020, Satyagrahi presentó un recurso de habeas corpus, en busca de reparación por haber sido castigado por amenazar a un funcionario de prisiones durante un altercado por prendas de vestir de “afirmación de género” mientras estaba encarcelado en USP Marion. Según la denuncia, a Satyagrahi le habían dado calzoncillos en vez de ropa interior femenina como había pedido, y a consecuencia de ello, arremetió contra un funcionario de prisiones.
Según el funcionario, Satyagrahi dijo: “No vas a hacer nada por mí, maricón de mierda. Cuando salga [del alojamiento especial] te voy a partir el culo, basura blanca'”. Como resultado, Satyagrahi fue sancionado por lenguaje abusivo y perdió algunos privilegios después de que una audiencia disciplinaria lo declarara culpable de la infracción.
El artículo del Kansas City Star señala que Satyagrahi ha puesto en marcha una “Iniciativa de Prisiones Accesibles para Personas Transgénero”, que aboga por que los reclusos varones que se dicen trans sean sometidos a cacheos por parte de funcionarias de prisiones de sexo femenino o un escáner corporal, por la opción de alojamiento en celdas individuales y por la creación de un patio de recreo exclusivo para personas transgénero.
Como señala el artículo del Kansas City Star, Satyagrahi es una de las más de 2.000 personas transgénero bajo custodia federal, 1.295 de las cuales son hombres que se identifican como “mujeres”. De ellos, algo más del 47% están en la cárcel por delitos sexuales.
En enero de 2022, la Oficina de Prisiones volvió a publicar su Manual del Delincuente Transgénero, que incluía directrices previamente eliminadas por la administración Trump con respecto a la autoidentificación de género para los reclusos federales. Bajo Trump, el alojamiento se basaba únicamente en el sexo biológico, pero las políticas de Biden retomaron las directrices de la era Obama que hacen de la “seguridad personal” de un recluso transgénero una prioridad.
Las directrices también establecen que la “malgenerización” (utilizar pronombres acordes con el sexo) está expresamente prohibida, y que los contribuyentes deben subvencionar las cirugías estéticas, las hormonas sexuales y los sujetadores para los hombres que afirman identificarse como transgénero.
Aunque las decisiones sobre el alojamiento se toman caso por caso, con un Consejo Ejecutivo Transgénero que revisa las decisiones cada pocos meses, varones identificados como transgénero extremadamente violentos han sido trasladados a prisiones federales de mujeres tras presentar denuncias por violación de los derechos civiles.
Como informó anteriormente Reduxx (artículo en español), un hombre que se dice trans condenado por violación y abuso sexual infantil fue trasladado a una prisión federal para mujeres tras interponer una demanda contra la Oficina de Prisiones alegando “discriminación”. July Justine Shelby, nacido William McClain, fue condenado por múltiples cargos de tráfico de pornografía infantil después de ser sorprendido distribuyendo fotos de bebés sufriendo abusos sexuales.
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Una jugadora de dardos ha abandonado su partida contra un travesti en protesta por su participación en la categoría femenina. Deta Hedman se negó a jugar contra Noa-Lynn Van Leuven en los cuartos de final del Abierto de Dinamarca.
Hedman, de Whitham, Reino Unido, ha sido tres veces subcampeona del mundo de la WDF (World Darts Federation) y ha sido una parte integrante del mundo de los dardos femeninos desde la década de 1980, habiendo jugado tanto el World Masters como el Abierto de Holanda, entre otros muchos hitos de su carrera.
El último partido de Hedman fue el Abierto de Dinamarca en Esbjerg, donde debía enfrentarse a Van Leuven en los cuartos de final. Pero Hedman se negó a jugar contra él, adoptando una postura firme en contra de la participación masculina en los deportes femeninos. Como resultado, Van Leuven pasó directamente a semifinales.
“Las mujeres y las niñas merecen ser CAMPEONAS en sus propios deportes”, decía un gráfico que Hedman colgó en su página.
