La “identidad de género” es un tema candente hoy en día y se ha convertido en un punto focal no solo del discurso social, sino también de la política y el procedimiento legal. Pero pocas personas conocen los alarmantes orígenes del concepto.
El Dr. John Money, sexólogo y psicólogo de Nueva Zelanda que ejerció en Johns Hopkins, es considerado el primero en acuñar los términos “identidad de género” y “rol de género”, describiendo la “experiencia interna de la sexualidad” y las “expectativas sociales del comportamiento masculino y femenino” respectivamente. Estos conceptos ocupan un lugar destacado en el activismo trans de hoy en día, y se utilizan para reforzar las afirmaciones de “fluidez de género”.
Pero la historia de Money es oscura y polémica, y sus detalles a menudo se ignoran cuando se discute su contribución a la popularización del discursos de “género vs. sexo”.
Al igual que muchos sexólogos, Money creía que la pedofilia era una sexualidad inofensiva que, cuando se practicaba “adecuadamente”, llevaba al niño a no sufrir ningún daño. De hecho, las teorías de Money sobre la pedofilia eran tan comprensivas que, hasta el día de hoy, su trabajo ocupa un lugar destacado en el sitio web de la Asociación Norteamericana de Amor Hombre-Niño (NAMBLA), uno de los grupos de derechos pederastas más antiguos.
En la década de 1990, Money incluso apareció en entrevistas con Paidika, una revista de psicología pedófila que lleva el nombre del adjetivo griego para “aniñado”, y que ha sido utilizada por activistas de los derechos de los pedófilos para referirse al miembro más joven de una relación pederasta.
En una entrevista de 1991 para la revista, Money dice:
“Si tuviera que ver el caso de un niño de diez u once años que se siente intensamente atraído eróticamente hacia un hombre de unos veinte o treinta años, si la relación es totalmente mutua y el vínculo es de verdad totalmente mutuo, de ninguna manera lo llamaría patológico”.
Money también señaló que “nunca” denunció a ningún pedófilo a la policía, incluso a aquellos que abusaban activamente de niños debido a su creencia de que el sexo entre adultos y niños era normal y “a menudo beneficioso”.
Pero los puntos de vista de Money sobre la pedofilia apenas tocan las facetas más oscuras y depravadas de su historia, que están reservadas para el caso de David (nacido Bruce) Reimer.
Nacido en Winnipeg, Manitoba, Canadá en 1965, Reimer fue víctima de una circuncisión médica chapucera cuando tenía 6 meses de edad. El procedimiento buscaba abordar un problema de orina que Reimer tenía, pero en su lugar le dejó el pene mutilado sin posibilidad de arreglo.
Los padres de Reimer lo llevaron a Baltimore para ver a Money en 1967, preocupados por sus futuras perspectivas sexuales y románticas. En aquel momento, Money era conocido por su investigación con personas intersexuales, y era considerado un pionero de la reasignación de género. Money recomendó que Reimer fuera sometido a una reconstrucción genital para crear una vulva, y les dijo a sus padres que criarlo como si fuera una niña sería lo mejor para él. Estaba convencido de que el “género” podía ser socialmente aprendido, y Reimer era el sujeto ideal a través del cual probar sus teorías debido a que tenía un hermano gemelo, Brian, que podría usarse como control masculino.
En su primera infancia, a Reimer nunca se le dijo que había nacido varón, y fue sometido a terapia hormonal desde el principio para llevarlo a una pubertad femenina. Reimer fue visto regularmente por Money, quien siguió su progreso en un esfuerzo por demostrar su teoría de que el género era maleable.
Durante las revisiones, Money sometía a los gemelos a experimentos perturbadores. Se vieron obligados a replicar las relaciones sexuales entre sí, tocarse e inspeccionar los genitales del otro y ver pornografía. Money les enseñaba a los gemelos fotos de revistas obscena y fotos sexuales “explícitas” de niños. Luego los preguntaba sobre su excitación sexual y cuestionaba sus atracciones. También se esperaba que los niños hicieran todo eso frente a audiencias de hasta otros 6 adultos, y algunos informes indican que Money también tomó fotos y videos de los niños participando en actividades sexuales ensayadas. Por aquel entonces, los gemelos tenían solo 6 años.
