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Hombre ataca a dos mujeres y asesina a otra que las defiende en el desfile del orgullo alemán: activistas culpan a las ‘TERF’

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Shay Woulahan
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Una mujer de 25 años fue asesinada en un desfile del Orgullo en Alemania la semana pasada. La mujer, que se identificaba como un hombre transgénero, fue atacada por intervenir en un ataque lesbófobo.

El 27 de agosto, la víctima, que ha sido identificada solo como “Malte C.” por la prensa alemana, fue testigo de cómo un hombre abusaba verbalmente de dos lesbianas y les lanzaba insultos lesbofóbos. Cuando Malte intervino para defender a las mujeres, el sospechoso la golpeó en la cara varias veces, haciéndola caer. Malte fue llevada de urgencia al hospital y puesta en coma inducido médicamente, pero desgraciadamente falleció el 2 de septiembre.

El sospechoso huyó, pero la prensa alemana publicó su descripción: “un hombre delgado, de entre 18 y 20 años, de 5.6 a 5.9 pies de altura (de 1.65 a 1.75 m). Llevaba pantalones vaqueros acampanados, una camiseta y un sombrero de pescador”. El 3 de septiembre, un sospechoso fue arrestado en relación con el ataque.

El joven de 20 años fue identificado como Nuradi A., ciudadano ruso y ex campeón infantil de boxeo. A. estaba en Alemania solicitando asilo, pero la solicitud había sido denegada y ya no se le permitía la estancia en el país. Es de destacar que era bien sabido que A. era homosexual.

Miles de personas asistieron a una vigilia el día en que se anunció la muerte de Malte C. Se informa que 6.500 personas participaron en una manifestación denunciando la violencia hacia las personas queer en Münster frente al histórico Ayuntamiento. El alcalde de Münster, Markus Lewe (CDU) (Unión Cristiana Demócrata), anunció que izaría las banderas de los edificios urbanos a media asta y colgaría la bandera de luto en el ayuntamiento. Además, hay un libro de condolencias en el Bürgerhalle (ayuntamiento).

Pero el trágico asesinato se politizó rápidamente cuando los transactivistas corrieron a las redes sociales a culpar de la muerte de C., no al hombre que la mató, sino a la “transfobia” perpetuada por las feministas que afirman que las mujeres tienen derecho a espacios de un solo sexo.

Tras el anuncio de la muerte de C., Frank Laubenburg, director de la publicación LGBT Die Linke.queer (La Izquierda.queer), pareció culpar a cuatro mujeres por el asesinato: la bióloga Marie-Luise Vollbrecht, la feminista Alice Schwarzer y las políticas Alice Weidel y Sahra Wagenknecht.

Marie-Luise Volbrecht es una bióloga a la que le cancelaron su conferencia pública sobre la evolución del sexo binario en la Universidad Humboldt de Berlín debido a las protestas de activistas trans, y Alice Schwarzer es una feminista que ha recibido reacciones violentas de activistas trans por cuestionar las leyes de autoidentificación de género del país.

Alice Weidel es la líder de Alternativa para Alemania, un partido político de derechas. Aunque Weidel es lesbiana y está casada por lo civil, su partido se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo. Sahra Wagenknecht es una política de izquierdas que ha sido llamada “feminista radical trans excluyente” por cuestionar la aceptación de su partido de la política de identidad y el liberalismo en su libro Die Selbstgerechten.

Laubenburg no fue el único periodista en Twitter que culpó a las mujeres del ataque. Annika Brockschmidt también culpó a “periodistas y políticos” que han “vendido el pánico moral anti-trans”, siguiendo con una afirmación sin fundamento de que las TERF alemanas estaban “celebrando” el asesinato del individuo transgénero. Brockschmidt acabó su hilo afirmando que la “transfobia” mató a Malte C., y sugiriendo que las TERF eran responsables.

Varios grupos de activistas queer también han aprovechado la oportunidad tras la muerte de Malte para hacer demandas políticas, como pedir mayores penas por los crímenes de odio contra la orientación sexual y la identidad de género.

La retórica antifeminista culminó en un gran cartel que se exhibió en el desfile del orgullo de Dresde el 3 de septiembre, que decía “Las TERFS me pueden chupar mi enorme polla trans”.

Esto viene después de una reciente ola de aversión hacia las mujeres críticas de género, particularmente las lesbianas, durante las marchas y eventos del orgullo en Alemania.

En agosto de 2022, las lesbianas fueron recibidas con hostilidad que en una marcha Dyke en Hamburgo, y al menos una mujer fue agredida físicamente por transactivistas por decir que los hombres no pueden identificarse como lesbianas.

Lo mismo ocurrió en julio en un evento del orgullo en Colonia: un grupo de lesbianas compuesto por miembros de la alianza LGB y la rama alemana de Women’s Declaration International fueron atacadas por transactivistas por sostener pancartas con la definición de la palabra lesbiana en ellas.

Hablando con Reduxx, Rona Duwe comentó la politización de la muerte de Malte C. y cómo se culpa a las mujeres por el asesinato, y señaló que desde ese día se ha convertido en blanco de los transactivistas por su postura clara acerca de los derechos sexuales de las mujeres.

Duwe es una defensora alemana de los derechos de las mujeres y autora de Muttermut Mutterwut. Duwe ha ganado un premio por su trabajo en phoenix-frauen.de, que se centra en apoyar a las sobrevivientes de violencia doméstica y en hablar sobre la violencia contra las madres.

“Las feministas han sido consideradas responsables del acto de un hombre de una manera sin precedentes”, dice Duwe sobre las secuelas del ataque del desfile del orgullo, “Nadie nombra el verdadero problema: la violencia masculina”.

Duwe explica que los medios de comunicación alemanes han convertido a las feministas y las lesbianas en las instigadoras del crimen contra Malte C., y dice que está “muy preocupada de que esto exacerbe la hostilidad hacia las mujeres y las lesbianas” en Alemania.

“De toda la gente a la que pudieron culpar, escogieron a las mujeres, las feministas y las lesbianas, aquellas que luchan por la seguridad de las niñas y las mujeres contra la violencia masculina y arriesgan mucho por ello”.

Duwe dice que desde la muerte de Malte C., el comisionado alemán para la aceptación de la diversidad sexual y de género, Sven Lehmann, ha pedido leyes más agresivas para penalizar la hostilidad contra las personas “queer”, algo que Duwe dice que inevitablemente resultará en la criminalización de las feministas en Alemania.

“Están sembrando indignación contra las feministas que hablan sobre las leyes de autoidentificación”, dice Duwe, “La trágica muerte de Malte fue utilizada como arma de una manera aterradora por los medios de comunicación y los políticos para promover propuestas legislativas que han sido ya criticadas por las feministas”.

Como ejemplo de lo que espera, Duwe señala el caso de Christina Ellingsen, una mujer noruega actualmente bajo investigación criminal por decir que los hombres no pueden ser lesbianas. Ellingsen se enfrenta a hasta 3 años de prisión si es declarada culpable.

“Cuando mujeres como Christina Ellingsen se convierten en criminales por nombrar la realidad material y exigir protecciones específicas por sexo para las mujeres, se puede ver que las leyes para criminalizar la ‘hostilidad queer’ tratan únicamente de proteger a los hombres”.

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Pederasta en serie liberado tras su “transición”, otra vez en la cárcel

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Jennifer Gingrich
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Un pederasta en serie. que fue puesto en libertad cuando comenzó a hacer “transición de género” porque, según las autoridades, ésta redujo su potencial para reincidir, está de nuevo en la cárcel tras ser cogido con material de abuso sexual infantil.

Joseph Matthew Smith, quien también se hace llamar Josie Maria Dunham o Josie Smith, salió en los titulares internacionales en 2020 tras ser puesto en libertad tan solo 4 años después de una sentencia de prisión indefinida. Smith había sido declarado culpable de agredir sexualmente a un residente de 11 años de Midwest Christian Services (MCS), un centro de tratamiento para menores. Smith había sido ingresado en MCS cuando era un adolescente tras otra condena por agresión sexual a un niño de 14 años.

Debido a su larga historia de delitos sexuales, se llevó a cabo un informe psicológico previo a la sentencia. Smith le dijo a un psicólogo forense estatal que había abusado sexualmente de hasta 15 niños menores de 13 años, el más joven de ellos, un bebé de 1 año.