La renuncia de Hedman no fue una sorpresa para algunos, que señalaron que llevaba años defendiendo abiertamente el mantener los deportes separados por sexo. En 2023, Hedman nombró específicamente a Van Leuven en una declaración que escribió sobre el tema.
“Llevo muchos meses resistiéndome a la idea de que los transgénero jueguen en las pruebas femeninas de clasificación mundial. He pensado que esto está mal desde el principio”, escribió. Si bien enfatizó que no tenía problemas con que las personas se identificaran como quisieran en su vida cotidiana, recalcó que no creía que los hombres debieran jugar en categorías deportivas femeninas.
“No estoy muy unida a Noa-Lynn en dardos, pero para ser justos, parece una persona encantadora, en Lakeside conocí a Victoria Monaghan y debo admitir que es todo un personaje, bromeamos y nos echamos unas risas, pero mi opinión personal es que la gente trans no debería jugar en eventos clasificatorios femeninos”.
A pesar de que Hedman dejó en claro el motivo de su abandono, algunos periodistas deportivos tergiversaron la situación, afirmando que se había retirado del partido por una enfermedad y no por sus valores.
Ayer, Phil Barrs, presentador deportivo de Online Darts, afirmó que Hedman había informado a los organizadores del torneo que tenía “dolores y no podía jugar”, sugiriendo que la participación de Van Leuven no era el motivo de su renuncia.
Pero Hedman se apresuró a dejar las cosas claras en X, respondiendo: “No hay tal enfermedad falsa, dije que no jugaría contra un hombre en un evento femenino. No escuchéis a @phillbarrs, no tiene ni put**a idea, ni tampoco la tiene su fuente confiable”.
Barrs luego citó a Hedman y la acusó de transfobia, llegando a decir que “las autoridades deportivas deberían hacer algo sobre sus declaraciones”.
Having the debate around Trans athletes in Women’s sport is one thing.
But this comment calling a trans woman a man is simply transphobic and should be addressed by the sporting authorities as there should be no place for it. https://t.co/suF9j284JH
Hedman no es la primera jugadora de dardos que se niega a competir contra Van Leuven.
Como ya informó Reduxx, dos jugadoras de dardos de los Países Bajos abandonaron el equipo femenino holandés en respuesta a la inclusión de Van Leuven.
Aileen de Graaf y Anca Zijlstra causaron conmoción en el deporte cuando ambas anunciaran su salida en marzo, al no querer seguir formando parte del equipo con Noa-Lynn Van Leuven.
Zijlstra emitió un comunicado en el que revelaba que abandonaba después de que Van Leuven dominara el torneo de las Series Femeninas el 23 de marzo, venciendo a Zijlstra por 4-0 y arrebatándole el Título de la Serie 2 a la irlandesa Katie Sheldon en la ronda final.
Ese mismo mes, Van Leuven se convirtió en “la primera mujer” en ganar un Challenger Tour, llevándose un premio en metálico de 2.500 libras (2.912 euros) con una victoria sobre el ex competidor de dardos de la Premier League John Henderson en los cuartos de final.
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The Kansas City Star has published a glowing profile on a transgender inmate convicted of operating a multi-state sex trafficking ring, praising his “fight for rights” while incarcerated at a Kansas prison. Ayana Satyagrahi, formerly known as Marcus Choice Williams, is serving 30 years in a federal institution for his crimes against women.
Written by journalist Katie Pierce, the piece opens by describing Satyagrahi’s childhood fascination with his sister’s clothing.
“Ayana Satyagrahi was five when she found herself playing in her bedroom closet and putting on her younger sister’s yellow sundress. Now 49, she lives in a cell at the men’s prison in Leavenworth not much larger than that closet,” the article begins, noting that “Satyagrahi is one of an estimated 2,170 transgender people under the supervision of the Federal Bureau of Prisons.”
The vast majority of the article is dedicated to Satyagrahi’s claimed struggles as he is incarcerated in a men’s prison, with Satyagrahi claiming that that the Bureau of Prisons is “hostile” towards transgender inmates.
