Las mujeres canadienses están expresando su indignación después de que la Gobernadora General de Canadá concediera la Medalla al Mérito a un hombre que se dice trans que hizo campaña para desfinanciar un centro de acogida para víctimas de violación. Morgane Oger, transactivista de Vancouver, fue homenajeado en una ceremonia celebrada en Ottawa la semana pasada.
El 16 de diciembre, Oger acudió a X (antes Twitter) para jactarse de haber recibido el premio, y contó que había sido seleccionado por su trabajo con “personas 2SLGBTQ+” y su lucha por los derechos de las personas que se dicen trans.
“Me siento tan agradecido, reciviendo [sic] la Medalla al Servicio Meritorio de manos de la Gobernadora General de Canadá, Mary Simon, la semana pasada por apoyar a las personas 2SLGBTQ+ y promover las protecciones legales de los canadienses transgénero”.
En Canadá, la Gobernadora General es la representante federal del monarca, actualmente el Rey Carlos III. Según la página web de la Gobernadora General de Canadá, la Medalla al Mérito es un galardón civil que reconoce a “grandes canadienses por acciones excepcionales”, como la lucha contra la pobreza o la mejora de las oportunidades educativas de los menores.
Feeling so grateful, recieving the Meritorious Service Medal from Governor General of Canada Mary Simon last week for supporting 2SLGBTQ+ persons and furthering the legal protections of Transgender Canadians.#TransRights #Transgender #lgbt #equality pic.twitter.com/QeJTKzxH35
— Morgane Oger (@MorganeOgerBC) December 16, 2023
En la lista de galardonados, distribuida el 7 de diciembre, Oger es descrito como un “defensor de la diversidad que ha cambiado las percepciones en torno a los derechos 2SLGBTQI+ y ha trabajado incansablemente para que esos derechos se consagren en la ley”.
Además, la oficina de la Gobernadora General afirma que Oger ha “forjado alianzas entre partidos que han impulsado cambios en la legislación provincial y federal para proteger a las personas contra la discriminación por motivos de identidad o expresión de género”. La breve biografía concluye elogiando a Oger por su “coraje, visión y perseverancia, que han ayudado a redefinir la cuestión fundamental de la igualdad y han impulsado la inclusión de los canadienses de género diverso”.
Pero la noticia de la distinción del más alto nivel de Oger no sentó bien a las defensoras canadienses de los derechos de las mujeres, que señalaron que Oger tiene un largo e inquietante historial de lucha activa contra los derechos de las mujeres.
La periodista canadiense y fundadora de Feminist Current, Meghan Murphy, criticó a la Gobernadora General y escribió que Oger la había acosado una vez por su barrio en aparente represalia por sus puntos de vista sobre la ideología de género.
“Morgane Oger, cuya carrera ha consistido en acosar y vilipendiar a las feministas que defienden los espacios exclusivos para mujeres, que incluso ha luchado para desfinanciar el refugio para mujeres violadas y la casa de transición más antiguo de Canadá, @VanRapeRelief, me acosó un día por mi vecindario. Una razón más por la que me fui de Vancouver”, escribió Murphy. “¿Son estas las ‘acciones excepcionales’ que honran a Canadá, @GGCanada? ¿Hacer que las mujeres se sientan inseguras y garantizar que cuando son objeto de la violencia machista no tengan ningún lugar seguro a dónde ir?”.
Morgane Oger, whose career has involved harassing and vilifying femnists who defend women-only spaces, including fighting to defund Canada's longest standing rape crisis centre and transition house, @VanRapeRelief, stalked me around my neighbourhood one day. Just one more reason… pic.twitter.com/L2Eug07F6i
— Meghan Murphy (@MeghanEMurphy) December 18, 2023
Murphy, como muchas otras, estaba llamando la atención sobre un incidente en 2019 en el que Oger hizo campaña con éxito para despojar al refugio para mujeres violadas más antiguo de Canadá, Vancouver Rape Relief & Women’s Shelter, de su financiación municipal debido a su política de sólo acoger mujeres. En comentarios hechos antes de la reunión del comité de la ciudad, Oger calificó el refugio de “no conforme con la ley canadiense”.