En aquel momento, el Dr. Jeffrey Davis dijo que Smith no era apto para ser puesto en libertad debido a su negativa a asumir la responsabilidad de sus acciones y su riesgo extremadamente alto de reincidencia. El Dr. Davis señaló en su informe que el riesgo de reincidencia de Smith era mayor que el 92% de los delincuentes sexuales masculinos en un país comparable como Canadá.

El informe previo a la sentencia recomendó que Smith fuera encerrado en la Unidad de Confinamiento Civil Cherokee para Delincuentes Sexuales (CCUSO en sus siglas en inglés) por un período indefinido. Pero la recomendación se basaba en que Smith tenía el impulso sexual de un hombre.

Aproximadamente dos años después de su encarcelamiento en el Centro Correccional Newton por el asalto en MCS, Smith comenzó a identificarse como mujer y solicitó tratamientos de “afirmación de género”, incluida la terapia de reemplazo hormonal. Los funcionarios alegaron que Smith tenía un menor riesgo de reincidir debido a un nivel alterado de testosterona, y que “ya no tenía el impulso sexual de un hombre”.

En ese momento, la portavoz del Fiscal General de Iowa, Lynn Hicks, afirmó que “los niveles hormonales de un delincuente son una parte importante para justificar la probabilidad de reincidencia de un delincuente”. Hicks también declaró que un experto gubernamental había determinado que Smith no estaba en riesgo de reincidir como resultado de su transición de género, dejando a su oficina sin otra opción que retirar la solicitud de confinamiento civil.

Smith fue puesto en libertad condicional en enero de 2020, pero en octubre de 2021 ya había violado los términos de sus estrictas condiciones al usar un dispositivo electrónico no autorizado y buscar sexo. A pesar de la violación, Smith no solo no regresó a la cárcel, sino que se le permitió continuar viviendo en la pequeña ciudad de Sloan, Iowa.

Como informó por primera vez el Storm Lake Times, en enero de 2022 se consideró que Smith vulneraba los términos de su libertad condicional, esta vez por acceder a materiales de abuso sexual infantil en otro dispositivo electrónico no declarado. Tales materiales representaban a niños entre cinco y ocho años.

Christine Louis, jueza de derecho administrativo de los Servicios Correccionales de Iowa, sentenció a Smith a dos años más de prisión en enero. Smith solicitó clemencia, pero se le fue negada en última instancia.

Según el Departamento de Correcciones de Iowa, Smith, de 25 años, está de vuelta en el Centro Correccional Newton, que es una institución para hombres con un programa especial para delincuentes sexuales en el condado de Jasper.

A pesar de que el Fiscal General se refirió a él como una mujer, el sexo de Smith está registrado como masculino.

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Serial Pedophile Back In Custody After Being Released Following Transition

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Jennifer Gingrich
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A serial pedophile who was released from prison after beginning a gender transition which officials said reduced his potential to reoffend is back in custody after being found with child sexual abuse materials.

Joseph Matthew Smith, who also goes by the name Josie Maria Dunham or Josie Smith, made international headlines in 2020 after being released from prison just 4 years into an indefinite prison sentence. Smith had been convicted of sexually assaulting an 11-year-old resident at Midwest Christian Services (MCS), a treatment facility for juveniles. Smith had been housed at MCS following another conviction for sexually assaulting a 14-year-old when he was a teenager.

Due to his lengthy history of sex crimes, a pre-sentence psychological report was carried out. Smith told a state forensic psychologist he had molested as many as 15 children under the age of 13, the youngest being a 1-year-old baby.

At the time, Dr. Jeffrey Davis said Smith was unfit for release due to his refusal to take responsibility for his actions and his extremely high risk of reoffending. Dr. Davis noted in his report that Smith’s risk for recidivism was higher than 92% of male sex offenders in a comparable country like Canada.

The pre-sentence report recommended Smith be confined at the Cherokee Civil Commitment Unit for Sex Offenders (CCUSO) for an indefinite period. But the recommendation was premised upon Smith having the sex drive of a man.

Approximately two years after being incarcerated at the Newton Correctional Facility for the MCS assault, Smith began to identify as a woman and requested ‘gender affirming’ treatments, including hormone replacement therapy. Officials then claimed Smith was at a lower risk of re-offending due to an altered testosterone level, and that he “no longer had the sex drive of a man.”

At the time, Iowa Attorney General spokesperson Lynn Hicks asserted that “an offender’s hormone levels are an important part of substantiating an offender’s likelihood of recidivism.” Hicks also stated that an administration expert had determined that Smith was not at risk of reoffending as a result of his gender transition, leaving his office no choice but to drop the civil confinement request.

Smith was paroled in January of 2020, but by October of 2021, he had already violated the terms of his strict conditions by using an unauthorized electronic device and seeking out sex. Despite the violation, Smith was not remanded to custody, and was instead allowed to continue to live in the small city of Sloan, Iowa.

As first reported by the Storm Lake Times, in January of 2022, Smith was once again found in violation of the terms of his parole, this time for accessing child sexual abuse materials on yet another undeclared electronic device. The materials depicted children between the ages of five and eight.

Christine Louis, administrative law judge for Iowa Correctional Services, sentenced Smith to two more years in prison in January. Smith requested leniency, but was ultimately denied.

According to the Iowa Department of Corrections, Smith, 25, is back at the Newton Correctional Facility, which is a men’s institution with a special program for sex offenders in Jasper County.

Despite being referred to in court and by the Attorney General as a woman, Smith’s sex is registered as being male.

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Kiwis vs. Predator

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Shay Woulahan
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El streamer transgénero de Twitch Keffals ha declarado una guerra sin cuartel contra un polémico foro de Internet. Aunque el streamer afirma que es en respuesta a un incidente de “swatting”, otros dicen que es un intento de eliminar la información incriminatoria sobre sí mismo que se estaba compartiendo en el sitio, incluyendo la facilitación ilegal a menores de hormonas sexuales cruzadas.

“Clara” Sorrenti, nacido Lucas Roberts y más conocido por el nombre de Keffals, ha declarado una guerra en línea contra Kiwi Farms, un foro dedicado en gran medida a compartir información sobre personalidades en línea.

Sorrenti ha instado a Cloudflare, un servicio de seguridad que permite a los sitios web mitigar los ataques maliciosos diseñados para hacerlos inaccesibles, en Twitter a dejar de proporcionar protección para el sitio web.

Esto se produce después de haber sacado un video en YouTube el 9 de agosto en el que dijo entre lágrimas que había sufrido “swatting” de la policía de Londres, Ontario, después de que los usuarios de Kiwi Farms filtraran información personal sobre él. El “swatting” es una forma de acoso en la que se da una pista falsa de actividad criminal a los servicios de emergencia con la intención de que manden policías a la casa de un individuo inocente.

En el video, policías armados despiertan a Sorrenti en su casa el 5 de agosto, respondiendo a amenazas terroristas emitidas a la policía de Londres, Ontario, que pretendían haber sido lanzadas por Sorrenti. El streamer dice que la policía lo arrestó, registró su casa y confiscó sus bienes.

Sorrenti dice en el video que lo despertó un policía que le apuntaba un “rifle de asalto” a la cara, que lo misgenerizó y que lo llamó por su nombre de nacimiento varias veces durante el proceso.

El Servicio de Policía de Londres [LPS] ha emitido una declaración sobre el arresto que contradice el relato de Sorrenti de los hechos.

“Los oficiales no llevaron a cabo lo que a veces se conoce como una ‘entrada dinámica’ en la residencia de la Sra. Sorrenti”, decía la declaración, “sino que llamaron a la puerta, dijeron que eran oficiales de policía y los ocupantes respondieron. El intento de alguien no involucrado en el asunto de sugerir lo contrario es inexacto e irresponsable”.

Reduxx se comunicó con LPS para obtener información sobre la investigación, pero se negaron a comentar: “Como ésta es actualmente una investigación criminal abierta y activa, el Servicio de Policía de Londres no hará más comentarios sobre el asunto”.

Sorrenti lanzó un GoFundMe tras afirmar que necesitaba reubicarse rápidamente debido a las amenazas a su seguridad, y ha ido aumentado el objetivo de la campaña varias veces, de $ 25,000 a más de $ 100,000, de los cuales ha recaudado casi el total.