Just one line is dedicated to Satyagrahi’s crimes, with Pierce writing that he was “sentenced to 30 years in a sex trafficking case,” and later dismissing Satyagrahi’s crimes as “recruiting women into sex work.”
But court records and Department of Justice releases paint a drastically different picture of Satyagrahi’s crimes, revealing that he was a violent pimp who targeted the most vulnerable women and trapped them the sex trade using violence.
According to a 2011 release by the FBI, Attorney General for Civil Rights Thomas E. Perez said that Satyagrahi’s exploitation of vulnerable women through sex trafficking was the equivalent of “modern-day slavery.”
Beginning in 2003, Satyagrahi began operating as a pimp in the Dallas-Fort Worth area. In 2006, he expanded his operations into a multi-state sex trafficking enterprise, operating “escorting” websites and facilitating the sexual purchase of women.
Satyagrahi would specifically target vulnerable women, specifically single mothers from troubled backgrounds, and, in some cases, he used a combination of deception, fraud, coercion, threats and physical violence to keep the women under his control. The FBI release emphasized that the victims “suffered physical assaults, sexual abuse, and daily degradation,” and that Satyagrahi had a “callous disregard for them as individuals.”
Satyagrahi required each woman to meet a daily “quota,” giving him all of the money they collected. While Satyagrahi prostituted numerous women over the years, five sex trafficking victims were named in his 2011 indictment, all of whom were single mothers of small children.
In 2020, Satyagrahi filed a Writ of Habeas Corpus, seeking relief after being punished for threatening a correctional officer during an altercation over “gender affirming” clothing items while incarcerated at USP Marion. According to the complaint, Satyagrahi had been given male boxers rather than feminine undergarments as he had requested, and lashed out at a correctional officer as a result.
According to the officer, Satyagrahi said: “you ain’t gonna’ do nothing for me you fuckin’ pussy. When I get out of [special housing] I’m gonna’ whoop your ass you fuckin’ cracker.’” Satyagrahi was written up for abusive language as a result, and lost some privileges after a disciplinary hearing found him guilty of the infraction.
The Kansas City Star article notes that Satyagrahi has launched a “Transgender Accessible Prisons Initiative,” advocating for trans-identified male inmates to have pat downs conducted by female officers or a body scanner, the option for single-cell housing, and the creation of a transgender-only recreation yard.
As noted by the Kansas City Star article, Satyagrahi is one of over 2,000 transgender people in federal custody, 1,295 of whom are males who identify as “women.” Of them, just over 47% were incarcerated for sex offenses.
In January of 2022, the Bureau of Prisons re-issued its Transgender Offender Manual, which included guidelines previously scrubbed by the Trump administration with respect to gender self-identification for federal inmates. Under Trump, housing was based on biological sex alone, but the Biden policies re-invoked Obama-era guidelines which make a transgender inmate’s “personal safety” a priority.
The guidelines also state that “misgendering” is expressly forbidden, and that taxpayers must subsidize cosmetic surgeries, sex hormones, and brassieres for men who claim to identify as transgender.
While housing decisions are made on a case-by-case basis, with a Transgender Executive Council reviewing decisions every few months, extremely violent trans-identified males have successfully been transferred to women’s federal prisons after logging civil rights complaints.
As previously reported by Reduxx, a trans-identified male convicted of rape and child sexual abuse was transferred to a women’s federal prison after launching a lawsuit against the Bureau of Prisons claiming “discrimination.” July Justine Shelby, born William McClain, was convicted on multiple counts of child pornography trafficking after being caught distributing photos of infants being sexually abused.
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El muy esperado juicio de un hombre canadiense acusado de asesinato se enfrenta a contratiempos después de que solicitara cambiar su nombre en la acusación debido a su estatus de transgénero. Gabriella Sears, nacido Dereck Donald Sears, lleva en prisión desde 2021 por asesinar y descuartizar brutalmente a un hombre en Kelowna, Columbia Británica.