Antes de perder la financiación municipal, Vancouver Rape Relief había pasado por una batalla legal de 12 años en la que sus políticas de sólo atender a mujeres y sólo permitir terapeutas de sexo femenino en casos de violación habían sido puestas a prueba y confirmadas en los tribunales. El Tribunal Supremo de Columbia Británica y el Tribunal de Apelaciones de Columbia Británica dictaminaron que el centro podía mantener un espacio exclusivo para mujeres.
Pero a pesar del precedente legal, la ciudad de Vancouver le dio la razón a Oger y retiró la financiación que había dado anteriormente al refugio para sus programas de divulgación educativa, a pesar de que éstos eran accesibles para todos, incluso para las personas que dicen ser transgénero.
Mientras luchaba por conservar su financiación, Vancouver Rape Relief fue objeto de una repugnante campaña de acoso por parte de transactivistas, que clavaron ratas muertas a la puerta y escribieron mensajes como “KILL TERFS” (matad a las terfas) y “las mujeres trans son mujeres” en las ventanas de su tienda de segunda mano.
Oger desestimó el abuso que estaba recibiendo el refugio para mujeres violadas en una declaración que dio a la prensa por aquel entonces, donde expresó su indiferencia.
“A veces, por desgracia, cuando las políticas de Vancouver Rape Relief llegan a los principales medios de comunicación y cuando su conducta discriminatoria sale a la luz, algunas personas reaccionan de forma exagerada”, dijo sobre el vandalismo y las amenazas.
Pero justo antes del incidente con el refugio, Oger ya había atraído la ira de las defensoras canadienses de los derechos de las mujeres por su apoyo inicial al litigante malicioso Jonathan “Jessica” Yaniv.
Yaniv, un hombre que se dice trans, saltó a los titulares internacionales después de presentar una serie de denuncias ante el Tribunal de Derechos Humanos de Columbia Británica contra las esteticistas que se negaron a realizar servicios de depilación con cera de sus genitales masculinos. Durante un largo proceso, se alegó que Yaniv había elegido deliberadamente a esteticistas sijs o musulmanas con la intención de obligar a mujeres con restricciones religiosas sobre el contacto entre hombres y mujeres a atenderlo.
En X (entonces conocido como Twitter), Oger se refirió a la negativa de las mujeres a tocar los genitales a petición como “discriminación prohibida” y dijo que “no había derecho en Canadá a negarse a la prestación de un servicio” sobre la base de la identidad de género.
“Las esteticistas deben tratar este asunto con sus proveedores de capacitación. No hace mucho tiempo, algunos proveedores de servicios ‘no estaban formados’ para trabajar con mujeres negras o atender a extranjeros”, dijo. “La ley ha cambiado. Hay que avanzar, reciban la formación que necesitan”.
Cuando se le preguntó directamente sobre su relación personal con Yaniv, Oger no se comprometió en sus comentarios, pero admitió que había hablado con Yaniv por teléfono y que anteriormente había alentado a “mujeres trans” a “quejarse ante su tribunal de derechos humanos por la discriminación prohibida”.
Finalmente, el Tribunal de Derechos Humanos de Columbia Británica dictaminó que las esteticistas podían, de hecho, negarse a prestar servicios para los que no estaban capacitadas, como la depilación de un escroto.
No es la primera vez que Oger recibe una Medalla al Servicio Meritorio. En 2018, recibió el premio de manos de la entonces Gobernadora General Julie Payette por, según City News, “el trabajo de esta mujer [sic] en defensa de los derechos LGBTQ”.
En declaraciones a Reduxx, la periodista Meghan Murphy criticó a la Gobernadora General por otorgar a Oger uno de los premios civiles más respetados del país.
“El legado de Morgane Oger es luchar contra la seguridad, la libertad de expresión y los derechos de las mujeres”, dijo. “Cualquiera que ponga tanto esfuerzo en desfinanciar una de las pocas líneas de crisis por violación y casas de transición de Canadá no es alguien que merezca ser homenajeado”.
Murphy continuó señalando que Oger la había hecho sentir “insegura” en su propia casa, lo que la llevó a presentar una denuncia policial sobre él en 2020.
“Este es un hombre que ha hecho todo lo posible para asegurarse de que las mujeres no tengan lugares seguros a donde ir cuando escapan de la violencia machista. Que el gobierno canadiense lo haya apoyado y homenajeado por esto es horrendo y vergonzoso”.
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