En una continuación al video original de YouTube, Sorrenti dijo haberse mudado temporalmente a un hotel, pero después de publicar una foto de su habitación en línea, los usuarios de Kiwi Farms supuestamente analizaron la habitación del hotel para encontrar su ubicación y luego enviaron pizzas al hotel como amenaza. También afirmó que los usuarios de Kiwi Farms habían doxxeado accidentalmente a un anciano con el mismo apellido que él.

“El denominador común entre mi swatting, la jugarreta de las pizzas y el swatting del anciano en Toronto es que los usuarios del sitio web kiwifarms.com me habían hecho doxxing y publicado la dirección de mi hotel, la casa en la que solía vivir, así como la dirección del anciano en un intento de encontrar mi dirección”. Sorrenti dijo en su video de Youtube.

Sorrenti ha afirmado repetidamente en entrevistas que la razón por la que ha sido atacado por Kiwi Farms es porque es un activista trans, pero los usuarios de las redes sociales se han apresurado a especular que la verdadera razón por la que Sorrenti está pidiendo que Kiwi Farms sea eliminado es debido a la información incriminatoria sobre él que se ha archivado en el sitio web.

“Keffals quiere destruir Kiwi Farms porque la documentación que tiene de Keffals como un fallido actor porno de pedos que ahora dirige charlas en Discord para mandarles a chicos adolescentes collares de fetiche y estrógeno ilegal hecho en la bañera de un tío brasileño lo pone en ridículo.”

Kiwi Farms fue desconectado temporalmente durante unos días en lo que el administrador del sitio Joshua “Null” Moon describió como un ataque deliberado al sitio, pero ha regresado y presenta de una forma muy destacada un hilo detallado de 2000 páginas sobre “Keffals” para que los visitantes lo hojeen.

Los usuarios en el hilo explican cómo Sorrenti promovió un sitio web llamado “Guía de Terapia de Reemplazo Hormonal casero”. Según los usuarios de Kiwi Farms, un amigo de Sorrenti llamado Chloe Elselvier Solanders, también conocido como BobPosting, dirige este sitio web.

Solanders, otro hombre identificado como trans, produce hormonas en su bañera, enseña a los menores cómo usarlas y distribuye en secreto las hormonas a los menores sin supervisión parental o médica.

Sorrenti admitió su participación en la operación ilegal en un tweet de junio de 2022.

“Bob/Chloe” llama “dar a menores píldoras rosas” a proporcionar a los menores “estrógeno de bañera”, y ha dicho haber “ayudado” a más de 1000 niños. También parece dirigir un servidor de Discord donde enseña a los niños cómo entrenar la voz para sonar más femeninos.

Poco después, otro activista trans, Eli Erlick, fue criticado por el comentarista político conservador Matt Walsh por ofrecerse a distribuir ilegalmente hormonas sexuales cruzadas a menores. Sorrenti tuiteó con orgullo que él también estaba involucrado en ayudar a los menores a recibir hormonas sexuales cruzadas.

Pero los usuarios en las redes sociales también apuntan a acusaciones de que Sorrenti dirigía un servidor de Discord llamado “Catboy Ranch”, junto con una cuenta de Twitter del mismo nombre.

Los miembros del servidor eran llamados “catboys”, mientras que Sorrenti se llamaba a sí mismo el “ranchero”. Envió collares fetichistas a sus “catboys” favoritos con chapas que decían que eran de su propiedad. Se publicó evidencia en Kiwi Farms de que había menores involucrados en el “Rancho Catboy”.

En las capturas de pantalla del servidor se veían usuarios que decían tener tan solo 13 años, y se ha archivado una conversación en abierto en Twitter que muestra a Sorrenti interactuando con un usuario que tenía 16 años en aquel momento y que también lo llamaba “ranchero”.

Algunos detectives de internet comenzaron a analizar a los seguidores de Sorrenti en Twitter, y descubrieron que había sido mutual con una cuenta muy pequeña que publicaba material de fantasía de abuso sexual infantil, y que sostenía que el contacto sexual entre adultos y niños debería ser “desproblematizado”.

La recopilación de información incriminatoria disponible en Kiwi Farms ha llevado a muchos a afirmar que la motivación de Sorrenti para querer que el sitio desaparezca es el temor a que su actividad potencialmente ilegal siga accesible públicamente mientras está en el centro de atención.

Además del escándalo de las hormonas ilegales, los usuarios de Kiwi Farms también han expuesto en tono burlón la supuesta historia de Sorrenti en la pornografía bajo el nombre de “Skye” y “Queen Clara”. Sorrenti estuvo específicamente involucrado en el “porno fetiche del pedo” que, según todos los informes, no tuvo éxito debido a las acusaciones de los espectadores de que fingía su flatulencia al usar un whoopee cushion (cojín que emite sonidos que parecen pedos al sentarse en él).

Sorrenti ha actualizado su perfil de Twitter, instando a sus seguidores a “decirle al CEO @eastdakota de @cloudflare que deje de trabajar con Kiwi Farms” y también ha compartido la información de ubicación del actual servidor host de Kiwi Farms, y ha pedido a sus seguidores ucranianos que le manden mensajes al servidor o que incluso lo visiten.

El 26 de agosto, mientras Kiwi Farms estaba temporalmente desactivado, el propietario del sitio, Joshua Moon, escribió una declaración en la que criticaba los intentos de acabar con su sitio.

“Lo que temo más que perder mi sitio, o que me denuncien, o tratar con la policía, es vivir en un mundo donde eunucos gordos pueden hacer grooming a niños y niñas para que se mutilen los cuerpos y tomen drogas en secreto, mientras que a las personas normales ni siquiera se les permite discutirlo”.

Moon continuó: “El populacho ya ha planeado los siguientes objetivos. Si seguimos desactivados, van a atacar a las comunidades críticas de género, especialmente aquellas dirigidas por y para mujeres. No puede existir ningún lugar en línea que permita la crítica de su estilo de vida fetichista, y nada los excitaría más que inflingir esta lucha de poder y dominación a un espacio femenino”.

Sorrenti ha anunciado que está planeando una protesta a las puertas de la sede de Cloudflare en San Francisco, pero la compañía ha emitido un comunicado afirmando firmemente que no tenían planes de dejar de proporcionar sus servicios a ningún cliente.

“Así como la compañía telefónica no te corta la línea si dices cosas horribles, racistas e intolerantes, hemos concluido en consulta con políticos, legisladores y expertos que cancelar los servicios de seguridad porque creemos que lo que publicas es despreciable es la política equivocada”, escribió el CEO de la compañía, Matthew Price, en una publicación de blog el 31 de agosto.

Aunque Sorrenti ha sugerido que sus oponentes son todos “transfóbicos”, varias personas que se identifican como trans también han hablado sobre sus payasadas, incluida Laura Hobbs. Hobbs ha defendido firmemente a Kiwi Farms en Twitter, a pesar de haber sido un objetivo de los foros en un pasado reciente.

“Fui, sin ninguna duda, un rabioso activista por los derechos trans, tenía el cerebro muy lavado en un momento dado y me consideraba a mí mismo un guerrero de la justicia social durante mucho tiempo. Pensé que estaba haciendo algo por los demás y estaba cegado por mi propio egoísmo y deseo de ser una especie de activista de izquierdas de renombre”, dijo Hobbs a Reduxx.

En mayo de 2021, Hobbs se volvió viral después de tener un arrebato emocional en un restaurante de Popeye’s porque un miembro del personal lo había misgenerizado (se dirigió a él llamándolo Sir, señor). Los usuarios de Kiwi Farms rápidamente se empezaron a burlar de Hobbs por el berrinche grabado, que le había atraído una gran atención negativa en las redes sociales.

Al leer los comentarios de odio en los tablones de mensajes, Hobbs decidió crear una cuenta en Kiwi Farms para interactuar directamente con los usuarios.

“Eran mucho más razonables de lo que yo pensaba”, dice Hobbs. “Cuando entré por primera vez en Kiwi Farms, pensé ‘estos tipos probablemente son pederasta o algo así, así que los voy a trolear’. Pero aprendí que lo que tenemos en común es que [ambos] odiamos a los depredadores, y a partir de ahí empezaron las conversaciones genuinas. Incluso hice amigos que me apoyaron mucho”.

Hobbs dice que no todos los usuarios en el foro se han mostrado amistosos, pero muchos perdonaron a Hobbs por el incidente de Popeye.