El testimonio posterior de uno de los gemelos declaró que la personalidad de Money tenía “dos lados”: uno cuando sus padres estaban presentes y otro cuando estaban solos. Cuando estaba a solas con los niños, Money era abusivo y se enojaba con ellos por negarse a actuar para él. En una declaración posterior, ambos recuerdan que temía que los “azotara” si no hacían lo que les pedía y se quitaran la ropa.
A medida que David Reimer se hacía mayor, se volvía cada vez más reticente a ver Money, hasta pedirle a sus padres que no lo obligaran a ir a Baltimore para las revisiones. A pesar de las hormonas feminizantes y las operaciones, Reimer se identificaba como un hombre y se negaba a creer que era una niña, aunque nunca le habían dicho que había nacido un niño, una refutación catastrófica de las teorías de Money sobre el género.
A la edad de 14 años, Reimer tuvo ideas suicidas y se negó a tener más contacto con Money. Le pidió la verdad a sus padres, y sus padres se la dijeron en 1980.
A pesar de eso, Money procedió a declarar que sus experimentos eran un éxito, y sus “hallazgos” se utilizaron en estudios posteriores para justificar las cirugías genitales impuestas a algunos niños intersexuales con genitales ambiguos.
Both Reimer y su hermano se suicidaron, Brian por sobredosis de drogas en 2002 después de librar una batalla durante toda su vida con la esquizofrenia, y David disparándose en la cabeza en 2004 a la edad de 38 años. Sus padres dijeron que atribuían la muerte de sus hijos al trauma transmitido por los métodos de Money.
A pesar de los inquietantes orígenes, el legado de Money sigue vivo en el concepto de “género” como un elemento único y cuantificable aparte del sexo. También vive en la existencia de clínicas de identidad de género, la primera de las cuales fue establecida por Money en Johns Hopkins en 1965.
Si bien los defensores de la ideología trans a veces se apropian indebidamente de los experimentos abusivos de Money sobre Reimer como “prueba” de que una persona no puede ser forzada a vivir como un “género” que no es el suyo, pasan por alto la realidad crítica de que la experiencia de Reimer demuestra que una persona no puede ser algo que no es, y punto.
Ni la cantidad de hormonas femeninas, ropa, operaciones ni la sexualización hicieron que David Reimer actuara o pensara de manera diferente a su propio yo masculino observado. Incluso una pubertad feminizada sintética y mal concebida no cambió a David Reimer. A Reimer le pusieron delante todos los accesorios de otra “identidad de género” desde los primeros momentos de su vida cuando era un bebé y aún así era un hombre, una refutación total de las demandas de los activistas de género de que los “niños trans” reciban productos químicos lo antes posible para obtener resultados de transición más “exitosos”.
De hecho, los resultados de un estudio de 30 años de duración realizado en Suecia también confirman este hecho. Realizado por seis distinguidos investigadores del Instituto Karolinska, el estudio encontró que las “mujeres trans” demostraron patrones masculinos de comportamiento criminal que persistieron incluso después de una transición médica y quirúrgica completa. También encontró que las intervenciones quirúrgicas de género no supusieron ninguna diferencia en las tasas de suicidio de los pacientes transgénero.
Estos resultados han sido ignorados en gran medida por los activistas trans, que continúan insistiendo en que un hombre que se inyecta estrógeno y usa vestidos ya no es un hombre, y no “piensa” o “actúa” como un hombre. Es aquí, frente a una falta total de evidencia, donde el activismo trans adquiere sus cualidades religiosas y comienza a referirse a cerebros y almas con géneros mágicos, cuya solución parece ser un terapeuta y un exorcista, respectivamente.
John Money era un pervertido. Era un abusador de niños. Era un simpatizante pedófilo, si no un pedófilo. Y si un movimiento encuentra sus orígenes en un hombre como John Money, es hora de que ese movimiento haga un examen de conciencia (de género).
Traducción cortesía de Salagre.
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