Como ya informó Reduxx (artículo en español), Sears fue detenido en 2021 y acusado de asesinato en segundo grado e interferencia con restos humanos en el caso de la muerte de Darren Middleton, de 49 años, que había contratado a Sears para realizar trabajos ocasionales para él.
El cuerpo de Middleton fue descubierto el 16 de junio de 2021 por su pareja, Brenda Adams, que fue a buscarlo a casa de Sears después de que éste no regresara del trabajo esa tarde. Middleton fue encontrado en el baño de Sears parcialmente vestido junto a una bañera con el grifo abierto.
Aunque según los informes, Middleton murió tras recibir un golpe en la cabeza, los fiscales de la Corona revelaron que recibió otras lesiones perturbadoras post mortem, como la extirpación parcial del pene y los testículos, un corte en la garganta que “era tan profundo que Adams podía ver el interior” y otras heridas de arma blanca. Además, Adams señaló que Middleton llevaba puesta la ropa de otra persona.
Después de ver el cadáver descuartizado de su pareja, Adams huyó de la escena del crimen, gritando. Cuando salía corriendo de la casa, vio a Sears bailando en medio de la calle “con los ojos cerrados y los brazos en el aire” sin música.
Aunque Sears, que tenía una barba poblada en el momento del arresto, les dijo a Adams y Middleton que era una mujer dos días antes de cometer sus atroces crímenes, la policía lo identificó como un hombre.
El juicio se inició el otoño pasado, pero quedó en suspenso cuando Sears despidió a sus abogados, Jordan Watt y Tom Forss, a los 18 días. A pesar de que sus confesiones fueron excluidas como prueba durante el juicio, Sears los acusó de “hacerle luz de gas y de confabularse con la Fiscalía”. Watt y Forss también argumentaron que, dado que Sears había sufrido presuntos abusos sexuales por parte de Middleton, el cacheo al desnudo y el hisopado rutinarios realizados por la policía “fueron traumáticos e insensibles”.
Varios meses después, despidió a otro abogado, Mark Swartz, quien anunció que ya no representaba a Sears debido a una “ruptura fundamental en la relación abogado-cliente”.
Aunque, como informa Castanet, está previsto que el juicio se reanude en julio, la solicitud de Sears de que se cambie su nombre en la acusación, invocando sus “derechos de igualdad” descritos en la Sección 16 de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades, puede causar más retrasos.
En respuesta a la petición de Sears, el fiscal de la Corona, David Grabavac, dijo durante una comparecencia esta semana que “comprende” el razonamiento de Sears para querer cambiar su nombre, pero no cree que fuera el momento adecuado para presentar su solicitud.
“Se trata de una cuestión jurídica novedosa que puede tener consecuencias de gran alcance … Nunca he visto que el artículo 15 de la Carta se utilice así en un asunto penal”, explicó Grabavac. “No hemos tenido la oportunidad de investigar este asunto… Vamos a necesitar un par de semanas para averiguar qué postura tenemos al respecto, si es que tenemos alguna”.
A continuación, Grabavac expresó que, dada la gravedad de la situación y la brutalidad del asesinato, conseguir que el juicio concluya con prontitud debe ser una prioridad.
“La prioridad, con el mayor respeto para todos, debe ser concluir el juicio lo antes posible (…) No sé cuánta investigación tendrá que dedicarse a esto y si pasamos uno o dos días discutiendo sobre esto en unas pocas semanas, eso nos quita tiempo a la preparación del juicio”.
Además de que Sears tiene varios problemas para decidir sobre su representación legal, el juez Ross, el anterior juez del caso, se va a retirar en virtud de una enmienda constitucional que exige que todos los jueces se jubilen a los 75 años. Como resultado de este cambio, Sears tendrá la autoridad para decidir si continúa con el proceso que comenzó el otoño pasado o empieza el juicio de nuevo.