“Al final, empecé a encontrar a los usuarios entretenidos y divertidos, y me sentí imbécil por haberme enfadado tanto por el hilo de Kiwi Farms … Siento que fue realmente constructivo que abriéramos un diálogo. Más importante aún, llegué a la conclusión lógica de que su foro es su medio de libertad de expresión, que es algo muy delicado de manipular”.

Poco después, Hobbs anunció un cambio de estilo de vida en Twitter: “He terminado con el porno y la mierda pervertida”.

Hobbs, quien comenzó “la transición” en 2008, ahora busca “proteger” a la comunidad trans de los “trans trenders” y otras personas que Hobbs considera que tienen intenciones depredadoras hacia las mujeres y los niños.

Desde que la campaña de Sorrenti contra Kiwi Farms se hizo viral , Hobbs se ha vuelto un firme defensor del sitio en las redes sociales. Aunque condena el “swatting” de Sorrenti, Hobbs comparte la idea de que Sorrenti puede estar motivado por el deseo de borrar toda información incriminatoria o vergonzosa sobre él en el sitio.

“Creo que [Sorrenti] está avergonzado y se siente puesto al descubierto por su hilo. El porno de pedos, el grooming, la influencia que persigue y el regodeo por el envío de drogas a niños, algunas cosas legalmente cuestionables enumeradas allí, y creo firmemente que [Sorrenti] preferiría encubrir todo eso”, explica Hobbs, “A mí no me molesta tanto mi huella digital, pero algunos se vuelven locos tratando de ocultar las cosas que dijeron e hicieron”.

Sobre la existencia del servidor Discord “Catboy Ranch”, que supuestamente tenía miembros menores de edad, Hobbs lo llama un ejemplo de comportamiento “depredador” de Sorrenti.

“Lo que Keffals tiene es un culto obvio al grooming, y esto no es algo raro cuando se trata de hombres que se identifican como trans. También creo que el comportamiento de Sorrenti hacia los menores y hacia las mujeres y otras personas trans es depredador, al menos de una manera narcisista autopromocional”.

Hobbs reconoce que su perspectiva no es popular en la comunidad trans, pero se siente cómodo siendo una voz disidente.

“En los círculos LGBT, nos humillan por denunciar a los depredadores y groomers que se identifican como trans. A la gente le están cerrando las cuentas por denunciar a los depredadores por hacer grooming a niños y por llamar a la pedofilia por lo que es. Esta tendencia es muy peligrosa y creo que creará más víctimas porque ellos y sus partidarios serán censurados y silenciados. El movimiento contra la libertad de expresión es bipartidista y es una muy mala noticia para las víctimas de delitos sexuales violentos, para los niños y para las mujeres”.

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Kiwis vs. Predator

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Shay Woulahan
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Transgender Twitch streamer Keffals has launched an all-out war against a controversial internet forum. While the streamer claims it is in response to a ‘swatting’ incident, others say the move is an attempt to suppress incriminating information about himself that was being shared on the site, including that he facilitated the illegal access of minors to cross-sex hormones.

“Clara” Sorrenti, born Lucas Roberts and better known by the username Keffals, has declared an online campaign against Kiwi Farms, a forum largely dedicated to sharing information about online personalities.

Sorrenti has urged Cloudflare, a security service which enables websites to mitigate malicious attacks designed to make them inaccessible, on Twitter to stop providing protection for the website.

Sorrenti’s efforts come after an August 9 YouTube video in which he tearfully claimed he was “swatted” by London, Ontario police after Kiwi Farms users leaked personal information about him. “Swatting” is a form of harassment in which a false tip of criminal activity is given to police with the intention of having officers respond aggressively to an innocent individual’s home.

In Sorrenti’s video, he was awoken to armed officers in his home on August 5. The officers were responding to terrorist threats issued to the London, Ontario police, purporting to be sent by Sorrenti. The streamer claims he was placed under arrest, and had police search his home and seize his property.

In the video, Sorrenti claims he was awoken by an officer holding an “assault rifle” to his face, and goes on to state he was misgendered and called by his birth name multiple times during the process.

London Police Service [LPS] has since released a statement regarding the arrest which contradicts Sorrenti’s account of the events.

“Officers did not conduct what is sometimes referred to as a ‘dynamic entry’ into Ms. Sorrenti’s residence,” the statement read, “Rather, they knocked on the door, announced themselves as police officers, and occupants answered. Any attempt by uninvolved third parties to suggest otherwise is inaccurate and irresponsible.”

Reduxx reached out to LPS for information on where the investigation stood, but they declined to comment, writing: “As this is currently an open and active criminal investigation, London Police Service will not be commenting any further on this matter.”

Sorrenti launched a GoFundMe after claiming he needed to rapidly relocate due to threats to his safety, and has since increased the goal of the campaign multiple times — from $25,000 to over $100,000, of which he has raised almost the total.

In a follow up YouTube video, Sorrenti claimed that he relocated temporarily to a hotel but after posting a photo of his hotel room online, users on Kiwi Farms allegedly analyzed the hotel room to find his location and then sent pizza deliveries to the hotel as a threat. He also claimed Kiwi Farms users had accidentally doxxed an elderly man with the same surname as him.

“The common denominator between me getting swatted, the pizza pranks, and the elderly man in Toronto getting swatted is that users of the website kiwifarms.com had doxxed me and publicly posted the address of my hotel room, the house that I used to live at, as well as the address of the elderly man in their attempt to find my address.” Sorrenti said in his Youtube video.

Sorrenti has repeatedly asserted in interviews that the reason that he has been targeted by Kiwi Farms is because he is a trans activist, but social media users have been quick to speculate that the real reason Sorrenti is calling for Kiwi Farms to be taken down is because of incriminating information about him that has been archived on the website.

While Kiwi Farms went temporarily offline for a few days after what site administrator Joshua “Null” Moon explained was a deliberate attack on the site, it has since returned and prominently features a detailed, 2000-page thread on “Keffals” for visitors to skim.

Users in the thread explain how Sorrenti promoted a website called the “Do-it-Yourself Hormone Replacement Therapy Directory.” According to Kiwi Farms users, a friend of Sorrenti named Chloe Elselvier Solanders, also known as BobPosting, runs this website.

Solanders, another trans-identified male, reportedly produces hormones in his bathtub, teaches minors how to use them, and secretly distributes the hormones to minors without parental or medical oversight.

Sorrenti admitted his involvement with the illegal operation in a Tweet from June of 2022.

“Bob/Chloe” refers to providing minors with “bathtub estrogen” as “pink-pilling minors” and has claimed to have “helped” over 1000 children. He also allegedly runs a Discord server where he teaches boys how to voice train in order to make their voices sound more feminine.

Shortly another trans activist, Eli Erlick, was called out by conservative political commentator Matt Walsh for offering to illegally distribute cross-sex hormones to minors, Sorrenti proudly tweeted claiming that he was also involved in helping minors receive cross-sex hormones.

But users on social media are also pointing to long-standing allegations that Sorrenti ran a Discord server called “Catboy Ranch,” along with a Twitter account of the same name.

Members of the server were called “catboys,” while Sorrenti called himself the “rancher.” He sent out kink collars to his favourite “catboys” with tags on them that declared them his property. Evidence was posted on Kiwi Farms that minors were involved in the “Catboy Ranch.”

Screenshots from within the server showed users claiming to be as young as 13, and a Twitter exchange has been archived showing Sorrenti engaging with a user who would have been 16-years-old at the time who also called him “rancher.”

Some sleuths also began assessing Sorrenti’s Twitter followers, and discovered he had been mutuals with a very small account which posting fantasy child sexual abuse material, and also argued that sexual contact between adults and children needed to be “deproblematized.”

The collection of incriminating information available on Kiwi Farms has led many to assert that Sorrenti’s motivation for wanting the site to be taken offline is a fear of his potentially illegal activity to remain publicly accessible while he is in the spotlight.

In addition to the illicit hormone scandal, Kiwi Farms users have also mockingly exposed Sorrenti’s alleged history in pornography under the name “Skye” and “Queen Clara.” Sorrenti was specifically involved in “fart fetish porn” which he reportedly didn’t succeed in due to accusations from viewers that he faked his flatulence by using a whoopee cushion.

Sorrenti has updated his Twitter profile, urging his followers to “tell CEO @eastdakota of @cloudflare to drop Kiwi Farms” and has also shared the location information of Kiwi Farm’s current server host, calling for his Ukrainian followers to contact or even visit them.

On August 26, while Kiwi Farms was temporarily down, site owner Joshua Moon penned a general statement in which he slammed the efforts to take down his site.

“What I fear more than losing my site, or getting sued, or dealing with police, is living in a world where fat eunuchs can groom little boys and girls into mutilating their bodies and taking drugs in secret, while normal people are not allowed to even discuss it.”

Moon continued: “The mob has already planned subsequent targets. Should we stay down, they will then attack gender critical’ communities – especially those ran by and for women. No place can exist online which permits criticism of their fetishistic lifestyle, and nothing would excite them more than this power and domination struggle being inflicted on a female space instead.”

Sorrenti has announced he is planning a protest outside of Cloudflare’s San Francisco headquarters, but the company has issued a statement firmly asserting they had no plans of terminating their services to any client.

“Just as the telephone company doesn’t terminate your line if you say awful, racist, bigoted things, we have concluded in consultation with politicians, policymakers and experts that turning off security services because we think what you publish is despicable is the wrong policy,” the company’s CEO, Matthew Price, wrote in a blog post on August 31.

While Sorrenti has suggested his opponents are all “transphobic,” multiple trans-identified people have also spoken out on his antics, including Laura Hobbs. Hobbs has been vocal defender of Kiwi Farms on Twitter, despite having been a target of the forums in the recent past.

“I was definitely a very brainwashed rabid [trans rights activist] at one point. and would call myself an [social justice warrior] for a long time. I thought I was doing something for others and was blinded by my own selfishness and desire to be some kind of leftist activist important figurehead,” Hobbs told Reduxx.

In May of 2021, Hobbs went viral after having an emotional outburst at a Popeye’s restaurant for being misgendered by a member of staff. Kiwi Farms users quickly took to mocking Hobbs for the recorded breakdown, which had invited significant negative attention across social media.

Reading through hateful comments on message boards, Hobbs would go on to create a Kiwi Farms account and directly engage with users.

“They were just a lot more reasonable than I thought,” Hobbs says. “When I first got onto Kiwi Farms, I figured ‘these guys are probably pedos or something so I’m going to troll them.’ But I learned that the thing we have in common is we [both] hate predators, and genuine conversations started to evolve from there. I even made friends and found a lot of support from them.”

Hobbs says not every user on the forum has been friendly, but many forgave Hobbs for the Popeye’s incident.

“I felt silly getting myself so mad about my [Kiwi Farms] thread when I started finding the posters just entertaining and funny … I feel like it was really constructive that we opened a dialog, ultimately. More importantly I came to the logical conclusion that their forum is their means of free speech and free expression, which is something very delicate to be tampered with.”

Shortly after, Hobbs announced a lifestyle shift on Twitter, writing “I’m done with porn and the perverted shit.”

Hobbs, who began transitioning in 2008, now seeks to “gate-keep” the trans community from “trans trenders” and other individuals Hobbs considers to have predatory intentions towards women and children.

Since Sorrenti’s campaign against Kiwi Farms has gone into full swing, Hobbs has been a vocal defender of the site on social media. While condemning Sorrenti’s “swatting,” Hobbs shares speculation that Sorrenti may be motivated by a desire to erase any incriminating or embarrassing information about him on the site.

“I think [Sorrenti] is embarrassed and feels called out by their thread. Fart porn, grooming, the clout chasing and [gloating about] sending drugs to kids — some questionable legalities listed there, and I strongly believe [Sorrenti] would rather cover all that up,” Hobbs explains, “I can live with my digital footprint but some people will go nuclear to try to hide things that they said and did.”

On the existence of the “Catboy Ranch” Discord server, which allegedly had minors as members, Hobbs calls it an example of “predatory” behavior from Sorrenti.

“What Keffals has going on is some obvious groomer cult, and this isn’t a rare thing when dealing with males who identify as trans. I also believe the behavior of [Sorrenti] towards minors and towards women and other trans people is a predatory, at least in a self promotional narcissistic kind of way.”

Hobbs acknowledges the perspective isn’t a popular one in the trans community, but is comfortable being a dissident voice.

“In LGBT circles, we are shamed for calling out trans-identifying predators and groomers. People are having their accounts shut down from calling predators out for grooming children, and for calling pedophilia what it is. This trend is very dangerous and I believe it will create more victims because them and their supporters will be censored and silenced. The anti-free speech movement is bipartisan and is very bad news for victims of violent sexual crimes, for children and for women.”

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Libro “pornográfico” de género dirigido a menores de edad puede continuar a la venta en Virginia

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Reduxx Team
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El estado de Virginia ha desestimado una demanda presentada con el objeto de detener la venta de unas memorias de género “pornográficas” dirigidas a menores, y la decisión está provocando polémica en las redes sociales.

Las preocupaciones iniciales sobre Gender Queer, una novela gráfica de Maia Kobabe, comenzaron a circular tras su lanzamiento el año pasado debido al contenido que muchos consideran inapropiado para niños. El libro, que es ilustrado en su mayor parte, incluye descripciones gráficas del desarrollo sexual de Kobabe y sus aventuras cuando era niña. Kobabe es una mujer biológica que se identifica como “asexual” y “género queer”, y usa los “pronombres” e/em/eir.

Entre el contenido gráfico se incluyen descripciones de Kobabe a los 12 años masturbándose con la idea de tener un pene, y una conversación entre ella y su hermana que acaba con Kobabe, menor por aquel entonces, probando su propio fluido vaginal. El libro también describe favorablemente el vendaje de senos (binding), una práctica que está comprobado que tiene múltiples efectos negativos para la salud de las mujeres jóvenes.

El libro provocó una reacción negativa generalizada debido a su contenido gráfico y, como resultado, ha sido prohibido en muchos distritos escolares y bibliotecas de los Estados Unidos.

En mayo, Virginia se convirtió en el último estado en unirse a la lucha cuando el delegado Tim Anderson, en nombre de su cliente Tommy Altman, presentó una demanda por obscenidad en un tribunal de circuito de Virginia Beach. Altman intentaba que el libro fuera retirado de las escuelas y bibliotecas del estado, pero también intentaba evitar que las principales librerías en Virginia vendieran copias a menores. Pero la demanda fue desestimada esta semana porque la jueza determinó que la ley de Virginia no le concedía la autoridad específica para decidir si los libros eran obscenos para menores.

La jueza Pamela S. Baskervill había dicho anteriormente que era probable que el libro pudiera considerarse obsceno.

Como libro de memorias, Gender Queer habla de la infancia, la adolescencia y la juventud de Kobabe. Kobabe describe cómo comenzó a cuestionarse su identidad tras leer libros que contenían “escenas de sexo gay”. Explica cómo, a los “11 o 12 años”, comenzó a “fantasear con tener un pene” y se masturbaba “metiéndome un calcetín en la parte delantera de mis pantalones y manipulando el bulto” mientras imaginaba a hombres homosexuales teniendo relaciones sexuales.

“No me olvidaré nunca de la vez en que me corrí mientras conducía, simplemente frotando la parte delantera de mis vaqueros e imaginando que alguien me estaba haciendo una mamada”, escribe Kobabe.

Varias escenas en Gender Queer también retratan positivamente el acto de vendarse los pechos, y un panel hace referencia a “Oh Joy, Sex Toy”, un web cómic de Erika Moen con ilustraciones gráficas de sexo. El sitio dice ser solo para mayores de 18 años, pero es accesible sin verificación de edad.

Parte de la pornografía ilustrada en “Oh Joy, Sex Toy” muestra “furrydom”, un eufemismo para animales antropomórficos que participan en actividades sexuales. También enlaza sitios web que albergan archivos de pornografía sobre el tema del fetichismo travesti, o travestismo sexual masculino, y BDSM.

Muchos padres se han opuesto a que Gender Queer esté disponible en las bibliotecas escolares. Miranda Stovall, madre de cuatro hijos, habló en una reunión con administradores de las Escuelas Públicas del Condado Jefferson de Kentucky en julio. Stovall había presentado una queja formal donde pedía que el libro fuera retirado de cuatro escuelas del estado.

“Me han dicho que este libro Gender Queer es necesario para que los niños se vean a sí mismos y se sientan aceptados. Creo que todos los niños deben ser aceptados y amados. Aceptar y amar a los niños no significa poner pornografía en sus manos. Todos [los administradores escolares] como colectivo no están de acuerdo en que las imágenes gráficas … y los anuncios de sitios pornográficos son materiales obscenos para niños… Este libro tiene el potencial de llevar a niños de tan solo 14 años a pornografía real en Internet”, dijo Stovall.