Aunque no está claro cómo piensa proceder Sears y su nueva abogada, Frances Mahon, dijo que las deliberaciones futuras aún no se han decidido, es probable que Sears pida a los testigos civiles que vuelvan a declarar y que “permitirá que las pruebas forenses y el testimonio de la RCMP del otoño pasado sigan vigentes”.
Sears tiene previsto comparecer ante el tribunal dentro de dos semanas, lo que aclarará cómo se desarrollará el juicio en el futuro.
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La conocida escritora española Lucia Etxebarria respira aliviada después de que un tribunal de Las Palmas fallara a su favor tras ser demandada por una “persona trans no binaria” por “malgenerización”. El demandante, Marcos Ventura, interpuso una demanda solicitando 11.000 euros por daños y perjuicios, pero ha sido condenado a pagar las costas judiciales de Etxebarria.
Como ya informó en su momento Reduxx (artículo en español), Ventura es un travesti que se dice “persona trans no binaria que emplea los pronombres y el género gramatical femeninos para referirse a sí misma”. El año pasado había interpuesto una demanda contra Etxebarria por un supuesto delito contra el “derecho a la dignidad, a la igualdad de trato y a la no discriminación”. Las reclamaciones de Ventura se basaban en una publicación de 2020 en las redes sociales que Etxebarria había escrito en la que lo identificaba como “hombre”.
Según The Objective, que ha tenido acceso a la sentencia, el juez dictaminó que las declaraciones de Etxebarria cumplían con “la necesaria constatación de una base fáctica suficiente sobre la que expresar la opinión pública”. El juez también estuvo de acuerdo en que Ventura tenía una estética y unos atributos físicos suficientemente masculinos que llevarían a una persona razonable a identificarlo correctamente como varón.
El juez ha desestimado la demanda y ha impuesto las costas procesales al demandante.
Esta sentencia, aunque no es firme y cabe recurso, es un paso importante en la defensa y prevalencia de la libertad de expresión frente a quienes quieren imponer la censura fundamentada en cuestiones identitarias. En mi opinión, ES UNA SENTENCIA HISTÓRICA https://t.co/IvUkHyLRXH
Ventura, que rehusó la posibilidad de conciliación, había solicitado 11.000 euros en concepto de daños por haber estado “sujeta a acoso y escarnio públicos, insultos múltiples y numerosos comentarios ofensivos derivados de la exposición pública y la diana que la demandada puso” sobre él, al “exponerla a sus cientos de miles de seguidores”.
Pero el juez refutó las afirmaciones de Ventura, afirmando que no había posibilidad de que se hubiera cometido un delito y no estaba de acuerdo en que el travesti hubiera sufrido daño alguno. Ventura podrá apelar la decisión.
La abogada de Etxebarria, Guadalupe Sánchez, elogió el fallo y señaló que “esta sentencia, aunque no es firme y cabe recurso, es un paso importante en la defensa y prevalencia de la libertad de expresión frente a quienes quieren imponer la censura fundamentada en cuestiones identitarias”.
En declaraciones de Etxebarria a The Objective, la escritora agradeció los mensajes de apoyo y de enhorabuena durante el agotador juicio.
“Quiero agradecer muchísimo las muestras de apoyo, pero quiero dejar claro, sobre todo, una cosa: esta sentencia es particularmente importante porque crea un precedente. Y lo creo porque si yo no hubiera ganado, ley en mano, una sentencia distinta se hubiera podido utilizar para imponer criterios ideológicos y para llevar a cabo vendettas personales, al menos esta es mi opinión personal”, escribió.
Como ejemplo de vendetta personal, Etxebarria utilizó el reciente y extraño caso de un travesti condenado por un delito de odio contra otro travesti por negarse el primero a afirmar la identidad de género del segundo.
Como ya informó Reduxx (artículo en español), la Audiencia de Barcelona condenó a un varón que se dice trans a seis meses de prisión tras ser declarado culpable de cometer un delito “contra los derechos humanos fundamentales y las libertades públicas” por publicar comentarios “transfóbicos” en las redes sociales.