En octubre de 2021, otro padre fue expulsado de una reunión de la junta escolar en California por la policía por leer el libro en voz alta a la audiencia durante la parte de testimonio público de la reunión.

La Presidenta de la Junta Escolar del Condado de Orange, Teresa Jacobs, ordenó a la policía que expulsara a Jacob Engels de la reunión y dijo que “el lenguaje que acaba de leer es inapropiado para este foro”. Engels había encontrado la novela gráfica en la biblioteca de la escuela secundaria de su hijo.

Sin embargo, a pesar de las críticas de los padres y legisladores, el libro recibió varios premios y fue uno de los ganadores del Premio Alex 2020 por “libros escritos para adultos que tienen un atractivo especial para adultos jóvenes de 12 a 18 años”.

Entre los que han defendido Género Queer se encuentra el activista trans Eli Erlick, que está siendo criticado debido a pasadas acusaciones de agresión sexual, y por ofrecerse a suministrar a menores hormonas sexuales cruzadas gratuitas sin supervisión.

En respuesta a la noticia de que la demanda por obscenidad contra Gender Queer había sido retirada, la revista TIME publicó un perfil sobre Kobabe. A la pregunta de por qué había decidido escribir sus memorias, Kobabe dijo a TIME: “Creo que me estaba imaginando a personas como yo. Personas que estaban pensando en el género, que probablemente estaban en sus últimos años de adolescencia o alrededor de los 20. Jóvenes que tenían el mismo nivel de lenguaje y exposición mediática que yo”.

TIME recibió una considerable reacción negativa en las redes sociales por la entrevista con Kobabe. En el momento de la publicación, el tweet había recibido solo 800 me gusta, pero había obtenido más de 8.800 respuestas principalmente negativas de aquellos descontentos con el elogioso perfil, que restaba importancia en gran medida a las preocupaciones del público sobre el libro.

“Time está rindiendo homenaje a esta persona ‘asexual’ por escribir sobre la masturbación para niños”, escribió el popular servicio de información con sede en el Reino Unido @ripx4nutmeg.

“Mi parte favorita del libro es cuando se entera de que no se siente nada cuando le hacen una mamada fingida a tu polla fingida (strap-on). Una lección universal que los niños necesitan aprender, ¿no?” La usuaria de Twitter Sarah Beth Burwick escribió sarcásticamente.

Además de los que criticaban el contenido de las memorias, algunos en las respuestas de TIME encontraron muy divertidos los pronombres de Kobabe.

Sall Grover, fundadora de la aplicación de redes sociales para mujeres Giggle, respondió al tweet de Time diciendo que era “la frase más estúpida que he leído nunca”, mientras que el comentarista conservador Matt Walsh se llevó más de 19,000 me gusta por su socarrón keyboard-smash (una serie de caracteres sin sentido).

Muchas de las respuestas también expresaron su preocupación de que el libro confundiera a los jóvenes adolescentes sobre su género.

Un nuevo informe publicado por el Bedbible Research Center denunció que el número de jóvenes que se identifican como transgénero casi se ha duplicado en los últimos años. Aproximadamente 1,6 millones de jóvenes mayores de 13 años autodeclaran una identidad de género diferente a su sexo.

Una valiente detransicionadora ha citado la pornografía ilustrada que representa relaciones homosexuales masculinas, como una fuente de confusión de identidad de género. En febrero, Helena Kerschner publicó un artículo en su Substack detallando su inmersión “cada vez más profunda en la madriguera de conejo de la identidad trans”, a la que se expuso por primera vez por medio de Tumblr a la edad de trece años.

Al discutir el tipo de contenido que se compartía en línea entre las adolescentes que se identificaban como transgénero, Kerschner escribe: “El erotismo puro también era popular (a menudo con temas muy heavy y pervertidos). Comencé a identificarme con estas representaciones de niños escritas por otras mujeres jóvenes, y los temas dentro de la fanfiction chico/chico eran mucho más excitantes que todo lo que aparecía en los medios de comunicación convencionales producidos profesionalmente”.

En junio, la madre de una hija detransicionada habló con Reduxx para advertir sobre la influencia de la pornografía en la decisión de las niñas de declarar una identidad transgénero. Su hija empezó a insistir en que era un niño después de ser expuesta a la pornografía de anime japonesa en el género yaoi, que a menudo presenta a hombres femeninos en relaciones sexuales.

“Las chicas en el anime están muy sexualizadas, y ninguna chica quiere serlo. Quieren ser el chico. Mi hija pensaba que era un chico gay porque le gustan los niños pero no quería ser una niña”, advirtió la madre anónima.

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“Pornographic” Gender Book Aimed at Minors Allowed to Continue Sale in Virginia

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Reduxx Team
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A lawsuit aimed at stopping the sale of a ‘pornographic’ gender memoir to minors has been dismissed in the state of Virginia, and the decision is sparking controversy across social media.

Initial concerns about Gender Queer, a graphic novel by Maia Kobabe, began circulating after its release last year due to content many called inappropriate for children. The book, which is largely animated includes graphic descriptions of Kobabe’s sexual development and escapades as a young girl. Kobabe is a biological female who identifies as “asexual” and “gender queer,” and uses e/em/eir pronouns.

Among the graphic content includes descriptions of a 12-year-old Kobabe masturbating to the thought of having a penis, and a conversation between her and her sister which results in a minor Kobabe tasting her own vaginal fluid. The book also favorably depicts breast binding — a practice which has been found to pose multiple negative health effects for young women.

The book sparked widespread backlash due to its graphic content, and, as a result, it has been banned in many school districts and libraries across the United States.

In May, Virginia became the latest state to join the fight as Delegate Tim Anderson, on behalf of client Tommy Altman, filed an obscenity lawsuit at a Virginia Beach circuit court. Altman was seeking to have the book removed from schools and libraries in the state, but also sought to prevent major book retailers in Virginia from selling copies to minors. But the lawsuit was dismissed this week after a Judge determined that Virginia law did not allow her the specific authority to determine if the books were obscene for minors.

Judge Pamela S. Baskervill had earlier found probable cause that the book could be considered obscene.

An excerpt from Gender Queer.

As a memoir, Gender Queer tells of Kobabe’s childhood, adolescence, and early adulthood. Kobabe describes how she began to question her identity after reading books that contained “gay sex scenes”. She explains how, at “11 or 12 years old,” she began “fantasizing about having a penis” and would masturbate by “stuffing a sock into the front of my pants and manipulating the bulge” while envisioning gay men having sex.

“Memorably, I got off once while driving just by rubbing the front of my jeans and imagining getting a blowjob,” Kobabe writes.

Several scenes in Gender Queer also positively portray the act of breast binding, and one panel references “Oh Joy, Sex Toy,” a web comic by Erika Moen which depicts graphic illustrations of sex. The site claims to be only for those who are over 18, but is accessible without age verification.

Some of the illustrated pornography on “Oh Joy, Sex Toy” depicts “furrydom,” a euphemism for anthropomorphic animals engaging in sexual activity. It also links to websites that host archives of pornography on the theme of tranvestic fetishism, or male sexual cross-dressing, and BDSM.

Many parents have objected to Gender Queer being available in school libraries. Miranda Stovall, a mother of four, spoke at a meeting with administrators of Kentucky’s Jefferson County Public Schools in July. Stovall had filed a formal dispute requesting the book be removed from four schools in the state.

“I’ve been told this book Gender Queer is necessary for children to see themselves and feel accepted. I believe that all children should be accepted and loved. Accepting and loving children does not mean putting pornography in their hands. [School administrators] all collectively disagreed that graphic pictures… and advertisements for porn sites are obscene materials for children… This book has the potential to lead children as young as 14 years old to actual pornography on the internet,” Stovall said.

In October of 2021, another parent was removed from a school board meeting in Florida by police for reading the book aloud to the audience during the public testimony portion of the meeting.

The Orange County School Board Chair, Teresa Jacobs, directed police officers to remove parent Jacob Engels from the meeting and said “the language he just read is inappropriate for this forum.” Engels had found the graphic novel in the her child’s high school library.

However, despite the criticism from parents and lawmakers, the book still received a number of awards and was one of the 2020 Alex Award Winners for “books written for adults that have special appeal to young adults ages 12 through 18.”

Among those who have championed Gender Queer include trans activist Eli Erlick, who recently came under fire for past sexual assault allegations, as well as offering to supply minors with free cross-sex hormones with no oversight.

In response to news that the obscenity lawsuit against Gender Queer had been dropped, TIME magazine issued a profile on Kobabe. When asked why she had decided to write her memoir, Kobabe told TIME, “I think I was really envisioning people like myself. People who were thinking about gender, who were probably either in their late-teens to mid-20s. Who kind of had the same level of language and media exposure as young people that I did.”

TIME received considerable backlash on social media for the interview with Kobabe. At the time of publication their tweet had received only 800 likes but had wracked up over 8,800 primarily negative replies from those dissatisfied with the glowing profile, which largely glossed over the public’s concerns about the book.

“This ‘asexual’ person is being celebrated by Time for writing to children about masturbation,” popular UK-based information service @ripx4nutmeg wrote.

“My favorite part of the book is when she learns that getting a pretend blow job while wearing a strap-on doesn’t actually feel like anything. A universal lesson kids need to learn, no?” Twitter user Sarah Beth Burwick wrote sarcastically.

In addition to those criticizing the content of the memoir, some in TIME’s replies were expressing amusement with Kobabe’s pronoun choice.

Sall Grover, founder of women’s social media app Giggle, replied to tweet calling it “The stupidest sentence I have ever read,” while conservative commentator Matt Walsh gained over 19,000 likes for his mocking keyboard-smash.

Many of the replies also expressed concern that the book would confuse young teenagers about their gender.

A new report published by the Bedbible Research Center found that the number of young people who identify as transgender has nearly doubled in recent years. Approximately 1.6 million youth over the age of 13 are self-reporting to have a gender identity different from their sex.

Illustrated pornography depicting homosexual male relationships has been cited as a source of gender identity confusion by an outspoken detransitioner. In February, Helena Kerschner published an article to her Substack detailing her dive “deeper and deeper down the trans identity rabbit hole,” which she first became exposed to through Tumblr at the age of thirteen.

Discussing the type of content that was shared online among teen girls who were identifying as transgender, Kerschner writes, “Pure erotica was popular too (often carrying heavy kinky themes). I began to identify with these representations of boys written by other young females, and the themes within male/male fanfiction were so much more titillating than anything in mainstream, professionally produced media.”

In June, a mother of a detransitioned daughter spoke with Reduxx to warn of the influence of pornography on girls’ decision to declare a transgender identity. It was after her daughter was exposed to Japanese anime pornography in the yaoi genre, which often features feminine men in sexual relationships, that she began to insist she was a boy.

“Girls in anime are highly sexualized, and no girl wants to be that. They want to be the guy. My daughter thought she was a gay boy because she likes boys but she didn’t want to be a girl,” the anonymous mother warned.

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UK: Repeat Child Sex Offender Now Living Under New Feminine Identity in Dundee

By
Anna Slatz
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A predator with a lengthy history of sexual violence directed towards young boys has been released into the community and is apparently living under a new feminine identity in Dundee, Scotland.

The UK Database reported today that serial sexual predator Connor Tait has been released from prison and is now living in Dundee under a new name. The Database is a civilian-run child safeguarding project which provides updates on sex offender convictions, and alerts the public on the releases of those who may be living in unsuspecting communities.

Connor Tait in a recent Facebook photo, under the name “Connie Duncan.” Source: UK Database/FACEBOOK

Tait was most recently convicted in 2013 after sexually assaulting a young boy as he walked home from football practice. Tait had reportedly picked his victim “completely at random,” hiding in a bush close to where the boy was playing with a friend before jumping out, grabbing the child, and sexually abusing him. The boy’s friend witnessed part of the assault prior to fleeing for help, and would later provide his testimony to police.

According to a 2015 court document, after making his presence known, Tait grabbed the 11-year-old victim from behind, put his hands in the victim’s tracksuit bottoms, and inserted two fingers into the child’s anus. The victim managed to break free after hitting Tait in the face.

In reporting the attack, both of the boys described Tait as donning a fake tan, eye liner, earrings, and brightly dyed hair. Authorities were able to immediately locate Tait following their report, and arrested him just hours after the attack.

During his trial, the presiding Judge called Tait “disturbed” and stated his crime had been “one of the most horrible I have had to deal with in the course of almost 20 years of sitting here.”

Tait had two previous convictions for sexual offenses on young boys prior to the 2013 assault, but details on the crimes, as well as whether he had been handed any prison time for them, are sparse. While Tait was a registered sex offender, he had apparently been poorly monitored by authorities at the time of the most recent attack, with the court admitting the lack of care had been “concerning.”

In 2014, Tait was handed an 8-year extended sentence, but was sent to a psychiatric hospital shortly after his conviction. Tait had been “straightforward” to an attending psychologist about his sexual interest in young boys, and the court warned that Tait was at “extremely high risk” of reoffending if he were allowed to re-enter the community at liberty.

But in 2015, Tait’s custodial term was slashed to 3 and-a-half years in 2015 after part of his sexual assault conviction was overturned on appeal.

In an announcement published on Facebook today, UK Database informed its readership that Tait was now free from prison and has assumed the name “Connie Duncan.” Tait has established a Facebook page under that identity where he advertises house cleaning and dog walking services in Dundee.

“A sex predator with a sexual preference of boys aged under 13 has been RELEASED back to Dundee and is now masquerading as someone called Connie Duncan,” UK Database wrote in their post, noting that Tait had been convicted of multiple attacks against young boys.

The Database provided readers a link to Tait’s new Facebook page, but since the announcement, Tait has locked down the profile, which showed him donning a decidedly more feminine appearance, including long hair and makeup.

It is unclear when Tait was released, but his previous conviction had included the condition of 4 years of in-community monitoring after his release. It is unknown if the conditions are still in place, and, if so, how they differ from those that Tait had already been under when he committed the 2013 attack.

Dozens of outraged users have responded to UK Database’s Facebook post exposing Tait, expressing disbelief that an offender classified as “high risk” could be allowed to take jobs working in people’s homes.

“Makes you laugh, doesn’t it? High risk predators but yet they’re still able to roam the streets where innocent children are and possibly victims? Absolute joke, this justice system,” Amy Marsh wrote. Her comment was echoed by others, with Beverley Hoggarth sarcastically writing: “They know he’s high risk but put him back out on the streets… now that makes perfect sense doesn’t it?”

In recent months, there have been multiple instances of trans-identified male pedophiles being turned out into the community in the United Kingdom.

In April, a 60-year-old pedophile in Chatham who claimed to identify as a 5-year-old girl avoided jail despite having breached a long-standing sexual harm prevention order by approaching and kissing two children. 

Weeks prior to that, another trans-identified male was spared jail on a suspended sentence after being caught with over 250 pieces of child sexual abuse media, some of which included toddlers being sexually tortured.

Most recently, a trans-identified male from South Sheilds caught with over 125,000 pieces of child abuse materials was spared jail after a Judge determined the “impact of custody” would be too “significant” for him to cope with.

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Pederasta trans condenado “como mujer” en Alemania por abusar de dos niñas

By
Reduxx Team
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Klaus T. at an April hearing in Moabit.

Un hombre en Alemania que abusó de dos niñas pequeñas, incluida su propia nieta, fue condenado calladamente “como mujer” en el juicio este año y probablemente esté sirviendo condena en una prisión de mujeres, según defensoras de los derechos de las mujeres alemanas.

Klaus T., de 63 años, y del que se desconoce el apellido debido a las estrictas leyes de privacidad, compareció ante el tribunal por primera vez en abril acusado de abusar sexualmente de dos niñas, de 9 y 10 años. La niña de 9 años era su propia nieta, y la de 10 era una niña que vivía en su bloque de apartamentos.

El abuso salió a la luz cuando la niña de 9 años le contó a su madre, la hija de Klaus T., que el hombre había abusado de ella durante una visita nocturna que tuvo lugar en diciembre de 2021. La niña le dijo a su madre que “el abuelo se fue a la cama conmigo” y le explicó que le había “dolido”. La niña también le dijo a su madre que antes de irse, Klaus T. le había dicho que mantuviera en secreto lo que había sucedido.

“Si dices algo, iré a la cárcel”, dijo Klaus T.

Tras la declaración de la niña, la madre acudió a la policía y presentó una denuncia penal.