Etxebarria explica, usando lenguaje y pronombres femeninos, que “a la mujer transexual le condenaron a pagar 720 euros y a pasar por un “curso de reeducación” – así en plan estalinista o maoísta – para “curarse su transfobia”. Y a seis meses de cárcel. (Que no cumplirá porque aceptó el curso de reeducación). Los jueces le atribuyen un delito de odio (artículo 510) en concurso con un delito contra la integridad moral del artículo 173 del Código Penal”.
Y termina: “Pero hay un trasfondo importante en estas dos historias, la de la mujer transexual condenada y la mía. Este tipo de leyes ideológicas se promulgan por dos razones fundamentales. Una, destruir las creencias centrales de la población para poder someter las más fácilmente. Y dos, la luz de gas”.
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A female darts player has forfeited her match against a trans-identified male in a protest of his participation in the women’s category. Deta Hedman refused to play against Noa-Lynn Van Leuven during the Denmark Open quarter-final yesterday.
Hedman, of Whitham, UK, is a three-time WDF World Champion runner-up, and has been a fixture in the women’s darts world since the 1980s, having played in both the World Masters and the Dutch Open amongst her numerous other career highlights.
Hedman’s latest match was the Denmark Open in Esbjerg, where she was due to compete against Van Leuven in the quarter-finals. But Hedman refused to play against Van Leuven, taking a strong stance against male participation in women’s sports. As a result, Van Leuven was sent straight through to the semi-finals.
Just days before the match was due to take place, Hedman took to her Facebook page to denounce trans-identified male inclusion in the women’s category.
“Women & girls deserve to be CHAMPIONS in their own sports,” read a graphic Hedman posted to her page.
Hedman’s forfeiture did not come as a surprise to some, who noted that she had been outspoken on the issue of keeping sports single-sex for a number of years. In 2023, Hedman specifically named Van Leuven in a statement she penned on the issue.
“For many months I’ve struggled with transgenders playing in the women’s world ranked events. I have thought this is wrong since day one,” she wrote. While she stressed that she had no issues with individuals identifying how they chose in day-to-day life, she emphasized that she did not believe men should be playing in female sporting categories.
“I’m not close to Noa-Lynn in darts but in fairness seems a lovely person, at Lakeside I met Victoria Monaghan and must admit she is a right character we had banter and a fair few laughs, but my personal view is trans shouldn’t be playing in women’s ranked events.”
Despite Hedman making her motivation for her forfeiture clear, some sports journalists misrepresented the situation, claiming she had dropped out of the match due to illness rather than her values.
Yesterday, Phil Barrs, a sports presenter for Online Darts, claimed Hedman had informed tournament organizers that she was “in pain and unable to play,” suggesting that Van Leuven’s participation was not the motive for her forfeiture.
But Hedman quickly set the record straight on X, responding: “No fake illness, I said I wouldn’t play a man in a ladies event . Don’t listen to @phillbarrs he knows sweet [fuck all], nor does his reliable source.”
Barrs then quoted Hedman and accused her of being transphobic, going so far as to say that her words “should be addressed by the sporting authorities.”
Hedman is not the first female darts player to refuse to compete against Van Leuven.
As previously reported by Reduxx, two female darts players from the Netherlands dropped out of the Dutch Women’s Team in response to Van Leuven’s inclusion.
Aileen de Graaf and Anca Zijlstra sent shockwaves through the sport after they both announced their departure in March, with the women no longer wanting to form a team with Noa-Lynn Van Leuven.
Zijlstra issued a statement revealing she would be stepping back after Van Leuven dominated the Women’s Series tournament on March 23, beating Zijlstra 4-0 and seizing the Series Title 2 from Ireland’s Katie Sheldon in the final round.
That same month, Van Leuven became the first “woman” to win a Challenger Tour, seizing a £2,500 cash prize with a victory over former Premier League Darts competitor John Henderson in the quarter-finals.
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