La policía realizó un registro en el apartamento de Klaus T. en Berlín poco después, y encontró una gran cantidad de material de abuso sexual infantil durante su investigación. En alguno aparecía su nieta de 9 años, pero en otro aparecía una niña de 10 años que fue identificada más tarde como una niña que vivía en el mismo edificio de apartamentos.

Los padres de la niña de 10 años eran amigos de Klaus T., y habían confiado en él a menudo para supervisar a la niña después de la escuela, ya que se le consideraba un adulto de confianza en el edificio. Las grabaciones íntimas de la niña habían sido tomadas alrededor de noviembre de 2021.

Los medios alemanes informaron que Klaus T. había estado “viviendo como una mujer” durante años antes de abusar de su nieta, pero que la niña todavía lo llamaba “abuelo”.

Tampoco había cambiado nunca el nombre o el género en sus documentos de identificación, pero aún así, el tribunal usó su nombre preferido de “Klaudia” para referirse a él y pronombres femeninos. Durante el juicio, se supo que Klaus T. también frecuentaba cines porno.

Klaus T. fue sentenciado a 5 años de prisión en mayo y, según el medio de comunicación alemán BZ, fue “condenado como mujer”.

En declaraciones a Reduxx, Roxie Roots dice que a Klaus T. lo mandaron “sin ninguna duda” a una prisión de mujeres basándose solo en su autoidentificación debido a las recientes reformas regionales en Berlín. Roots, una sobreviviente del comercio sexual, se ha convertido en una valiente defensora de los derechos de las mujeres en Alemania, con un enfoque particular en las leyes que afectan la seguridad de las mujeres.

Roots explicó que en septiembre de 2021, la Cámara de Representantes de Berlín anunció importantes reformas en las prisiones regionales, y una de ellas fue que los hombres que se identifican como mujeres pueden ingresar en prisiones de mujeres aunque no hayan cambiado su género o nombre legal, como en el caso de Klaus T.

“El Gobierno de Berlín dijo que sería caso por caso, pero si se dirigían a él como una mujer en el juicio, va a acabar en una prisión de mujeres”. Roots dice.

“Al igual que en otros países, muchas mujeres en prisión en Alemania están allí por crímenes no violentos. También tendrán antecedentes de violencia sexual, por lo que creo que es terrible mandar a hombres a cárceles de mujeres”.

Roots dice que los medios alemanes han estado enterrando historias donde el criminal fue identificado como transgénero, o publicando detalles escogidos para no dejar claro cuál es el sexo real del sospechoso.

“Es lo mismo en todos los países: nula cobertura o vagas noticias locales que son ignoradas por los medios de comunicación más importantes. Las mujeres alemanas tienen que rastrear Internet para poder encontrarlas. Y la forma en que están redactadas ahora, no se les dicen claramente a los lectores que es un hombre”.

En mayo, un hombre transidentificado fue arrestado después de asesinar brutalmente a una paciente cuando estaba alojado en el módulo  de mujeres de un centro psiquiátrico en Haar, Alemania. Pero en los informes iniciales sobre el horrible crimen, los medios de comunicación se refirieron al hombre como una “mujer” o, de forma neutral, como un “paciente”. No fue hasta que Stephan Beer, jefe de la división de homicidios de la policía, describió al sospechoso como “hombre en términos de sexo, [y] mujer en apariencia [de género]”, que se supo de la identidad transgénero del sospechoso.

“Por mucho que [los medios] estén tratando de ocultarnos la verdad, este no es el primer caso que hemos visto, y no será el último”, dice Roots, y añade que las mujeres tienen que llevar una lista de forma independiente de estos casos para hacer circular los hechos sobre ellos en ausencia de datos oficiales.

Los legisladores alemanes están considerando actualmente una propuesta de política de autoidentificación que permitiría a cualquier persona de 14 años o más cambiar su sexo legal solo con completar un simple formulario, y permitiría a las personas hacer cambios en sus documentos una vez al año.

La Ley de Autodeterminación también establece que se puede emitir una multa si se revela el cambio de género o nombre de una persona sin su permiso.

Una encuesta reciente a ciudadanos alemanes realizada por YouGov para el periódico Welt am Sonntag mostró que el 46% de los encuestados estaban a favor de la legislación propuesta, y el 41% en contra.

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Trans Pedophile Convicted “As a Woman” in Germany After Abusing 2 Children

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Reduxx Team
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Klaus T. at an April hearing in Moabit.

A man in Germany who abused two young children, including his own granddaughter, was quietly convicted “as a woman” during his trial this year and has likely been sent to a women’s prison, according to German women’s rights advocates.

Known only by his first name and last initial due to strict privacy laws, Klaus T., 63, appeared in court for the first time in April on charges of sexually abusing two girls — aged 9 and 10. The 9-year-old was his own granddaughter, while the latter was a child who lived in his apartment complex.

The abuse first came to light after the 9-year-old confided in her mother, Klaus T.’s daughter, about having been molested by the man during an overnight visit which took place in December 2021. The girl told her mother that “grandpa went to bed with me” and explained that it had “hurt.” The child also told her mother that before the visit ended, Klaus T. had told her to keep what had happened a secret.

“If you say something, I’ll go to prison,” Klaus T. is reported as having said.

Following the girl’s admission, her mother went to police and filed a criminal complaint.

Law enforcement officials conducted a search of Klaus T.’s Berlin apartment shortly after, and found numerous pieces of child sexual abuse material during their investigation. Some were of his 9-year-old granddaughter, but others were of a 10-year-old child later identified as a girl who lived in the same apartment building.

The 10-year-old’s parents had been friends of Klaus T.’s, and had often trusted him with supervising the girl after school as he was considered a trusted adult in the building. Intimate recordings of the girl had been taken around November of 2021.

German media reported that Klaus T. had been “living as a woman” for years prior to abusing his granddaughter, but that the girl still knew him as “grandpa.”

He had also never changed the name or gender on his identification documents, but the court still referred to him by his preferred name of “Klaudia” and used feminine pronouns for him. During the trial, it became known that Klaus T. also frequented pornography cinemas.

Klaus T. was sentenced to 5 years in prison in May, and, according to German media outlet BZ, he was “convicted as a woman.”

Speaking to Reduxx, Roxie Roots says Klaus T. “definitely” went to a women’s prison based on his self-identification alone due to recent regional reforms in Berlin. Roots, a survivor of the sex trade, has become a vocal women’s rights advocate in Germany, with a particular focus on laws that impact women’s safety.

Roots explained that in September of 2021, Berlin’s House of Representatives announced major reforms targeted at regional prisons, including that males who identified as female could be placed in women’s prisons even if they had not changed their legal gender or name, such as in the case of Klaus T.

“[The Berlin Government] claimed it would be case-by-case, but if they addressed him as a woman in court, he would be ending up in a women’s prison.” Roots says.

“Like in so other countries, many women in prison in Germany are there for [non-violent crimes]. They will also have a background of sexual violence, which is why I think it is devastating to place men in women’s prisons.”

Roots says that German media has been burying stories where the criminal was identified as transgender, or releasing select details so as not to provide any clarity on the suspect’s actual sex.

“In every country it’s the same — no coverage, or vague local news stories that are ignored by [larger] outlets. [German women] have to really scan the internet to find them. And the way they’re worded now, they don’t clearly tell readers that it’s a man.”

In May, a trans-identified male was arrested after brutally murdering a female patient while housed in the women’s ward of a psychiatric facility in Haar, Germany. But in initial media reports of the horrific crime, the man was referred to either as a “woman,” or neutrally as a “patient.” It wasn’t until Stephan Beer, head of the homicide division for the police force, described the suspect as “male in terms of sex, [and] female in [gender] appearance” that the suspect’s transgender identity became known.

“As much as [the media] is trying to hide the truth from us, this isn’t the first case we’ve seen, and it won’t be the last,” Roots says, adding that women are having to independently record these cases to circulate facts on them in an absence of official data.

German lawmakers are currently considering a proposed self-identification policy which would allow anyone aged 14 years old and older to change their legal sex by filling out a simple form, and allow individuals to make changes to their documents once per year.

The Self-Determination Act also states a fine can be issued if a person’s gender or name change is disclosed without their permission.

A recent survey of German citizens conducted by YouGov for the Welt am Sonntag newspaper showed that 46% of respondents were in favor of the proposed legislation, and 41% opposed it.

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